Es el más largo de los ocho puentes que conforman el
Atlanterhavsveien (La carretera del Atlántico), la carretera que conecta la
península Romsdal con la isla noruega de Averøya. Se trata de un puente
voladizo de 260 metros de largo y 23 metros de altura que tiene una curva tan
dramática como hermosa. Si eres de los que prefieren un panorama espectacular
deberás visitarlo en otoño cuando las tormentas golpean la carretera (yo paso, ni de coña).
menudas fotozas consigues.
ResponderEliminarSurfeando un poco por la red
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