Lost Horizon - Awakening the world (2001)

1. "The Quickening" – 1:06
2. "Heart of Storm" – 6:16
3. "Sworn in the Metal Wind" – 5:44
4. "The Song of Air" – 0:59
5. "World Through My Fateless Eyes" – 5:09
6. "Perfect Warrior" – 3:56
7. "Denial of Fate" – 3:39
8. "Welcome Back" – 5:41
9. "The Kingdom of my Will" – 9:15
10. "The Redintegration" – 1:42

Corría el año 2001, Europa estaba asolada por una oleada de power metal, un criadero de bandas clones las unas de las otras, salvo contadas excepciones. El menda aquí presente se encontraba lejos de su casa, acampado a orillas del Mediterráneo, saboreando uno de los mejores festis que en España han habido, el gran Machina, todavía se podía pagar en pesetas jajaja.

En la barra del camping ofrecen deliciosos bocatas para las hordas hambrientas, cerveza barata y música gratis por los altavoces. Rugen las canciones una tras otra, cláscios mayormente. Pero entre ellas una que viene repitiéndose cada x horas, sólo tendrían uno o 2 cds, jeje, guerreros metaleros con lo puesto y listos para la batalla. Lo cierto es que el tema no me sonaba de nada pero me tenía enganchadísimo. Eran Lost Horizon que en ese 2001 estaban pegando fuerte con su nuevo, o mejor dicho, primer disco Awakening the world. 

Así que de esta banda guardo un grato recuerdo y a este disco aún le suelo dar una escucha de vez en cuando, lo cual quiere decir que algo interesante tiene, sino estaría durmiendo el sueño de los justos en la estantería. Y efectivamente algo tiene, porque para distinguirse entre toda la morralla que nos acechaba en aquellos días de falta de ideas y pobres propuestas musicales en el mundo del metal (mmm creo que estoy hablando del pasado pero lo mismo se podría decir del presente, Metal is forever, pero vive del pasado más que del presente). Lost Horizon se encuadraba dentro de la oleada power metal, no hay duda de ello, la plantilla está bien clara a lo largo de todo el disco: dobles bombos casi permanentes, ritmos ultrarápidos, guitarras de veloces riffs y solos. Pero éstos tenían algo más, algo que los situaba por encima de la media. Lo primero y fundamental, un voceras brutal, como pocos se han visto en tiempos recientes. Un tío que era capaz de llevarte hasta tocar el cielo con sus agudos, agudos reales, nada de botones, pues en directo los ejecutaba con la misma maestría, pero también era capaz de moverse en registros graves y melódicos, cuando el guión lo exigía, con la misma solvencia y facilidad. Además  de eso, las composiciones estaban más elaboradas que  lo que solía ser habitual para este tipo de grupos, la mayoría de los temas son pistas largas (sobre todo en el segundo LP), que dan juego para pausas y cambios de ritmo, predomina el doble bombo pero con alternancias, vamos, que se lo curraban más que los otros y además les salían unas canciones adictivas, infecciosas, de esas que no te las quitas de encima, te acuestas con ellas y te levantas tarareándolas sin darte cuenta. 

En directo lo daban todo y sudaban a base de bien la pintura de guerra con la que se vestían para sus actuaciones. Eran jóvenes y con ilusión y lo demostraban sobre las tablas. Lástima que sólo nos pudiesen entregar un segundo disco más. Luego se produjo la salida del grupo de Daniel y todo se fue al carajo, aunque intentaron encontrarle sustituto...pero donde encuentras un tipo así? Ádios a la gallina de los huevos de oro. Pero ahí queda su legado. 

Por cierto, para terminar y como curiosidad decir que inicialmente en el grupo estaba el cantante de Hammerfall, que no le llega ni al tacón al que sería su sustituto, pero en aquellos estadios iniciales el grupo se hacía llamar de otra forma, leugo llegó el calvo y se lío la gorda. Según la Metal Archives la banda sigue activa, aunque no han sacado nada desde 2003, se dedicarán a jugar al parchís en el local de ensayo...