En la cola del INEM, en una de sus muchas e inútiles oficinas que pueblan la geografía española...
- Y usted de qué quiere trabajar? - le pregunta el funcionario de turno, delante de su ordenador, en este caso una atractiva mujer, de larga cabellera negra y ojos grises.
- Primero, trátame de tu, por favor, llevos siete años viniendo por aquí y creo que ya sabes más de mi vida que mis propios amigos, eres casi como de la familia para mi - le dijo con un guiño
- Ay, Alejandro, por favor, es sólo un protocolo, para tratar de darle a esto algún sentido, sino ya sabes que nos puede el aburrimiento y todo esto nos parece una tontería.
- Acaso no lo es?
- Para vosotros que estáis en el paro desde la era cuaternaria es una sublime soplapollez, pero para mi no, me gano la vida haciendo esta mierda. Ya sabes, cubrir fichas y preguntaros si os interesa un curso para hacer delantales o preferís uno para cambiar focos alógenos.
- Bueno, el último no estuvo tan mal. Lectura rápida, como ser capaces de asimilar un escrito en el menor tiempo posible. La verdad es que le he sacado un gran partido, ahora puedo leerme las ofertas de empleo en 30 segundos, cuando antes me llevaban un minuto...
- Muy bien, Alex, esa es la actitud, mente positva.
- Sí, siempre positifo...
- Cómo?
- Nada, cosas de hombres. Oye a que hora sales a tomar el café?
- Ya sabes que hasta las once nada.
- Bueno, te espero, creo que puedo dejar la lectura de la prensa especializada hasta esa hora. Ves, esa es otra cosa buena de tu trabajo, para mi significas un apoyo moral, sicológico, si no fuera por ti me derrumbaría, caería en la depresión más profunda. Venir solo aquí para encontrarme con las mismas patéticas respuestas de siempre, el vuelva dentro de un mes, el no se olvide pasar a fichar en su fecha, o el haga el curso o perderá todos sus derechos. Y por encima si te lo dice esa gorda que tienes detrás...
- Alejandro, por favor - le dijo en tono de reproche bajando la voz - es una compañera mía y es muy buena persona, un poco rara pero buena persona, no siempre, pero buena persona, quizás un poco gilipollas, pero buena al fin y al cabo.
- Ya, esa no es la que te trae los cafés fríos y te invita a pastitas caducadas?
- La misma.
- Pues es lo que yo digo, una lurpia y me refreno porque estamos en una oficina pública y tu sueldo está en juego.
- Que amable... Bueno, la verdad es que es una zorra insoportable, pero mejor no pensar en eso, tengo que mantener la mente limpia, tengo un trabajo y eso es lo que importa. Da igual que el jefe sea un hijo de puta y mis compañeros unos mamones, mente limpia, buen ambiente, buen rollo en la oficina y todos contentos. Por cierto, tengo aquí una oferta que te puede interesar, ya que el marqués sólo quiere trabajar a media jornada.
- Oye, guapa, menos cachondeo. Llevo siete años en paro y necesito volver a coger el ritmo poco a poco. son muchos años tocándome los huevos y viendo los documentales de La2. Eso le pasa factura a cualquiera, necesito llevar a cabo un proceso de reinserción social progresiva. Como los presos, en este país eres culpable de perder tu trabajo hasta que se demuestre lo contrario y un mierdas como el "empalmado" tiene más oportunidades que todos nosostros juntos, ya sea en Qatar o en Pernambuco.
- Bueno, venga déjate de rollos, que me lías.
- Es que estás tan sexy hoy..., con esa blusa escotada, el pelo suelto...
- Alejandro, por favor! Esto es un centro de trabajo, no un puñetero ciber!
En eso momento se escuchó una voz malhumorada por detrás:
- Oigan tortolitos, cuándo van a acabar? Yo solo quiero registrarme en este antro e irme a tomar mi vermú
- Cállese o le parto las piernas - le contestó Alejandro - Vergüenza le debía de dar, en paro y pensando en el vermú. Yo vengo aquí a diario a buscar opotunidades, me lo curro, así que no me toque las pelotas!
- Oportunidades de ligar... - dijo el otro entre dientes y por lo bajo
- Cómo ha dicho?
- Nada, que acabe de una vez, pelmazo
- Déjalo, Alejandro, la gente está amargada, como tú, o ya no te acuerdas? Escuchar todos los días a los políticos y sus falsas promesas mientras piensas como vas a comer con medio kilo de arroz y unas legumbres le arruina el humor a cualquiera.
- Bien lo sé.
- Bueno, yo creo que tú no comes tan mal...
- Eso es un cumplido?
- No, simplemente que tienes muy buen aspecto, como si en casa te cuidasen muy bien... - dijo ella con una sonrisa tonta y cómplice
- Lo cierto es que sí, no me puedo quejar...
- En fin, sigamos con lo que estábamos. Como le decía...
- María, no me trates de usted!
- Ay qué pesado eres, no sabes actuar un poco? Como le decía, hay una oferta que le podría interesar dado que no exigen horas de jornada completa, de hecho son solo unas pocas horas al día y no todos los días. Vamos, ideal para su proceso de socialización progresiva...
- Y de qué va ese chollo?
- Niñera
- Cómo!!?? Me tomas el pelo?
- Bueno, pagan bastante bien, no exigen mucha cualificación y puedes comer o cenar en su casa.
- Dios, cuánto la hora?
- Cinco euros
- Estás de coña...
- El fin de semana 7 euros la hora
- Olvídalo, no pienso rebajarme, humillarme de ese modo! Ay, si Marx levantara la cabeza! Es un auténtico abuso, deberían demandar a esa gente, por explotadores, ladrones, filibusteros, chulo putas!!
- Oiga, ha dicho cinco la hora? - preguntó desde atrás, incorporándose rápidamente, el hombre que antes les había increpado por su demora.
- Siéntese de una puñetera vez, buitre! Aguarde su turno como todo el mundo!
- Te dije que era una buena oferta, Alejandro, de estas hay pocas, vuelan literalmente... - le dijo ella acariciándole con la mirada.
- Dios, no me lo puedo creer, está bien, está bien, apúntame. Dónde queda la dignidad de la persona? Se acabará alguna vez esta crisis en la que nos han metido esos malnacidos de la banca y la política. A cambiar pañales y limpiar cacas los mandaba yo a esos desgraciados, por cinco euros la hora, ni un céntimo más!
- No tendrá que limpiar cacas, ni lavar culos. Los niños tienen entre 4 y 13 años.
- Pero cuántos son?
- Seis.
- Cómo? Seiiiiis??? Pero eso es menos de un jodido euro por niño!
- Sí, tres trillizos, dos gemelos y uno adoptado.
- No me lo puedo creer...
- Oiga, lo toma o lo deja? A mi me interesa... - volvió a insistir el hombre sentado a su espalda
- Cállase de una vez o juro que le estampo el sello del INEM en el entrecejo!
En ese momento se acercó el guardia de seguridad que bostezaba en la puerta, tratando de buscar un poco de acción, empuñando ya la porra y el walky-talky por si había que pedir refuerzos.
- Todo bien, María? Necesitas que ponga orden?
- Todo controlado, Manolo, gracias, sólo han sido los típicos nervios del parado de larga duración. Puedes volver a tu puesto, no te preocupes.
- Eso, lárgate orangután, siempre buscando camorra el facha este, habrase visto... - le increpó Alejandro, mientras el guardia se reintegraba a su puesto de vigía al lado de la puerta, abatido por la rutina y el chasco de una reyerta frustrada.
- Bien, Alejandro, entonces le apuntamos, no?
- Qué remedio. Pero vamos a tomar ese café ya mismo, necesito echar un pitillo y respirar oxígeno.
- Curiosa combinación...
- Cómo?
- Nada. Que hasta las 11 no salgo, además, tu empiezas en tu nuevo trabajo dentro de una hora.
- Estás de coña
- Pues no, necesitan a la niñera, o sea, usted, en una hora en su domicilio porque los niños están de vacaciones y el matrimonio quiere ir a tomarse un chocolate con churros.
- Malditos snobs, gentuza, explotadores!
- Oiga, si tanto le disgusta... -volvió a insistir el hombre en la cola
- Cállese, imbécil. Bueno, pues me voy ya, no quiero llegar tarde mi primer día de trabajo, con suerte serán gente generosa y me darán un aumento de sueldo de 50 céntimos por mi excelsa labor, quizás dentro de poco esté cobrando 1 euro más la hora... Oye, cariño, nos vemos para comer, prepara algo rico, anda...
- Lo siento, cielo, pero tienes que quedarte allí hasta las 5 de la tarde, y además comerás en su casa, con los niños. Así que hasta la noche no nos veremos. Por cierto, iré a la peluquería con unas amigas después de comer, así que cuando llegues acuérdate de poner la lavadora y sacar la loza del lavavajillas, a mi no me va a dar tiempo. Dame un beso, anda y ánimo que ya verás como todo va bien - le dijo ella a su marido con una amplia sonrisa.
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