1.Venom 03:03
2.Empire of Lies 02:49
3.We Own the Night 03:30
4.Nightmare 03:57
5.Face the Enemy 04:31
6.Domino Theory 03:23
7.Jehovah 03:13
8.Rise 03:13
9.Time Machine 03:13
10.Holding On 03:30
Chris Impellitteri - Guitars
Rob Rock - Vocals
James Amelio Pulli - Bass
Jon Dette - Drums
Nuevo disco del hacha Impellitteri, que vuelve a contar con
Rob Rock para las labores vocales, como ya ha hecho en varias ocasiones
anteriores. Reconozco que tengo debilidad por Rob Rock, es un tipo con gran
potencia vocal, con un timbre de voz claramente reconocible y muy versátil, que
tanto te hace un disco de rock como uno de heavy metal en vena.
El estilo de Imperittelli no me convence tanto, se suele
mover en la onda del heavy neoclásico, su calidad es indudable, pero sus
trabajos se me hacen un tanto redundantes. El tema que da título al disco y lo
abre es un claro ejemplo de lo que estoy diciendo. Es un tema a pedal, con
batería muy acelerada, riffs y solo en clave neoclásica. Rob Rock hace su
alarde vocal habitual, en un estilo muy similar al de sus últimos discos en
solitario, es decir, con una voz potente y rasgada o melódica a veces.
Una cosa que me ha llamado bastante la atención antes de
ponerme a escuchar el disco es que los temas son muy cortitos, parece que van
directos al grano, a la yugular. Y fuerza y caña no se le pueden negar, Empire
of Lies sigue en la misma línea que empezó el disco, batería galopante, con
escasas pausas, ritmos muy heavys, sin muchas complicaciones, y el solo que
entra como cuchillo en la mantequilla en este segundo tema. De nuevo, Chris
deja muestra de la clase que tiene, pero su estilo no es el que más me convence,
es como si se hubiese clavado en el tiempo, hace 20 años, pero lo que hace lo
hace muy bien, no hay discusión en eso.
We Own the Night confirma la primera impresión de que todos
los temas son breves. Y eso en sí no es malo, lo bueno si breve... Lo que es más
preocupante es que parece que todos los temas sean el mismo, sinceramente, se
parecen como gotas de agua: mismos ritmos, riffs rápidos similares y el mismo
solo de siempre pero variando, si me entendéis lo que quiero decir. Estamos
solo en el tercer tema y ya se empieza a acusar un poco la monotonía.
Nightmare no es ninguna sorpresa, batería a cañón otra vez,
más cercana al power metal que al heavy. Aquí le enlatan un poco la voz a Rob,
algo totalmente innecesario en un tipo de su calibre, por no decir que es un
pecado. No sé quién se ha inventado las melodías, Chris seguramente, pero el
caso es que suena a más de lo mismo, a estas alturas el bostezo es inevitabe. Y
es que siempre apuestan por los mismos sonidos y los mismos riffs veloces, el
solo y vuelta a correr. Podrían introducir variaciones en los tiempos, ritmos más
pesados u oscuros, en fin, mil cosas, pero se ciñen al rollo heavy neoclásico
una y otra vez.
Face the Enemy. Afortunadamente los temas pasan rápido
porque duran poco, porque si no esto podría ser una tortura. Y por fin con este
tema se rompe un poco la monotonía, ya que nos ofrecen un medio tiempo con
riffs, ahora sí, de heavy clásico. Está muy lejos de ser un tema matador, le falta fuerza, pero
al menos supone una variación en la línea del disco.
Domino Theory. Después del breve descanso del tema anterior,
volvemos a lo mismo de siempre, batería a piñón fijo, la voz de Rob Rock que
parece entonar la misma letra una y otra vez, la verdad es que me parece que no
lo han sabido aprovechar del todo en este disco, y poco más. Si cierras los
ojos y te abstraes del numerito que aparece en tu reproductor de cds o mp3 te
parecerá que con Jehovah todavía estás escuchando la misma canción que antes,
es el mejor resumen que se puede hacer. El sopor nos invade... Y con Rise...
pues repito la frase anteior y ya la tengo comentada. Es que no se puede ser menos
original y menos creativo, la verdad.
Time Machine comienza con unos riffs de guitarra en clave
neoclásica, por supuesto, que le dan un poco de vitalidad al tema, pero es que
en cuanto entra el doble bombo de la betaría se nos viene el subidón abajo,
hasta la labor de Rob Rock, parece que contagiado por la monotonía que impera
en el disco, parece que sea del montón. El disco acaba con Holding on, que no
me deja mejor sabor de boca, a estas alturas ya estoy tan aburrido que lo que
quiero es cerrar el capítulo y ponerme algo que verdaderamente me motive.
Impellitteri siempre me ha parecido un excelso guitarrista,
pero desde hace un tiempo se ha anclado en temas demasiado por el libro, cliché
tras cliché, y con una falta de imaginación y de capacidad de transmitir o sorprender que
deja ya muy lejos sus mejores años, parece como si tuvirese la obligación de
sacar disco y siempre nos ofreciese lo mismo. Claramente decepcionante.
Puntuación: 5/10
exacto, un album standart, tirando a mediocre
ResponderEliminarTotalmente prescindible
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