Se va este chacho, y se va sin pena ni gloria, pues su
mandato al frente del ministerio de economía ha pasado totalmente desapercibido
para la mayoría de los españoles. Pobre bagaje el que aporta De Guindos como
ministro, no será recordado por nada ni por nadie, aunque pretenda colgarse la medalla, sin
mucho ánimo, la verdad, de haber sacado a España de la crisis (?). Esa es un
eslogan más del partido y sobre todo de ese cadáver político que es Rajoy y de
su barriobajera vicepresidenta. Pero la cartera de De Guindos se ha visto
totalmente fagocitada por las ansias de poder, fiscalización y protagonismo del
vampiro Montoro.
A De Guindos le ha faltado de todo, pero para empezar le han
faltado ganas de hacer las cosas como hay que hacerlas. Cedió a las primeras de
cambio en cuanto al debate sobre la presión fiscal en España, dato fundamental
para la marcha de la economía, dejando que Montoro se hiciera con la situación
desde el primer momento, en aras a complacer a Merkel y a Bruselas y de
sangrarnos a los españoles. Ahora este pusilánime que es De Guindos, dice con
la boca pequeña y sin muchas ganas que hay margen para bajar impuestos, a buenas horas mangas verdes. Después
de cuatro años bostezando abres la boca para decir esa soplapollez. La subida
de impuestos además de ser una promesa electoral incumplida del PP, una más que se han
pasado por el forro, ha sido uno de los mayaores varapalos que ha tenido que
soportar la economía de las familias y de las empresas españolas.
Las cosas se podían haber hecho de manera muy diferente,
recortando gasto y dejando más renta disponible en manos de los agentes
económicos, como demuestra el miserable, patético y electoralista “plan E” que
el PP presentó el viernes pasado. Se vuelven a repetir los errores del pasado
con planes de gasto con poco sentido y menos aprovechamiento, que nos recuerdan
a las miserias intelectuales de ZP, con su plan E y el aquí no hay crisis. Pero más allá de medidas concretas, el principal lastre de este ministro en la sombra ha sido el de no aportar prácticamente nada en el camino de la transformación de la economía española, con una base en el ladrillo y un déficit de empleo brutal. Cuatro años después el patio está casi como estaba, salvo que ahora crecemos. Pero es un crecimiento que hunde sus raíces en las miseria acumulada después de diez años de penurias y retrocesos, así como en las ciclos de la economía de mercado. La estructira económica de España apenas ha variado y el mercado laboral sigue estando hecho unos zorros.
De Guindos, has sido un pintor de brocha gorda, que no has
pintado nada la mayor parte del tiempo que has estado dormitando en tu
poltrona, a la espera de un puesto dorado como comisario europeo en Bruselas, la
gran vida, que te prometieron hace mucho tiempo, entre paseo y paseo de la
Merkel y el atontado de la Moncloa. Pues sigue esperando, filliño, carretera y
manta.
la típica espantada y a formar parte del consejo de alguna empresa, seguro que wert también quiere el mismo camino.
ResponderEliminarOtro candidato a llevárselo calentito, ya abrióla veda en su día Gallardón, no es ninguna novedad. Lo que es más raro es que el tipo salga extenuado y pidiendo mimos como el Guindos
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