Efectivamente, si vais a un tienda de Decatlon encontraréis
infladores que publicitan que por 20 euros te llevas una máquina de pie y con
manómetro que te permite llegar holgadamente a los 10 bares... Suelen ser
infladores de doble válvula, es decir, compatibles tanto para carretera como
bici de montaña, o lo que es lo mismo, válvula Presta (cerretera) o Schrader
(mountain bike). Así que te gastas los 20 euros y cuando llegas a casa y te
pones a bombear te das cuenta que sobrepasar los 6 bares es una labor de
titanes… Y bueno, 6 bares está bien si tienes un pinchazo en carretera y tienes
que cambiar o reparar la cámara, al menos llegarás a casa sin problema y luego
ya la inflarás como dios manda. Pero, en serio, salir de casa para hacerse una
buena ruta con una presión de 6 bares es ser un poco dejado o arriesgar
bastante. A mi personalmente me resultaría de lo menos tranquilizante.
Así que te acuerdas del dueño de Decatlon y toda su prole y
te pones a buscar un nuevo inflador, uno de verdad, o empiezas a barajar la
posibilidad de ir a la gasolinera más cercana a hinchar las ruedas. Las
cubiertas de las ruedas suelen indicar presión máxima y a veces mínima, pero
vaya, una presión de 8 bares es lo habitual y con eso vamos de maravilla.
Con los infladores que incorporan manómetro pasa un poco lo
mismo que con el velocímetro de los coches, siempre cuentan de más. Si el
manómetro te pone un máximo de 140 psi o 10 bares que sepas que ni de coña vas
a llegar ahí, a no ser que te llames Hércules.
Así que es preferible gastarse algo más de dinero y hacerse
con un inflador para casa que te dure años y te dé un buen rendimiento sin
tener que matarte a darle a la bomba. Los buenos no están tirados de precio,
nadie da duros a 4 pesetas, pero por 50 ó 60 euros tendréis un inflador como
dios manda, con un presión máxima de 16 bares o 260 psi, que será menos pero
que ya nos vale.
Luego está la opción de la gasolinera. Para ello tendréis
que haceros con un adaptador, ya que la válvula de los coches es igual a la de
las mountain bike, no vale para Presta. Le enchufáis el adaptador y con
suavidad y tacto para que no os reviente la cámara le metéis aire en un volado.
Por último, existen unos catuchos de CO2 que te inflan la
rueda en un santiamén. Son especialmente indicados para llevar en carretera,
por si tenemos un pinchazo, porque ponerse a inflar en medio de la carretera y
a lo mejor bajo un sol de justicia no es muy agradable. Hay cartuchos de
diferentes capacidades y varían de precio desde un mínimo de entre 1,50 euros aproximadamente. En este caso es más que
recomendable tener un manómetro digital a con nosotros, para saber que presión
hemos metido. Ojo que el CO2 sale frío de narices, que no se te queden pegados
los dedos, para eso hay una especie de asideras que se le enganchan y nos
evitamos sustos. Ahora, como opción para casa no es muy práctica, sobre todo
por el coste que tiene.
En definitiva, como todo en ciclismo de carretera, lo bueno
cuesta, pero una correcta presión de los neumáticos es fundamental para salir
en condiciones óptimas.
pues si que te dio fuerte con la bici, alba te lee todas las entradas.
ResponderEliminarMe tiene más enganchado que el disco de Manilla, con eso lo digo todo.
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