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sábado, 17 de noviembre de 2018

BATTLEROAR – Codex Epicus (2018)



1.Awakening the Muse (2:08)
2.We Shall Conquer (7:46)
3.Sword of the Flame (7:26)
4.Chronicles of Might (6:22)
5.The Doom of Medusa (8:21)
6.Palace of the Martyrs (5:29)
7.Kings of Old (4:25)
8.Enchanting Threnody (7:25)
9.Stronghold (bonus track) (5:36)

Gerrit Mutz - vocals
Kostas Tzortzis - guitar
Michael Kontogiorgis - guitar
Sverd - bass
Greg Vlachos - drums

Los Battleroar son una de esas bandas que no deja lugar a la duda, con ellos siempre sabes lo que te espera en cada disco que sacan, son uno de los bastiones más importantes del heavy épico contemporáneo y en esta nueva cita no se dedican a hacer experimentos con gaseosa, aunque como veremos si hay alguna novedad dentro de su enfoque musical.

Una pista de esas que te genera ya buenas expectativas incluso antes de escuhar el disco es que nuevamente el célebre Mark Shelton vuelve a colaborar con los griegos en un tema del disco. Ya lo hacía en el The Age of Chaos de 2005 y uno nunca se cansa de escuchar a este genio, así que cualquier tema o colaboración por su parte siempre es bienvenida y sin duda es un punto más a favor del disco. Un disco que supone el quinto larga duración de la banda, cuatro años después de Blood of Legends, quizás el disco menos épico y más power de la banda, pero un buen disco al fin y al cabo.

El primer tema del disco es Awakening the Muse, una intro con profusión de teclados y coros femeninos en plan odisea épica, creciendo en intensidad y marcando ya desde el inicio el estilo que va a llevar el disco. We Shall Conquer es un medio tiempo de riffs doblados, con la característica voz de Mutz a la que ya estamos acostumbrados. Meten una pausa y melodías dobladas con groove y coros, con un solo épico y melódico, largo y tomándose su tiempo para hacernos disfrutar. Ya percibimos en este primer corte la nota cinemática que le han dado al disco, una constante en todos los temas, con esa profusión de coros épicos que acompañan muchos pasajes de las canciones. Quizás al principio puedan resultar un poco extraños o persistentes, pero lo cierto es que con las escuchas van ganando y ayudan a asentar el sentido épico del disco, su atmósfera. Algún guitarrazo más directo a lo Manowar antes de retornar al riff de inicio y meter un nuevo solo, un tema trabajado y muy divertido.

El disco consta de solo ocho pistas más una bonus, pero los temas son largos, aunque no se hacen pesados, punto importante. Sword of the Flame es el momento en que el dios de las seis cuerdas y de las cavernas del Metal hace su aparición, vemos dibujarse la aleta del tiburón en el horizonte y su voz nasal nos recibe como un bálsamo, llena de magia. El inicio acústico casa perfectamente con la voz de Mark Shelton, suelta por ahí en algún verso la palabra necromancy y mi cuerpo se estremece, se trata de un tiempo lento y majestuoso, acompañado de coros, destila épica y tiene un aire Manilla Road, como no podía ser de otra forma. Pero no se queda ahí la cosa, el cambio de ritmo es brutal, un ataque heavy en toda regla mientras Shelton sigue con su voz divina casi impertérrito, un gran solo culmina este excelente tema, sólo cabe rendir pleitesía al dios y agradecer a los Battleroar que hayan tenido el buen gusto de invitarlo de nuevo.

Chronicles of Might se inicia con redoble de timbales y a golpe de bajo y leads melódicos marcando el paso del tema, si ya conoces a los griegos te sonará a marca de la casa. Los coros cinemáticos siguen presentes en cada tema y le dan ese aire más grandilocuente a este disco que se te va pegando poco a poco. Finalmente entra el solo metiéndole más ritmo al tema y llegando a la apoteósis.

The Doom of Medusa se inicia a bajo ritmo y con los consabidos coros y luego Mutz se saca una voz más agresiva de lo habitual, se trata de un tema más crudo, de riffs más pesados y menos melódicos, tirando de groove, pero como todo el disco con muchas alternancias en los ritmos, con el arreón final metiendo el punteo en progresión, otro buen tema. Palace of the Martyrs se ejecuta con una boz más rasposa y a mitad de tema el típico cambio de ritmo de la banda con riffs poderosos y desatando totalmente el tema.

A estas alturas te sorprende que Kings of Old dure poco más de cuatro minutos, pero todos ellos están muy bien aprovechados, el riff Manilla abre la veda y se echan a correr a base de guitarras heavys muy potentes y coros operísticos de por medio, es uno de los temas más potentes del disco.

Enchanting Threnody se inicia con lo que parece un instrumento clásico y luego llegan el groove y los coros, es uno de los cortes más pausados del disco y con menos cambios de ritmo, tirando de melodías y con un punto de majestuosidad importante, sería un buen final para el disco salvo que tengas la edición con la bonus track Stronghold donde no te dejarán tiempo para el reposo, ritmos trepidantes y riffs veloces, uno de los cortes más heavys del disco, con una espectacular arrancada en el punteo y un enorme trabajo a la batería, recuerda a los primeros tiempos más viscerales del grupo.

En resumen, tenemos un disco de lo más completo, los temas justos, todos cuentan, un disco muy épico pero también con garra y donde además le dan un aire renovado a su sonido gracias al enfoque cinemático en las melodías y la persistencia de los coros. Si a eso le sumas la presencia del dios Shelton te darás cuenta que estás ante uno de los discos que serán refrencia obligada dentro del heavy epic del año. Los atenienses han vuelto a cumplir con lo que se esperaba de ellos.

Puntuación: 8,5/10

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