1. Declaration day
2. When the eagle cries
3. The reckoning
4. Attila
5. Red baron/blue Max
6. Hollow man
7. Waterloo
8. Valley Forge
Gettysburg (1863):
9. The devil to pay
10. Hold al at all costs
11. High water mark
Jon Schaffer − rhythm guitar, backing vocals
Tim 'Ripper' Owens − lead vocals
Ralph Santolla − lead guitar
James MacDonough − bass guitar
Richard Christy − drums
Guest appearances
Jim Morris − guitar solos on "When the Eagle
Cries" and "When the Eagle Cries (Unplugged)"
Matt Barlow − backing vocals
Sam King − backing vocals
Jeff Day − backing vocals
Howard Helm − piano
Susan McQuinn − flute, piccolo
Michael LoBue − bagpipe
Prague Philharmonic Orchestra − Gettysburg (1863) Trilogy
Este es para mi el último gran disco que sacó Iced Earth al mercado, ni siquiera la vuelta del hijo pródigo Barlow consiguió insuflarle nuevos bríos al grupo. Hay que situar el disco en el contexto temporal adecuado para entender al 100% lo que aquí se nos presenta. Este The Glorious Burden se publicó después del atentado del 11S en Nueva York. Ni que decir tiene que los miembros del grupo, como buenos americanos que son, quedaron conmocionados por la tragedia, ello tuvo diversos efectos, unos perniciosos, otros resultaron positivos. Entre los efectos negativos está la salida del grupo del vocalista que más tiempo ha estado en el mismo y buque insignia del grupo junto con el capitán del barco Jon Schaffer. Efectivamente, Mr. Matt la bestia Barlow dejó el metal, no sólo la banda, para alistarse en el cuerpo de policía, pues sentía la llamada de su país después de los atentados y quería apoyarlo con todas sus fuerzas. Por su parte, en el terreno musical se nota también el sentimiento patriótico yanqui, pues nos meten su himno, su bandera y su grandeza como país por los ojos, hasta resultar cansino si uno se centra demasiado en las letras.
Del Barlow voceras de imponente presencia al...
...Barlow policía. Pero llevaba el alien dentro,
porque volvería a Iced Earth años después
Entre los efectos positivos de la tragedia de 2011 sobre la banda están que la salida de Barlow provocó la entrada de un nuevo vocalista, en este caso el conocido Tim Ripper Owens, al cual el dios Halford le había pateado el culo y lo había puesto fuera de Judas Priest, no sin darle una palmadita en la espalda y agradecerle sus años de servicio mientras el dios del metal se preparaba para volver al plantea Judas. El otro giro positivo en la banda es que en este disco Iced Earth recupera la contundencia y la mala leche que le caracterizaban y que, en cierta medida, había perdido con su anterior Horrow Show. No es que ese disco fuese malo, de hecho las canciones son buenas y Barlow se sale del mapa, pero la temática acaba arruinando el disco y conviertiéndolo en normalito. Esto se acaba con este lanzamiento de 2004, la ira y la rabia vuelven a la carga a través de las composiciones y los riffs de Shcaffer y, cómo no, a través de la voz desgarrada y los agudos de Ripper que, me atrevo a decir, hace aquí el mejor trabajo de su carrera a los mandos del micro, sencillamente brutal, ni siquiera en el Jugalator estaba tan inspirado. De hecho es como si Schaffer hubiera diseñado el disco para que se ajustase a su voz como una mano a un guante, algo que por otra parte solía hacer pues es tan buen compositor como malas pulgas tiene.
Dicho esto, hay que señalar que si bien en este disco encontramos todos los elementos clásicos de la banda, los que están presentes en todos sus discos de los 90, como los grandes riffs ultrarrápidos y destrozacuellos, las grandes voces y solos, los ritmos endiablados de bajo y batería, también existe un elemento innovador como es la presencia mucho más notoria de los coros y sobre todo el recurso a elementos orquestrales, especialmente en las últimas 3 canciones del disco, que son aunténticos temazos, de sombrero, sin duda, donde se nos relata la cruenta batalla de Gettysburg. El disco se publicó en distintas ediciones, esta que he puesto es la más sencilla, pero había una de doble cd en la que estos 3 temas de Gettysburg aparecían por separado. Gettysburg es una narración musical de una media hora, donde con el soporte orquestral se nos traslada al campo de batalla y por el dios del metal que uno se lo cree a pies juntillas. La voz de Ripper alcanza en este tramo del disco niveles de paroxismo total, especialmente en High water mark donde sus agudos ponen los pelos de punta incluso a los fucking walking dead. Brutal interpretación a cargo de este señor, el Willy Fox del metal, que está perfectamente acompañada en el terreno nstrumental por la orquesta y los latigazos de Schaffer. De alfombra roja.
Para mi esa es la mejor parte del disco, pero también hay grandes temas como When the eagle cries que, como decía antes, si uno se olvida de la temática es una canción con mucho sentimiento, o la contundente The reckoning. También a destacaría Attila, donde podemos presenciar el duelo de titanes entre Ripper y Barlow, allá cada uno con su preferencia. Esa es una de las cosas que se echan de menos en este disco, uno quisiera que tanto Ripper como Barlow se repartieran el tiempo a partes iguales, tienen voces con distintas carectísticas, uno con más personalidad que otro y el otro con más registros que el uno, pero las dos juntas dan un juego espectacular. Pero, en fin, hay cosas que son imposibles y nos podemos dar con un canto en los dientes al escuchar algunas estrofas coreadas por esa bestia del averno, en el sentido estrictamente musical, que fue Barlow.
Un gran disco que recuperó los buenos tiempos de Iced Earth del siglo pasado, lástima que lo que vino después fuese por otros derroteros.
coincido contigo. para mí gusto, el último gran disco de iced earth, y ripper en plena forma, se marca unos temazos de consideración, un album muy épico
ResponderEliminarEl Ripper de los buenos tiempos, ahora esta en paradero desconocido
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