El Obradoiro se ha convertido esta campaña en la bestia negra del Caja Laboral, ya le ganó en la primera vuelta, propiciando la destitución de Ivanovic, y hoy lo ha vuelto hacer cortando la racha de victorias que llevaba el conjunto vasco, imbatido en liga ACB desde que llegara el nuevo entrenador.
Durante los dos primeros cuartos el partido estuvo muy ajustado como un toma y daca constante. Finalmente el Obradoiro se iría al descanso con una ligera diferencia en el marcador fruto de dos triples consecutivos de Corbacho. Fue en el tercer cuarto cuando el Obra comenzó a marcar distancias, basándose en una férrea y entregada defensa que secó las ideas del equipo visitante. Especial mención merece la defensa del checo Pumprala sobre Nocioni. El argentino acabó desquiciado y discutiendo más con los árbitros que centrándose en el juego, lo mismo que se puede decir del resto del equipo baskonista. Los santiagueses frenaban los ataques rápidos del Baskonia y se anticipaban en muchos pases, repartían gorros por doquier u obligaban a los visitantes a tirar en posiciones incómodas.
Fruto de esa buena defensa, el Obra se encontró muy suelto y relajado en ataque, sabedor de que estaba haciendo muy bien los deberes, de forma que la diferencia en el marcador fue creciendo hasta llegar a los 17 puntos, parecía que estaba todo resuelto aunque el Caja Laboral dió un último arreón con dos mates de un Nocioni enfurecido y frustrado. Pero el Obra no se amilanó y siguió jugando de manera muy inteligente, con ataques largos, moviendo bien el balón y esperando el momento, con todos sus jugadores muy acertados.
Hay que resaltar la labor realizada por tres piezas claves en el día de hoy: Hummel, sobre todo en el primer tiempo, era un auténtico martillo pilón en ataque, con tiros de larga distancia que llevaban a Bjelica a la desesperación y a su entrenador a la frustración. Pumprala, lo hizo todo, con una defensa digna de los hoplitas griegos y muy acertado y con una energía desbordante en ataque, posiblemente su mejor partido en liga. Kendall, MVP con 33 de valoración, sencillamente brutal, fue de menos a más en el partido y acabó convirtiéndose en el auténtico dominador en los dos lados de la cancha. En ataque anotaba desde media distancia, entrando a canasta o capturando rebotes. En defensa se convirtió en un muro infranqueable que culminó en un tapón a San Emeterio cuando este entraba solo a canasta para anotar una bandeja. El resto fueron aparaciones alternativas de diversos jugadores, el juego colectivo, como el momento Corbacho con sus triples.
Hay que reconocerle a Moncho Fernández el trabajo que está haciendo con este equipo, saben perfectamente a qué juegan, dan espectáculo y además hacen el baloncesto sencillo, tal como es su entrenador, al fin y al cabo. Al equipo se le nota hecho una piña y eso se plasma en la cancha. El Blusens sigue en una posición de tranquilidad en la tabla , noveno con 10 victorias y a dos de los playoff de ascenso.
84 - Blusens Monbus
(19+27+17+21): Pumprla (16), Corbacho (14), Kendall (19), Mejri (6), Luz (-)
-cinco inicial- Hummel (15), I. Sanz (1), Junyent (3), Dewar (7) y Buford (3).
70 - Caja Laboral
(18+22+15+15): Heurtel (8), Causeur (4), Nocioni (9), M. Bjelica (16), Pleiss
(6) -cinco inicial-, Cook (-), San Emeterio (5), Lampe (18) y Cabezas (2)
muy buen análisis del partido, el obra tiene a 4 jugadores que podían estar en un equipo grande, y un entrenador de lujo, pena que sean tan irregulares, pero es un equipo capaz de tumbar a cualquiera.
ResponderEliminarEfectivamente, el problema es que consigan mantener el bloque para el año que viene, porque me da que caeran como buitres sobre la plantilla
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