1.Prelude 01:21
2.Evil Rising 04:24
3.Unholy War 04:18
4.Hate Is Born 03:26
5.Omens 04:14
6.Mortification of the Flesh 05:45
7.Under the Cross of Pain 04:14
8.Straight Down (to Hell) 04:28
9.The Mask 05:11
10.The Forest of the Impaled 03:16
11.The Scourge of God 09:20
12.Visions 04:46
Lord Ragnar Wagner – guitars, vocals
Count Marcel La Vey - guitar .
Rotted Skull - bass
Dr Pain - drums .
Segundo disco de esta banda británica, el primero fue un autétnico
zambombazo, de los mejores debuts que habían salido en aquel 2015,
con un heavy claramente influenciado por King Diamond, así que con
este segundo disco nos esperábamos la confirmación de las buenas
aptitudes de esta banda. Pero cuidado, porque se suele decir que los
segundos discos suelen ser los más complicados sobre todo cuando has
tenido un inicio brillante.
La cosa comienza con una intro de tesituras tenebrosas, como cabía
esperar. Evil Rising es un medio tiempo con melodías a lo
Mercyful Fate y voz en tonos graves y ásperos que combinan bien con
el estilo de la banda. Riffs cadenciosos de esos que te hacen mover
el cuello y estribillo bien construido, aunque el tema acaba tirando
más de la melodía que de la potencia, los solos cumplen.
Unholy War sube la velocidad, hasta ahí todo bien, pero baja
el nivel de oscuridad y misterio que solían mostrar en su anterior
disco, es decir, falta carisma, tirando más hacia el heavy melódico
blando. Afortunadamente los punteos están a muy buen nivel y la sabe
rítmica en este tema suena compacta.
Hate Is Born pone el primer toque de alarma en el disco, algo
que ya se venía intuyendo en las dos pistas enteriores pero que
ahora se confirma. Y es que al lado de las buenas melodías tirando
un poco hacia la ambientación tenebrosa nos encontramos una voz
solista y unos coros que son más propios de unos Accept que de una
banda que presuma de moverse en las tinieblas del heavy, los solos
siguen salvando la papeleta.
Guitarras con un punto sicodélico en Omens, pero de nuevo se
quedan a medio camino, suena más comercial que potente y oscura,
algo se ha perdido por el camino, estos no son los mismos que
editaron el album anterior. Con Mortification of the Flesh la
cara de pasmo que se me queda es total, acústicas, melodías y voz
limpia durante buena parte del tema. Por fin meten un buen cambio de
ritmo y unas twin guitars a lo Judas Priest que hace que lances un
grito de rabia contenida.
Under the Cross of Pain parece más un tema de Grave Digger
que de estos tipos, un heavy melódico comercial donde la voz de Lord
Ragnar suena casi a cachondeo. Falta mala leche y potencia y sobren
grados de comercialidad. Straight Down es otro medio tiempo,
el ritmo predominante en todo el disco y que hace que este se vaya
espesando cada vez más debido a la falta de carácter de los temas y
la longitud del disco, excesiva a todas luces. De nuevo, el trabajo
de guitarras en la parte solista es impecable, pero el resto no
acompaña, especialmente la voz, y unos temas con más gancho y
fuerza es lo que se echa de menos.
The Mask tiene otro momento de esos que hacen que te preguntes
si no te has equivocado al pinchar el disco, una pausa melódica a lo
Iron Maiden que no pega ni con cola, excepto con las voces que una
vez más suenan planas y sin personalidad. Siguen cayendo en picado
con The Forest of the Impaled, el disco se empieza a hacer
interminable, con una parte ambiental donde dan un poco la cara pero
poco más.
Por si no había bostezado lo suficiente en todo lo que va de disco
me dan la puntilla con The Scourge of God un tema de nueve
minutos que empieza con unos coros prometedores pero acaba aburriendo
al personal con un tema sin dirección y una voz insustancial y
anestesiante, donde quedó la garra y el misterio que le ponían a
los temas? Más de lo mismo con Visions, un tiempo lento entre
el heavy y el rock, sin chispa alguna, escuchar para creer. Sólo el
buen trabajo en las partes de guitarra, especialmente en los punteos,
donde dejan constancia de su calidad, salva al disco de la debacle
total, pero viendo eso te das cuenta de que han echado el disco por
la borda incomprensiblemente, con una actuación en el micro
lamentable, una composición en los temas más propia de bandas
comerciales y de heavy melódico y una falta de garra total. Gran
decepción.
Puntuación: 5,75/10
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