El fondo de armario del PP

Después de ver las exhibiciones marabares y de fuegos artificiales de personajes de la talla de Gallardón "el dictador reprimido", Wert "el español con sangre entra", Cospedales y olé!, Cristóbal Montoro "el descubridor de los impuestos", Bárcenas "el de la euromillones" y Rajoy "la momia ataca de nuevo", después de todo eso pensábamos que ya nada nos podría sorprender, que el fondo de armario del PP estaba estudiado al milímetro y que ya no saldrían mas muertos vivientes de las profundidades de sus baldas. Pero, oh!, craso error. El PP siempre tiene una bala en la recámara, para que cuando las cosas amenacen con enfriarse no decaiga la fiesta, no les hace falta ni música, es un circo de lo más original.

El último show lo ha protagonizado un señor para mi inédito hasta la fecha, bien es verdad que trato de abstraerme lo máximo posible de la mediocridad política de este país, para no caer en el derrotismo y en las tendencias suicidas. Pero no acabo de entender como se me pudo escapar la presencia de una estrella tan rutilante de los tablaos, o de los bajos fondos, según sea vea, como la que ahora paso a presentar, para todos ustedes! Es Ministro, es una profesión que cotiza a la baja, pero no hay que quitarle méritos al susodicho, muchos son los buitres que habrán peleado por esa carnaza y este se ha llevado su presa. Es Ministro del Interior, para más señas, y ojalá se quedase en el interior de su casa y no asomase su pico de oro del que cagó el loro, porque suelta cada perla por su pestilente boca que dan ganas de ponerle un esparadrapo, ni la peor halitosis puede producir tamaña repuganancia como las declaraciones de este politicucho de vitrina.

Hablamos, por si usted no lo sabe todavía, de un señor que responde al nombre de Jorge Fernández Díaz. Y la perla que ha cagado este individuo, porque la cagada ha sido mayúscula, hasta el punto que los de su propio circo le han afeado el comentario, es (cito textualmente): "Si nos oponemos al matrimonio entre personas del mismo sexo, no podemos usar argumentos confesionales. Existen argumentos racionales que dicen que ese matrimonio no debe tener la misma protección por parte de los poderes públicos que el matrimonio natural. La pervivencia de la especie, por ejemplo, no estaría garantizada" . Con sujetos de su calaña, señor Fernández, sí que está amenazada la supervivencia de la especie humana, pues sobrevuela el espíritu del nazismo más exacerbado sobre nuestras atónitas cabezas, facha de pacotilla. 

Hasta ahora se pensaba que el matrimonio homosexual, guste o no, era un derecho reconocido y protegido por la ley. Parece ser que según este feto de la política, las personas homosexuales no sólo deberían tener menos derechos que las heterosexuales sino que además deberían pedir perdón por no poder reproducir la especie. Sinceramente, si la especie humana es capaz de dar a luz engendros como los de este Ministro más vale que nos extingamos de una puñetera vez. 

No estaría mal que, por una vez, corriesen a gorrazos a este señor, lo sacasen a patadas del ministerio que ruinmente ocupa y lo pusiesen en la calle a ganarse la vida como todo el mundo, a ver qué tal sobrevivía en esta estercolera de país que tenemos. Mamón.