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miércoles, 28 de noviembre de 2018

KAMELOT – The Shadow Theory (2018)



1.The Mission 01:30
2.Phantom Divine (Shadow Empire) 04:05
3.Ravenlight 03:37
4.Amnesiac 03:40
5.Burns to Embrace 05:53
6.In Twilight Hours 04:15
7.Kevlar Skin 04:05
8.Static 03:58
9.Mindfall Remedy 03:22
10.Stories Unheard 04:24
11.Vespertine (My Crimson Bride) 03:58
12.The Proud and the Broken 06:24
13.Ministrium (Shadow Key) 03:02

Sean Tibbetts - bass
Thomas Youngblood - guitars
Oliver Palotai - keys, orchestrations
Tommy Karevik - vocals
Johan Nunez - drums

Nuevo disco de esta longeva banda de power metal, uno de los grandes nombres que todavía sobreviven en este estilo, aunque no viva sus mejores momentos, esos ya pasaron y tenían al señor Khan al frente del micro, que claramente marcaba la diferencia. Pese a todo es una banda que sigue teniendo éxito a nivel internacional, así que veamos que tienen que ofrecer en esta nueva obra.

Tras la típica intro de rollo sinfónico llega el primer tema Phantom Divine, un tema my típico de la banda en estos últimos años, el doble bombo y los ritmos power a tope, pero sin mayor historia, parece un refrito de tantos otros temas similares que han hecho antes, el solo es de lo más normalito.

Ravenlight es un medio tiempo muy blandito y sin personalidad, tirando de melodías, no especialmente logradas, y rollo comercial, resulta soso y el intercambio de solos parece metido por obligación, mal empieza la cosa. Y Amnesiac no le pone remedio sino que empeora las sensaciones que ya deja el disco desde un principio, un tema con mucha presencia de groove y electrónica, repetitivo, sin inspiración y tratando de buscar un estribillo que enganche, no lo logran.

Burns to Embrace empieza lento y lleva un estilo entre sinfónico y de folk metal pero es tan superficial que me acaba recordando los pasajes más acaramelados y empalagosos del Titanic de DiCaprio, es un tema como el inicio de este disco, es decir, vulgar y al alcance de muchas bandas sin el gran nombre que estos tienen, sólo me parecen interesantes los coros hacia el final del tema imitando el estilo de los que aparecen en ese disco eterno que es The wall, del gran Pink Floyd.

In Twilight Hours es la primera balada del disco, mucha presencia de teclados pero falta totalmente de inspiración, no es que sean mancos pero es como si llevasen unos tapones en los oídos, los temas carecen de gancho y pegada. Si antes alababa los coros del tema precedente en este resultan infantiles, solo el punteo nos saca un poco de la mediocridad.

Kevlar Skin es un power metal marca de la casa, por lo menos suena a lo que te esperas de la banda, sin que sea ningún temazo y aquí es donde se nota la gran diferencia entre un vocalista carismático como era Khan y un buen cantante como es Tommy Karevik, Khan convertía el agua en vino y un tema normalito como este en un tema adictivo.

Nuevo palo en las ruedas de este soporífero disco con Static, nueva balada y más aburrida que la anterior, que ya se las traía. Pero cuando piensas que ya lo has oído todo llega un tema ridículo como Mindfall Remedy, un cruce entre unos poperos Lordi y unos Kamelot en horas bajas, el recurso a las voces guturales de salón, no unas guturales con agresividad, es la puntilla del tema, eso sí, al menos el punteo sí que está logrado. El disco carece totalmente de pulso y Stories Unheard es justo lo que faltaba para matar al enfermo, batacazo absoluto.

Recuperan el pulso con Vespertine, power sinfónico al estilo de bandas muy melódicas y con unos arreglos sinfónicos bien elaborados que les acercan a los mejores Rhapsody, sin duda de lo poco salvable de este disco, un tema que además hace gala de un buen guitarreo. Por fin parece que toman aire y siguen esa buena línea con el tema más largo del disco, The Proud and the Broken, pero un power con demasiados parones para mi gusto que lo único que hacen es cortar el ritmo y atrancar el tema. Y por fin llega la buena noticia con Ministrium, una especie de outro sinfónica que, oh sí, por fin pone punto final a este soporífero y totalmente falto de inspiración disco de esta banda más internacional que americana pero en horas irremediablemente bajas. Esperemos que se recuperen del bache compositivo en su próxima obra.

Puntuación: 4,25/10

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