El señor Rajoy tiene, entre sus muchas habilidades, la de hablar y hacer que suba el pan. O, dicho de otro modo, eso que pasa en ese maravilloso juego que es el baloncesto. Sí, cuando un jugador que tiene un gran porcentaje en tiros libres se dispone a hacer el lanzamiento y el comentarista de turno suelta aquello de "es un jugador infalible desde la línea de tiros libres, tiene un porcentaje del 95%". Meeeeec, balón al hierro y la estadística emborronada.
Eso mismo parece que le pasa a nuestro presidente. Hace nada auguraba para el año que viene, 2014, un año de bienes, de crecimiento y de franca mejora de la economía.
Pues sí, muy a pesar de los españoles, y me supongo que también del "certero" presidente de la nación, el FMI ha empeorado las perspectivas para este año y también para el siguiente. Seguirá creciendo el paro y en 2013 preveé un decrecimiento de la economía de nada menos que el -1,6%, frente al recorte del -0,5% que había estimado el gobierno, aunque en breve saldrán a la palestra para rectificarlo pues ese dato no hay quien lo sostenga.
Pero lo más grave de todo es lo que nos espera en 2014. Contrariamente a las buenas perspectivas del mencionado Rajoy y su gabinete económico, el FMI concede un provisional y pírrico crecimiento del 0,7%, que además, anuncia el propio organismo internacional, es posible que haya que revisar a la baja si se confirma, como supone, que haya que hacer nuevos recortes en déficit, es decir, nuevas exigencias al cada día más empobrecido ciudadano de a pie.
Ni que decir tiene que aún quedándonos en ese 0,7% de crecimiento, no será suficiente para contener la sangría del paro. Por desgracia todo apunta a que nos quedan varios años de vacas flacas. Es loable que un gobierno que se dedica a machacar a su electorado, y a los que no le han votado también, por supuesto, con subidas de impuestos, congelación de salarios a los funcionarios y disminución del gasto social, trate de estimular la confianza y lo ánimos de las familias con mentirijillas piadosas, como que vamos a crecer y crear empleo y seremos de nuevo una económía digna de elogio. Solo le falta decir que estamos en la Champions League y sería un mentiroso compulsivo, igual que lo fue en su día el denostado señor Zapatero.
Rajoy es carne de cañón, eso no lo duda nadie, pero si se quiere tomar cianuro para acortar su insulsa vida política lo está haciendo perfectamente, y además se lo agradecemos. La credibilidad de este gobierno está cada día más por los suelos.
Por cierto, para rematar, el señor Draghi acaba de declarar que el BCE seguirá hacienso su trabajo, que según él es controlar la inflación (pero que inflación va a haber, alma de cántaro, si la economía europea se hunde?) y que nada tiene que envidiar a la labor que hacen otros bancos centrales como el de EEUU o Japón, en clara alusión a los míticos reproches de Rajoy y De Guindos. Vamos, que no nos dejan ni jugar al parchis. Ahora habría que cantar aquello de "yo soy español, español, español...". Y así nos va.
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