Recuerdo ver pelis como Terminator, Blade Runner o Alien cuando aún era un chaval y quedar maravillado pensando lo bonito que es el futuro y el progreso, la de cosas que nos traerá, avances tecnológicos y mejoras que ni siquiera podríamos sospechar... Veinte años después alguna de esas pelis parece obsoleta y da lugar a risa más que a asombro (los zapatófonos que usaban hace dos décadas es la prueba más evidente).
Pocos años nos separan del apolillado siglo XX y ya nos parece que vivimos en otra era totalmente diferente, como si hubiese una barrera invisible que separase ambos mundos. Tenemos acceso a internet desde casi cualquier punto del planeta (si excluimos ciertos puntos negros de la geografía española, como algunos villorrios de Galicia donde es más fácil ponerse las botas a base de marisco que enviar un email de dos palabras), llevamos un aparato odioso y ruidoso (la opción del modo vibrador es muy recomendable, además de que nos ofrece la excusa perfecta de que no hemos oído el tono, sobre todo si estamos en vacaciones) que nos mantiene localizados las 36 horas del día (hay que sacar horas de donde sea para cumplir con los mandamientos del Señor y del gobierno), la gente puede escuchar música en cualquier parte con un aparatito que apenas ocupa la mitad de una mano, blablabla.
En fin muchos adelantos tecnológicos que nos hacen la vida mucho más sencilla, mucho más equilibrada y feliz, más confortable y cómoda. Unos artilugios maravillosos que nos permiten llevar una vida más plena, o al menos eso es lo que nos quieren hacer creer... La tecnología ha tenido incluso repercusiones positivas en nuestra salud, indudablemente, la edad estimada para hacer la visita definitiva al Valhalla o al Hades, según sus preferencias, se ha elevado considerablemte, y con ello la edad de jubilación, que también hay que facilitar a los actuales gobiernos el cuadre de sus cuentas y la reducción de sus déficits, hay que devolver a la sociedad un poquito de lo que ésta no ha dado de manera tan altruista. Tanto es así que ya podemos pensar en la barrera de los 100 años como algo mucho más cercano, más verosimil, e incluso deseable. Sí, deseable, porque en el siglo XX y en el XIX ya había casos excepcionales de personas que alcanzaban el centenario, o habría que decir más bien centenariazo (en honor también al Madrid y el Deportivo), pues era toda una proeza, pero,eso sí, a cuenta de llegar achacosos y deteriorados cual pergamino egipcio, con una memoria inferior a los 2 MB y una movilidad catatónica. Pero ahora ya no, en la era de la revolución tecnológica se podrán alcanzar incluso los 150 o los 200 años sin problema alguno y en unas condiciones óptimas, casi olímpicas cabría decir. Eso sí, con unos pequeños ajustes y algunas revisiones de ITV, unas tuercas por aquí y unos circuitos electrónicos por allá...
Así que, dentro de unas décadas, todos tendremos un armazón de titanio y un cerebro hidrogenado y, cómo no, seguiremos yendo a la oficina o a la cadena de montaje, nos tamaremos una taza de aceite virgen extra, en lugar del mugriento café, para hidratar bien los circuitos y rendir al cien por cien. Además, el Inserso y las excursiones de la tercera edad habrán pasado a la historia, porque ya no habrá ancianos y seremos eternamente jóvenes.
Pero como diría Platón, el alma que no nos la quiten, pues es lo que nos diferencia de los animales, como se pensaba hasta ahora, y de las máquinas, como se dirá en el futuro. No, de momento (no me esperes despierta, cariño), no se vislumbra posibilidad de que nos extirpen el alma y nos pongan en su lugar un tamagochi o algo similar. Y es una pena, la verdad, porque quizás, sólo quizás, si pudiésemos manipular el alma igual que se manipula el código genético para curar o prevenir enfermedades, si pudiésemos mutarla igual que nos saltamos una canción en el mp3, si pudiesemos moldearla tan fácilmente como se ajusta una pierna biónica, quizás, solo quizás, el mundo sería un lugar mucho mejor.
Tócala otra vez, Sam. Al menos siempre nos quedará el celuloide, esa dimensión paralela.
grandes pensamientos los tuyos vpower, estás echo todo un articulista del semanal.
ResponderEliminarJacana Rees in fan acerrimo,de esos que se cotizan a precio de oro,para recompense tu fidelidad the retare a un amistoso la temporada proxima en todo lo alto de la quinta
ResponderEliminara ver la siguiente entrada con q nos sorprendes
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