1.Residuum 02:42
2.Circuitous 04:20
3.Refuge In The Manor 04:37
4.Witchfinder 05:15
5.A Scullery Maid 01:56
6.Ravna 05:39
7.As The Sage Burns 05:36
8.The Secret Stairs 04:45
9.Peine Forte Et Dure 01:50
10.Maleficium 04:49
11.Seven Gables To Ash 03:57
12.Punishment By Fire 08:10
KK Fossor – vocals
Markus Johansson – guitars
Markus Ullrich – guitars
Angel Cotte – drums
Richie Seibel – keyboards
Alexander Palma - bass
Segundo y esperado album en la cuenta de esta banda americana que
sorprendió a propios y extraños con su debut en 2016, haciendo una
mezcla entre heavy melódico a lo King Diamond y arranques de speed
metal, pero sobre todo con mucho hincapié en la atmósfera del
disco. Así que el listón está muy alto y será difícil que
mantengan ese nivel, pero veamos si lo consiguen. De partida, el
envoltorio, estética y letras es continuista con su anterior obra,
algo que era de esperar.
Si nos fijamos en el lineup seguimos encontrando en el mismo a los
dos puntales del grupo, su vocalista Fossor y el guitarrista y
principal compositor Markus Ullrich (Septagon, Cosmic Trail,
exLanfear), que también participa en otras bandas y que parece un
tipo incansable y con ideas para dar y tomar, como hemos comentado
por ejemplo en el que más que recomendable nuevo album de los
Septagon. De cara a los que se fijan en los nombres, desaparece del
plantel el bajista de los Symphony X Mike Lepond, aunque la batuta la
lleva Ullrich por lo que el sonido del grupo no se ve especialmente
afectado. Por acabar con el plantel de nombres, comentar que en el
apartado de coros han contado con Paul Sabu (Alice Cooper, David
Bowie) como invitado.
El primer tema es Residuum y funciona a modo de intro, ya
sabéis que estos Them basan sus discos en construir una historia,
las letras tienen su cosa, así que aquí tenemos un diálogo entre
varias personas en un ambiente lúgubre que se adivina como un
cementerio, todo con un rollo muy teatral, ambiental y con música de
fondo que va creciendo en intensidad.
El arranque verdadero se produce con Circuitous en forma de
riffs cañeros y y ritmos potentes de power thrash. Por supuesto no
pierden sus señas de identidad, seguimos encontrando los toques
ambientales y el buen trabajo de voces de KK. Buen punteo de Ullrich
con su toque friki y enigmático, un tema que resulta trepidante y
con el enfoque de misterio que le saben dar.
Refuge In The Manor es un tema más directo, más contundente,
más al estilo thrash de la bay area, marcado por una batería
potente y unas voces de KK que sorprenden por su agresividad, aunque
con el estribillo le pone el toque melódico al tema, también un
aire psycho, punteo clásico speedico de buena calidad técnica.
Witchfinder es un tema mucho más blando que los anteriores,
menos interesante también, groove, agudos y melodías, con un ritmo
más lento pero que se va calentando a medida que avanza el tema y
con el punteo dándole el empujón definitivo, y final con buen gusto
a base de piano.
Primer interludio que meten con diálogos incluidos en A Scullery
Maid. Ravna tiene un inicio lento y largo, un medio tiempo
que entronca bastante con las composiciones de su primer disco, ese
rollo más ambiental a lo King Diamond. Vuelven a dar tralla de la
buena en As The Sage Burns, ojo a los riffs técnicos que se
sacan de la manga, también interesantes las atractivas melodías y
los continuos cambios de ritmo, un tema desatado en el que los riffs
de gran calidad llevan la batuta.
The Secret Stairs parece que va a tirar hacia un heavy
melódico pero solo son los primeros compases del tema, luego se
meten otra vez en ritmos al galope y guitarrazos contundentes, sin
descuidar las ambientaciones, aunque a estas alturas ya te habrás
dado cuenta que este disco es mucho más agresivo y menos ambiental
que el anterior, donde buscaban más la creación de atmósferas que
acompañasen a la historia.
Nuevo interludio con Peine Forte Et Dure, tiene un aroma
Savatage que es puro clasicismo, y seguidamente Maleficium
otro medio tiempo en este caso con un enfoque que les acerca al
sinfónico, sobre todo por las voces y los teclados, está bien pero
no tiene la pegada ni la frescura de otros temas.
Con Seven Gables To Ash te sirven de nuevo esa mezcla que
también saben hacer entre el legado King Diamond y el speed metal
con melodías. La parada con la arrancada posterior a base de un
punteo endiablado no hace más que subir el baremo de la canción y
del disco, uno de los momenos estelares del mismo sin ninguna duda,
brillante y explosivo tema.
Finalizan el disco con otra buena descarga, la más larga del disco,
en Punishment By Fire. Lo primero que te sorprenderá es la
crudeza de los riffs con los que arranca el tema, thrash de la vieja
escuela. Van metiendo melodías de por medio pero no abandonan en
ningún momento el estilo thrash, aunque si lo suavizan en base a los
agudos típicos de KK. Una canción muy elaborada y con un buen
despliegue a nivel compositivo que confirman con un punteo doblando
guitarras y con melodías por todo lo alto. El disco acaba como
empezó dejando muy buenas sensaciones.
Es un disco compacto, más potente que el de su debut y con una
contrastada calidad ténica. Sin embargo, si tuviese que elegir me
quedaría con su primer album, creo que era más melódico pero
también más misterioso, más atmosférico, con composiciones que te
atrapaban a la primera, tenía un componente comercial más claro
pero al mismo tiempo más divertido. Con este segundo álbum no
abandonan esa vía pero el conjunto de los temas no es tan redondo ni
inspirado, aunque hay momentos realmente espectaculares, y creo que
irá ganando con las escuchas. Lo que no hay duda es que confirma la
calidad y el buen trabajo de los Them, un grupo que seguirá
asentándose a base de buenos discos y buenas puestas en escena en
sus directos.
Feeling: 3,5/5
Originalidad: 3/5
Técnica: 4,5/5
Producción: 4/5
Puntuación: 8/10
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