Abraham cazavampiros

Título original: Abraham Lincoln: Vampire Hunter

Año 2012

Duración: 105 min.

País:  Estados Unidos

Director: Timur Bekmambetov

Guión: Seth Grahame-Smith, Simon Kinberg (Novela: Seth Grahame-Smith)

Música: Henry Jackman

Fotografía: Caleb Deschanel

Reparto: Benjamin Walker, Mary Elizabeth Winstead, Dominic Cooper, Rufus Sewell, Marton Csokas, Anthony Mackie, Robin McLeavy, Jimmi Simpson, Jaqueline Fleming, Alan Tudyk

Género: Acción. Fantástico. Terror | Vampiros. Esclavitud. Siglo XIX

Sinopsis: Abraham Lincoln, además de ser Presidente de los Estados Unidos, también fue un cazador de vampiros tras enterarse de que su madre murió asesinada a garras de una de esas criaturas sobrenaturales, dando pie así a una visión fresca y visceral de las sangrientas tradiciones vampíricas, imaginando a Lincoln como el más grande cazador de no-muertos de la Historia.

Creo que podemos afirmar, sin miedo a equivocarnos, que estamos ante una de las mayores bazofias que haya salido de los estudios de Hollywood, una auténtica tomadura de pelo. Afortunadamente, yo no fui de los damnificados por ver este churro cinematográfico en el cine, lo cual me dolería en el alma e incluso me pensaría en acudir al defensor del pueblo para exigir daños y perjuicios por ver este adefesio de película.

Qué imagen tienen ustedes del señor Abraham Lincoln, el conocido como padre de los EEUU? Supongo que más o menos la misma que yo, es decir, un tipo serio y comprometido por su país, que luchaba contra la escalvitud y tal... Ahora, de comprometido a verlo hacha en mano decapitando vampiros, haciendo piruetas cual Bruce Lee yanqui... pues no, la verdad es que no cuela. En la peli lo ponen en sus años de juventud luchando contra las fuerzas del averno, pero a medida que va creciendo y madurando oye la llamada de la democracia y se olvida de su versión gore para centrarse en la unificación del país, la abolición de la esclavitud y otras tareas socialmente encomiables.

Pero no se acaban ahí los días de hachazos de Lincoln. Porque cuando ya peinaba canas y en plena guerra norte-sur decide desempolvar el hacha de guerra y salvar a la nación de los vampiros que asolan el país. En una pirueta digna de un ventrilocuo, los vampiros unen fuezas con los sudistas y los del norte flipan en colores porque las balas no los pueden matar... Pero Lincoln tiene soluciones para todo y decide mandar un tren cargado de plata para que todo acabe bien.

El misterio más grande de todo este embolado es cómo es posible que este bochornoso guión se llevase a la gran pantalla? Me supongo que las pérdidas habrán sido millonarias porque esta historia no hay quién se la trague. Si lo haces en plan cuento infantil, sin derroches de sangre gratuitos, podría tener un pase, para los más pequeños, pero dirigir esto a una población hecha y derecha, aunque tenga los sesos sorbidos por el marketing y los wasap, es confiar demasiado en el caprichoso destino. Una soplapollez de las gordas, penosa.