Acaba de cumnplir 130 años y desde su inauguración ha
servido para hacer la vida más fácil a los neoyorkinos pero también para que
más de uno se quitara la vida saltando desde su estructura. Es un puente con
una larga historia, una obra grandiosa de ingeniería que brilla con luz propia
pero que esconde también amargos sucesos, tanto durante su construcción como
posteriormente ya con su uso, eclipsando vidas anónimas cuyos nombres no han
dejado, normalmente, huella en la historia.
Desde su inauguración, el Puente de Brooklyn ha sido uno de
los símbolos más conocidos de la ciudad de Nueva York, junto a la Estatua de la
Libertad, Central Park, el Madison Square Garden o el Empire State Building. Es
famoso mundialmente por su estilo definitivamente gótico, entre otras cosas,
como veremos a continuación. Enormes arcos góticos son el sostén principal del
puente y le dan un aire magnificente y enorme. Este puente fue uno de los
primeros en el mundo basados en el sistema de suspensión con cables de acero y
también uno de los más largos.
El Brooklyn Bridge es más que un puente que cruza el East
River, es todo un símbolo de la ciudad de Nueva York que además marcó un hito
en la historia al utilizar por primera vez en este tipo de construcciones el
acero y por ser durante 20 años el puente colgante más largo del mundo. Se
construyó para evitar los problemas que ocasionaba cruzar en barco cuando el
río estaba congelado. En esa época, Brooklyn y Manhattan aún eran ciudades
independientes.
Al finalizar su construcción en 1883, el puente se convirtió
en el puente colgante más largo del mundo, con una distancia entre pilares de
casi 500 metros. La longitud total del puente es de 1825 metros.
Visualizado en el cine en innumerables ocasiones, el Puente
de Brooklyn se ha convertido en uno de los puentes más famosos del mundo.
Películas como Tarzán en Nueva York (1942) lo pusieron en el candelero de la
fama. Aunque se magnificó la historia y
mucha gente cree que fue Weissmuller (campeón olímpico de natación y uno de los
rostros, y cuerpos, más famosos del cine en blanco y negro) quien realmente saltó del puente, en realidad
nunca saltó: esa altura hace que el salto sea una muerte casi segura. La escena
se rodó lanzando un maniquí a un tanque en uno de los estudios de la
Metro-Goldwynn-Mayer. La mayor parte de la gente que ha saltado desde el puente
Puente Brooklyn ha muerto debido al impacto. Es normal que su presencia en el
séptimo arte sea tan habitual, pues es una de las piezas arquitectónicas más espectaculares
y de obligada visita de la ciudad de Nueva York.
El Brooklyn Bridge jugó un importante papel cuando en 1898
se unieron Manhattan, Brooklyn, Queens, el Bronx y Staten Island y formaron el
Greater New York. En 1910, el peaje de un penique en el Brooklyn Bridge fue
retirado después de que la ciudad aprobara una ley prohibiendo el uso de peajes
para financiar la construcción y el mantenimiento de sus puentes.
Cien años después de su inauguración, el puente fue nombrado
Monumento Histórico Nacional de la Ingeniería.
Su construcción
La idea de Roebling fue recibida con entusiasmo por los
gobernantes de Manhattan y Brooklyn, por entonces ciudades independientes, pero
el apoyo económico lo encontró en William C. Kingsley que, debido a sus
influencias políticas, presionó para que una empresa privada pudiera construir
y administrar la construcción de un puente que uniera las dos ciudades. En
1867, se funda la New York Bridge Company que sería la encargada de administrar
los fondos públicos de las ciudades de Nueva York y Brooklyn para la
construcción y mantenimiento del puente.
El 1 de Junio de 1869, se aprueba el diseño del puente pero
cinco días después Roebling sufre un accidente cuando un trasbordador que
entraba en el muelle de Brooklyn aplastó su pie. A pesar de la amputación de la
extremidad, murió a causa del tétano. Su hijo Washington se hizo cargo del
proyecto y el 3 de Enero de 1870, se inicia la construcción.
Las obras desde su inicio fueron muy duras. Se utilizaron
600 obreros inmigrantes que tuvieron que trabajar en condiciones miserables y
peligrosas. Para la excavación del terreno por debajo del río, donde se
construirían arcones neumáticos, se utilizó dinamita. Los continuos accidentes
y el aeroembolismo, enfermedad ocasionada por los cambios de presión en el
agua, provocó la muerte de 20 obreros. El mismo Washington sufrió los efectos
de dicha enfermedad y quedó postrado en la cama. A través de la ventana de su
apartamento en Brooklyn, supervisó y dirigió las obras gracias a la ayuda de su
mujer Emily quien daba las ordenes pertinentes a ingenieros y constructores.
En Agosto de 1876, las orillas de Manhattan y Brooklyn son
unidos por primera vez a través de una cable de acero. Para demostrar su
resistencia, el maestro mecánico E. F. Farrington cruzó el East River
deslizándose por el cable montado en una silla. En Febrero de 1877, se
finalizaría la construcción de las torres de anclaje y los pilares que
quedarían unidos de forma provisional a través de una pasarela peatonal. Los
dos pilares, de estilo gótico con doble arcada y una altura de 84 metros, sólo
eran superados por la torre de la Trinity Church en Wall Street.
Hasta este momento, el cable de acero sólo se había empleado
en la construcción de ferrocarriles, pero no en estructuras como la de los
puentes en los que se había utilizado el hierro. Los cuatro cables de acero
encargados de sujetar la plataforma del puente, unen las torres de anclaje en
cada orilla del río con los pilares. Cada cable tiene un diámetro de 40
centímetros y está compuesto por 19 hilos de acero. En Octubre de 1878 se
completa la instalación de los cables principales y se procede a instalar los
cables de suspensión y las vigas de la plataforma del puente. En total, más de
23.000 kilómetros de cable de suspensión sujetan el puente.
En origen el puente estaba diseñado para albergar en los
extremos dos calzadas de doble vía para carruajes y caballería, dos vías de
tranvía en el centro y una plataforma peatonal elevada. El tramo principal del
puente que une los dos pilares, tiene una longitud de 486 metros y una anchura
de 26 metros.
A comienzos de 1883, termina la construcción del puente. En
total había costado $15.1 millones, duplicándose el presupuesto inicial. El 23
de mayo de 1883, el Presindente Chester Arthur y el gobernador Grover Cleveland
inauguraron oficialmente el Brooklyn Bridge ante más que 14.000 invitados. El
peaje para cruzarlo se estableció en un penique.
En la actualidad el puente cuenta con dos niveles. El
inferior con dos calzadas de tres carriles cada una por la que circulan a
diario más de 145.000 vehículos. El nivel superior es una pasarela para uso
peatonal y carril bici. La pasarela peatonal puede ser peligrosa si no se está
pendiente de no pasar al carril bici, ya que podría ser atropellado por algún
ciclista que suelen llevar una velocidad considerable.
El puente sigue en pleno uso en la actualidad y no se fija
una fecha de caducidad ya que fue construido para aguantar unas condiciones de
tráfico superiores a las que soporta hoy en día, además de que regularmente es objeto de revisiones y mantenimiento.
Sus dimensiones
Longitud total: 1.053 m.
Longitud del tramo central: 486 m.
Anchura: 26 m.
Altura de las torres por encima del nivel del río: 84 m.
Altura de la calzada desde el río: 40 m.
Longitud de cada uno de los 4 cables principales: 1.100 m.
Diámetro de cada cable principal: 40 cm.
Curiosidades
Seis meses después de su inauguración se produjo la
tragedia. Una mujer que subía las escaleras de acceso por la parte de Manhattan
tropezó y gritó al caer. El grito desencadenó el rumor de que el puente se
hundía. El pánico y la avalancha posterior provocó la muerte de 12 personas y
otras 35 heridas graves. La desconfianza hacia la resistencia del puente quedó
superada un año después cuando el empresario circense P. T. Barnum desfiló por
el puente junto con una manada de 21 elefantes.
Lanzarse al río desde el puente sin ser un experto en zambullidas es prácticamente una locura y supone casi una muerte segura. La primera persona en saltar por el puente fue Robert
E. Odlum en 1885 apostando que saldría con éxito. Falleció poco después de ser
rescatado del río. La primera mujer en saltar por el puente fue Clara McArthur
en 1895, con la intención de caer de pie, introdujo en sus medias 9 kilogramos
de arena. El primero en tirarse desde el puente y salir con vida del río fue Ed
Quigley en 1960 ganando una apuesta de $100.
Dice la leyenda que el puente fue objeto de una famosa estafa por parte de uno
de los timadores más famosos de la ciudad de Nueva York de finales del siglo
XIX y principios del XX (George C. Parker) quien a lo largo de cuatro décadas
montó el lucrativo negocio de ‘vender a incautos’ la concesión de colocar un
peaje en cada extremo del puente y cobrar 1 penique a todo aquel que quisiera
cruzarlo.
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