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domingo, 14 de octubre de 2012

Remiendo y a correr


Todos estos que aparecen en la foto y alguno más, son tantos que ya no caben, son los capitalistas de botón. Sí, aquellos que se dedican a jugar con el mundo como si se tratase de una partida de ajedrez pero sin contrincante, o una del famoso Monopoli pero sin banca, jugando con cheques en blanco...aunque puede llegar un momento en el que no haya fondos para pagar esos cheques y entonces... se liará parda.

El FMI hace ya unas semanas o unos pocos meses que viene reculando acerca de la política de meter la podadora sin mirar si te llevas por delante no sólo tu seto sino también el del vecino. Por qué? Oh! no por compasión hacia los pobres parias, a los que siempre van en el vagón de cola o haciendo la goma, no, para nada. Solamente para salvar sus llenos de lípidos culos, porque al final se han dado cuenta, mal que les pese a estos chiquilicuatres de la economía de salón, que sus poderosas economías (léase EEUU, Alemania, Japón, Reino Unido, Francia y alguna más) no pueden ya sobrevivir sólo por sí mismas, sino que viven en interdependencia con lo que pasa en el resto del mundo. Si el resto del mundo esta constipado tarde o temprano les van a contagiar a ellos también los asquerosos mocos verdes. Y, por supuesto, más vale vacunarse que no luego pasar las de Caín.

Efectivamente, ya en las últimas semanas el FMI viene avisando de que las políticas drásticas de reducción de déficits públicos a base de meter las tijeras en el gasto público, sin mirar siquiera a la generación de ingresos públicos via crecimiento económico, via iniciativa privada, esas políticas ya no sólo están agotadas sino que además son contraproducentes. Porque, como casi  todo en la vida, los excesos se pagan y ajustarse el cinturón para que el sector público no capture capital y financiación que debería ir destinada a las empresas y al consumidor está bien, pero reducir la iniciativa pública hasta llevar a los estados a la inanición cuando todo sigue igual para la empresa privada, porque el crédito sigue sin fluir hacia las empresas, eso ya no es tan bonito y más bien se puede tornar en una pesadilla.

Ahora argumentarán los liberales de pro que los gobiernos estaban superengordados y que además era la única vía para obtener financiación a través de deuda pública, para que esta sea creíble y se pueda seguir vendiendo en el mercado de capitales aunque sea a unos tipos de interés estratosféricos. Esta postura es una falacia y un autoengaño. Porque igual que en España se vivió durante una década con un nivel de renta ficticio ahora se nos quiere hacer creer que Grecia, Portugal y alguno países del este europeo pueden seguir enrolados en el tren de la UE y la moneda única como si tal cosa. Pero no es cierto, las divergencias de las economías reales de unos países respecto a otros están ahí y eso no lo han conseguido solventar los fondos de cohesión, porque las diferencias estructurales son tan enormes, incluso de tipo cultural y de produtividad de base, que eso no se arregla en 10 años si no en muchas décadas, si es que algún día eso es posible (véase el gap sempiterno de los países africanos).

No señores, el proyecto europeo es un cuento de hadas, que vale para unos pocos y les come la moral y el pan a los demás. No se pueden imponer las mismas reglas de juego a jugadores tan dispares. Y eso, al fin y al cabo, es lo que hace que un bono alemán le salga gratis a la Merkel y un bono de Rajoy nos chupe la sangre a los españoles. Economistas de renombre, incluso premios Nobel, como Krugman, ya han avisado hace tiempo sobre esa Europa de cataclismo y divergencia. Pero los capitalistas de botón no lo quieren ver, total, somos sólo fichas, al menos hasta que el tablero les estalle en la cara. Y ese momento se acerca, por eso los del FMI que tienen una visión un poco, sólo un poquito (debido a que hay países no europeos metidos en esa secta, como EEUU, Brasil, Canadá, Japón y China), más global que los de Bruselas, han empezado a lanzar avisos de que ojo con lo que hacemos con las tijeras...

Mientras, en el ruedo español, en plena ebullición por las elecciones de las nacionalidades históricas, todavía se habla de recortes, rescates y lo que queda por pedir, de poner el pantalón a la altura de no sé donde y empezar a rezar, porque aquí siempre vamos un paso por detrás de la Europa de Bruselas y nos las dan con queso.

2 comentarios:

  1. como bien dices siempre un paso por detrás de europa

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  2. Somos parte de Africa, los mapas estan equivocados.
    Como esta el partido del Obra, apretado a tope!

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