1.Nazriff
2.The
Soulless
3.Hardluck
Melody
4.Rat
Poison Parfait
5.Eternal
Waltz
6.Within
Trance
7.Nebulous
8.The
Righteous Bloom
9.Sanctum
& Solace
10.Dying On
The Vine
11.Peace
Mind
Dana Ortt -
Lead vocals/guitar
Darin
McCloskey - drums
Greg Diener
- Lead guitar/vocals
Bert Hall -
Bass guitar
Beelzefuzz es una banda de Maryland, Estados Unidos, pero que
ha firmado con un sello alemán, banda de hard heavy formada en 2009, un año
después lanzaron una demo de 4 temas. Ellos hacen una mezcla entre sonido de
los setenta y el heavy de toda la vida. Las influencias de bandas como Uriah
Heep, Deep Purple y Black Sabbath son inevitables a lo largo de todo el trabajo,
un trabajo de sonido muy clásico y disfrutable. Luego, en 2013 sacarían su
primer larga duración y en este 2016 publican su segundo álbum.
Nazriff es heavy
setentero, con guitarras muy clásicas a lo Purple y ojo a la voz magistral y de
maestro de ceremonias de la que hace gala el señor Diener, uno de los puntos
fuertes de esta banda, para que os hagáis una idea es como si fusionases a Dio
con Gillan, el pelo se te pone amarillo directamente.
The Soulless es
un tema más actual, con más ritmo, le meten una marcha más y ofrecen unos aires
de versatilidad que son encomiables, son capaces de adaptarse con solvencia a
distintos ritmos y estilos del hard heavy. Los riffs respiran stoner y son realmente buenos, un tema a lo
Witchfinder, Graveyard.
Hardluck Melody
es un tema stoner donde bajan el ritmo y nos ofrecen unas guitarras con un
sonido Sabbath, Pentagram, un tema cargado, pesado y con un solo de lo más
enrevesado y luego un segundo solo clásico y bluesy, estos tipos saben lo que
se hacen y huelen a cuero y acero por todos lados. El vocalista sigue haciendo
de las suyas, va sobrado el tipo, en este caso dota al tema de un cierto sabor
folk con su interpretación.
Rat Poison Parfait
sigue ralentizando la marcha, es todavía más pausado que el anterior corte, se
podría hablar de una balada oscura, de guitarras con cierto aire blues y mucha
elegancia. El solo es muy ambiental y setentero, con su punto melancólico, de
nuevo se ve que beben de las fuentes tradicionales, porque todo lo que hacen
está perfectamente hilvanado con el pasado de este deporte metalero.
Y si lo que te gusta es la variedad con estos americanos no
te vas a aburrir precisamente, ya veis que llevamos cuatro temas comentados y
cada uno con su estilo y su enseña. Eternal
Waltz sigue esa línea, se podría catalogar como un cruce entre hard rock
progresivo y folk, un tema de nuevo pausado, con predominio de la voz y riffs
stoner y excelente elaboración en los solos.
Within Trance
tiene un inicio a lo Hendrix que no sólo me hace alabar el buen gusto de esta
gente sino que lleva a hacer air guitar como alma que lleva el diablo. Después se
desarrolla como un tema de hard heavy clásico y básicamente setentero que te
recuerda a los primeros tiempos de los Sabbath, Judas Priest y Deep Purple,
repleto de guitarrazos de esos que parecen sacados de algún manual de como
tocar las seis cuerdas con criterio, imposible que te dejen indiferente.
Nebulous tiene un
inicio con un riff stoner muy épico, mezclado con ambientación psycho
setentera, un corte pausado y tenebroso, con voz melodiosa al mando de las
operaciones. The Righteous Bloom es
el corte más largo del disco, casi siete minutes de rock progresivo y
setentero, una mezcla que bordan estos americanos.
Sanctum & Solace
es una pieza breve y en la que después del derroche de imaginación e inspiración
de los cortes anteriores deciden tomarse un respiro y nos presentan un rock clásico
y relajado pero con mucha calidad en las guitarras y un vocaista top, no me canso
de repetirlo.
Enfilamos el final del disco con dos temas, de los que
destaco especialmente Dying On The Vine,
donde de nuevo vuelven a hacer esa mezcla entre rock progresivo y setentero, un
rollo Rush, Riot, con guitarras muy ambientales pero también muy heavys por
momentos. La labor de las guitarras es brillante a lo largo de todo el disco,
en este corte los riffs y los solos son de altura, y además recogen el legado
Iommi, impregnando a los temas siempre con cierta dosis de oscuridad.
Una banda que con este segundo disco presenta claramente sus
credenciales y se consolida ya con un sonido que navega entre los 70, lo
progresivo, el doom y el heavy, es decir, como podéis ver, una cóctel con
muchos ingredientes y que consiguen fusionar de manera excelente sin que en
ningún momento la cosa resulte forzada. Además, tienen un vocalista de esos que
están por encima de la media. Gran cosecha la que se han sacado de la manga
estos Beelzefuzz.
Puntuación: 8,5/10
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