Moto Guzzi. Es un nombre de sobras conocido, es una marca
con solera. Es como si entras en un sitio, pides una CocaCola y te dicen que
no, que solo tienen Pepsi, y dices, vale, claro. Esa es la Guzzi, no es una
primera fila, pero nadie le diría que no.
De todas formas, los tiempos han cambiado también para este
fabricante. En los 80 una LeMans II rondaba las 4.000 euros, mientras que un pequeño piso en las afueras
de Madrid podía estar sobre los 6.000 euros. Hoy en día tenemos la Guzzi V7 por
7.000 euros, los pisos no han bajado tanto a pesar del desplome del ladrillo.
Esta V7 tiene la estética de una moto clásica, de las de
hace muchos años, ya no solo por el motor, sino que las aletas tienen una forma
redondeada, que recuerda a las de los años 70. Eso sí, dispone de la
electrónica del siglo XXI, retro sí, pero tecnología también.
Su escaso peso relativo hace que sea bastante manejable,
incluso en ciudad o con tráfico intenso. Nula capacidad de carga y retrovisores
escasos en su debe. En su haber, la postura de conducción es cómoda, con un
manillar que deja descansar los brazos, el asiento es grande y suficiente
incluso para el pasajero, aunque es excisavamente duro y la amortiguación
trasera tampoco ayuda demasiado.
Motor: 48CV, bicilíndrico, no es la bomba en aceleración y
es mejor tirar de gas a tope que meter marchas cortas para ganar velocidad de
repente. Transmisión por cardán. Velocidad máxima alrededor de 170 km/h.
Una máquina nueva con sabor antiguo, a un precio más que
ajustado, directa al corazón del amante de las motos de antes.
pedazo de modelos que te cascas
ResponderEliminarya sabes que soy un tío con clase
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