1.Awakening the Muse (2:08)
2.We Shall Conquer (7:46)
3.Sword of the Flame (7:26)
4.Chronicles of Might (6:22)
5.The Doom of Medusa (8:21)
6.Palace of the Martyrs (5:29)
7.Kings of Old (4:25)
8.Enchanting Threnody (7:25)
9.Stronghold (bonus track) (5:36)
Gerrit Mutz - vocals
Kostas Tzortzis - guitar
Michael Kontogiorgis - guitar
Sverd - bass
Greg Vlachos - drums
Los Battleroar son una de esas bandas que no deja lugar a la duda,
con ellos siempre sabes lo que te espera en cada disco que sacan, son
uno de los bastiones más importantes del heavy épico contemporáneo
y en esta nueva cita no se dedican a hacer experimentos con gaseosa,
aunque como veremos si hay alguna novedad dentro de su enfoque
musical.
Una pista de esas que te genera ya buenas expectativas incluso antes
de escuhar el disco es que nuevamente el célebre Mark Shelton vuelve
a colaborar con los griegos en un tema del disco. Ya lo hacía en el
The Age of Chaos de 2005 y uno nunca se cansa de escuchar a este
genio, así que cualquier tema o colaboración por su parte siempre
es bienvenida y sin duda es un punto más a favor del disco. Un disco
que supone el quinto larga duración de la banda, cuatro años
después de Blood of Legends, quizás el disco menos épico y más
power de la banda, pero un buen disco al fin y al cabo.
El primer tema del disco es Awakening the Muse, una intro con
profusión de teclados y coros femeninos en plan odisea épica,
creciendo en intensidad y marcando ya desde el inicio el estilo que
va a llevar el disco. We Shall Conquer es un medio tiempo de
riffs doblados, con la característica voz de Mutz a la que ya
estamos acostumbrados. Meten una pausa y melodías dobladas con
groove y coros, con un solo épico y melódico, largo y tomándose su
tiempo para hacernos disfrutar. Ya percibimos en este primer corte la
nota cinemática que le han dado al disco, una constante en todos los
temas, con esa profusión de coros épicos que acompañan muchos
pasajes de las canciones. Quizás al principio puedan resultar un
poco extraños o persistentes, pero lo cierto es que con las escuchas
van ganando y ayudan a asentar el sentido épico del disco, su
atmósfera. Algún guitarrazo más directo a lo Manowar antes de
retornar al riff de inicio y meter un nuevo solo, un tema trabajado y
muy divertido.
El disco consta de solo ocho pistas más una bonus, pero los temas
son largos, aunque no se hacen pesados, punto importante. Sword of
the Flame es el momento en que el dios de las seis cuerdas y de
las cavernas del Metal hace su aparición, vemos dibujarse la aleta
del tiburón en el horizonte y su voz nasal nos recibe como un
bálsamo, llena de magia. El inicio acústico casa perfectamente con
la voz de Mark Shelton, suelta por ahí en algún verso la palabra
necromancy y mi cuerpo se estremece, se trata de un tiempo lento y
majestuoso, acompañado de coros, destila épica y tiene un aire
Manilla Road, como no podía ser de otra forma. Pero no se queda ahí
la cosa, el cambio de ritmo es brutal, un ataque heavy en toda regla
mientras Shelton sigue con su voz divina casi impertérrito, un gran
solo culmina este excelente tema, sólo cabe rendir pleitesía al
dios y agradecer a los Battleroar que hayan tenido el buen gusto de
invitarlo de nuevo.
Chronicles of Might se inicia con redoble de timbales y a
golpe de bajo y leads melódicos marcando el paso del tema, si ya
conoces a los griegos te sonará a marca de la casa. Los coros
cinemáticos siguen presentes en cada tema y le dan ese aire más
grandilocuente a este disco que se te va pegando poco a poco.
Finalmente entra el solo metiéndole más ritmo al tema y llegando a
la apoteósis.
The Doom of Medusa se inicia a bajo ritmo y con los consabidos
coros y luego Mutz se saca una voz más agresiva de lo habitual, se
trata de un tema más crudo, de riffs más pesados y menos melódicos,
tirando de groove, pero como todo el disco con muchas alternancias en
los ritmos, con el arreón final metiendo el punteo en progresión,
otro buen tema. Palace of the Martyrs se ejecuta con una boz
más rasposa y a mitad de tema el típico cambio de ritmo de la banda
con riffs poderosos y desatando totalmente el tema.
A estas alturas te sorprende que Kings of Old dure poco más
de cuatro minutos, pero todos ellos están muy bien aprovechados, el
riff Manilla abre la veda y se echan a correr a base de guitarras
heavys muy potentes y coros operísticos de por medio, es uno de los
temas más potentes del disco.
Enchanting Threnody se inicia con lo que parece un instrumento
clásico y luego llegan el groove y los coros, es uno de los cortes
más pausados del disco y con menos cambios de ritmo, tirando de
melodías y con un punto de majestuosidad importante, sería un buen
final para el disco salvo que tengas la edición con la bonus track
Stronghold donde no te dejarán tiempo para el reposo, ritmos
trepidantes y riffs veloces, uno de los cortes más heavys del disco,
con una espectacular arrancada en el punteo y un enorme trabajo a la
batería, recuerda a los primeros tiempos más viscerales del grupo.
En resumen, tenemos un disco de lo más completo, los temas justos,
todos cuentan, un disco muy épico pero también con garra y donde
además le dan un aire renovado a su sonido gracias al enfoque
cinemático en las melodías y la persistencia de los coros. Si a eso
le sumas la presencia del dios Shelton te darás cuenta que estás
ante uno de los discos que serán refrencia obligada dentro del heavy
epic del año. Los atenienses han vuelto a cumplir con lo que se
esperaba de ellos.
Puntuación: 8,5/10
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