1.Shores Of
Elenna
2.Numenor
3.Heroic
Deeds
4.Darkness
Descends
5.Taur Nu
Fuin
6.Minas
Morgul (2:53)
7.Witch-King
Of Angmar (5:25)
8.The
Dwarrowdelf (7:15)
9.Born Of
Hope (5:37)
Alex Mereu
- Vocals
Ivano Spiga
- Lead and rhythm guitar
Paolo Roberto Simoni - Lead and rhythm guitar
Nicola Pirroni - Bass
Stefano Lepidi - Drums
Aquí tenemos el regreso de esta banda italiana, tras 5 años
sin sacar disco. En este caso han optado por dejar a un lado las historias de
griegos y romanos y centrarse en ese filón inagotable que son los cuentos de J.R.R.
Tolkien, en una historia de carácter conceptual. Se trata del cuarto álbum de
esta banda que se formó en 1994 y que desde 2011 no sacaban nada nuevo. Hay
caras nuevas en la formación, como el batería y el nuevo guitarrista Simoni.
Pero como veremos, siguen haciendo más o menos lo de siempre, para deleite de
sus fans, hay cosas que mejor no cambiarlas.
Tras la intro Shores
Of Elenna, de cortes ya épico con coros y bombo, empieza el disco con Numenor de riffs cristalinos y épicos
desde el principio, como nos tenían acostumbrados. Otra cosa que no ha cambiado
en absoluto es la poderosa voz de Alessandro Mereu, uno de los puntos
distintivos de la banda. El solo recreándose en esos sonidos propios del heavy
metal puro y duro, tomándose su tiempo, para cerrar un tema de sabor
tradicional a lo Omen, Manilla Road.
Heroic Deeds
empieza con unas acústicas y acompañadas de voz que nos suelta una larga
parrafada, luego meten riff típico de ellos y allá vamos con un ritmo a media
velocidad, que van alternando con ritmos más lentos. Es un tema más dinámico
que el anterior, diría que al estilo Virgin Steele. Con la pausa van
desarrollando riffs melódicos y solos, siempre con el tono épico que les
caracteriza.
Darkness Descends es un breve tema de apenas dos minutos de
duración, catatónico en su ejecución, tanto por el lento ritmo con el que lo
desarrollan como por los acordes guitarreros que por momentos se podrían
calificar de doom. Acto seguido arranca Taur
Nu Fuin, vuelven de nuevo al tiempo lento que más les caracteriza, con la
voz como factor central del corte, con unos riffs oscuros, lentos y depresivos,
un tema que no explota en ningún momento, si esperas un cambio de ritmo
espectacular no lo vas a tener en este corte, que es más epic doom que de heavy
metal.
Minas Morgul es
otra pieza breve que no llega a los tres minutos, y empieza con unas guitarras
muy atmosféricas, con acústicas de por medio, otro pasaje instrumental, que
ralentiza todavía más el disco, algo que quizás no agradará tanto a los que se
esperen momentos más épicos, y es que el disco sigue adentrándose en
territorios más ambientales y doom que heavys. Witch-King Of Angmar sí que nos devuelve a la parte más heavy del
grupo, con un riff inicial muy de los Manowar, batería básica marcando el ritmo
y Mereu sacando su voz más épica. Suben un peldaño la velocidad y se sacan un
punteo de epic heavy metal de pura cepa, para luego dormir nuevamente el tema,
hasta que se produce un nuevo cambio de ritmo y entonces sí que toman la
dorecta, el tema más cañero y épico en lo que va de disco.
The Dwarrowdelf se inicia con coros y luego un solo heavy de
los que hacen levantarse a la afición. Es el tema más largo de todo el disco y
promete emociones fuertes. Van combinando los cantos líricos acompañados de
acústicas con la distorsión y la voz rasgada y agresiva de Mereu, alternando
los coros con los riffs limpios y melódicos que le dan al corte esa fueza y
viveza que tan bien caracteriza a los Holy Martyr, remate del tema con un solo
heavy y los coros hasta el final.
El ultimo capítulo de su nueva obra es Born Of Hope que, como no podía ser de otra forma, tiene un inicio
muy lento con unos solitarios acordes de guitarra. Pero se arma la mundial
cuando entra la batería con el ritmo más vivo de todo el disco y unos riffs
heavys potentes, que solo se ven interrumpidos por el vocalista clamando a
plena potencia. Le hacía falta al disco una subida de ritmo como la de este
corte, lo estaba pidiendo a gritos y es la perfecta culminación del álbum. Por
el camino nos dejan espectaculares riffs y solos melódicos, basados en el
feeling más que en la caña, la marca de la casa, el broche no podría ser más
brillante.
Cualquiera que haya escuchado sus anteriores discos no creo que
se sienta defraudado por esta nueva entrega, puede que sea un poco más osucuro
y doom, pero también tiene sus partes heavy epic y sus buenas melodías, con su
base rítmica tan característica y la voz de Alex Mereu que es inconfundible y
está en un momento estupendo. Han vuelto, y son los Holy Martyr de siempre.
Puntuación:
8/10
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