Según datos del mismo sábado pasado, día en que se estaban celebrando las elecciones, la participación rondaba el 60%, un dato que se puede considerar totalmente exitoso dada la coacción a la que estaba sometida la población por parte de grupos terroristas, así como a la bisoñez de su proceso democrático. Los execrables atentados perpetrados por grupos extremistas acabaron con la vida de muchas personas el mismo día de los comicios, pero la riada de gente hacia las urnas eran imparable, ni siquiera el cobarde derramamiento de sangre pudo hacer mella en la voluntad del pueblo.
Desafiando a las bombas y a los que las ponen, los pakistaníes siguieron echándose a la calle, a pesar del baño de sangre perpetrado por los que se dicen conciudanos suyos y que no son más que cucarachas. La voluntad de millones de personas pudo sobre las armas, el fanatismo y la cobardía de unos pocos. De hecho el horario para depositar el voto tuvo que ser ampliado en una hora debido a la gran afluencia de gente deseosa de ejercitar su derecho, así como por el caos organizativo reinante.
En algunas circunscriciones se tuvo que proceder a recuentos y se produjeron impugnaciones de votos. Pero por encima de todo eso hay que valorar la fe y la valentía de un pueblo que quiere caminar en democracia y que está dispuesto a dar incluso su vida por defender su proyecto de vida, sus ideales o sus principios.
Aquí deberíamos bajarnos un poco los humos (léase los políticos, porque el vulgo pueblo ya no tiene humos ni nada, está en pelota picada) y aprender de los sacrificios que hacen los demás para darse cuenta que un estado democrático se construye día a día y es algo más que un legajo de papeles encuadernados bajo la rúbrica Constitución y unos tíos que acuden al Parlamento en traje y coches oficiales, para dormitar mayormente, y eso si es que asisten a las sesiones y no se las fuman como colegiales con acné y erecciones perennes.
La democracia es el gobierno del pueblo, la expresión de su voz. Sería deseable y gratificante que la momia barbuda utilizase el TV de plasma menos para dar ruedas de prensa y más para enterarse de lo que está pasando en Pakistán, a ver si saca algo en limpio, por ejemplo, humildad y sacrificio.
cada día haciéndote más internacional
ResponderEliminarhay que tocar todos los palos
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