KITT, el coche perfecto

KITT siempre me ha parecido el coche perfecto. Un vehículo listo para guardarte las espaldas en cualquier momento y darte conversación cuando estás de buen humor para ello. El otro día yendo en mi viejo coche de líneas fuera de moda, me preguntaba qué bueno sería dar un salto y esquivar el atasco en el que estaba metido. O poner la tele para ver el atraco a mano armada que le hicieron al Barca el domingo pasado, mientras disfrutaba del canto de los pajarillos en el campo y de la brisa del invierno, aunque estemos ya casi en verano. 

KITT es más que un coche, es una máquina casi humana, casi perfecta, incluso me atrevería a decir que en algunos aspectos es mejor que muchos de los humanos que pululan por este planeta en vías de extinción. Un ejemplo sencillo. Si te estás equivocando, en lo que sea, tomar un desvío, yendo a demasiada velocidad o estás arriesgando demasiado en tu vida, KITT te lo diría con total cordialidad, sin ningún tono de reproche, pero de manera lo suficientemente insistente para que te entren remordimientos de conciencia:

- Vpower, me permito indicarte que esta cita que tienes ahora ha incrementado de forma alarmante tus constantes vitales

- En serio? No me había dado cuenta...

- Noto un cierto sarcasmo en tu voz, vpower

- Notas bien, KITT. Creo que ya soy mayorcito para saber lo que me traigo entre manos

- Por supuesto que sí, pero en tu estado actual podrías cometer alguna tontería de la que te arrepentirías el resto de tus días. Cuánto hace que conoces a esa chica?

- Lo sabes perfectamente, no te hagas ahora el lerdo, la última cita, y la primera, con ella, tu también estabas. Ahora que lo pìenso, siempre estás en medio, debería reflexionar sobre ello...

- Tu nivel de adrenalina se está disparando, vpower

- Y qué? Me gusta esa chica, qué pasa? Acaso también tengo que justificar mis gustos?

- No, vpower, pero mis sensores me indican que desde que la has conocido tu cuenta corriente ha sufrido una merma de consideración

- Tus sensores? Querrás decir el espionaje de mis datos bancarios! Eres un cotilla incorregible.

- Me permito recordarte, vpower, que la última vez que te enamoraste tuve que sacarte de aquel apartamento usando mi visión nocturna y el turbopropulosor, y créeme que no fue nada agradable verte en bola picada en medio de la noche...

- Bueno, aquello fue diferente, aquella chica estaba obsesionada conmigo, lo cual, por otra parte, entra dentro de lo normal. 

- Detecto su presencia a 100 metros...

- Quién? Mi ex!!??

- No..., la nueva, por favor...

- Ah, bufff. Qué tal la corbata?

- Psss...

- Cómo que pssss?

- Yo jamás habría comprado una horterada de ese calibre

- Eres de pésimo gusto. Qué tal el flequillo?

- Sin comentarios. Bien, ahí está, buena suerte, vpower. Estaré aquí por si me necesita...

- Cierra el pico y las orejas, esta conversación es privada. Hola guapa!!!

Además KITT ya tenía consola de videojuegos mucho antes de que se inventase la playstation. Te podía hacer un chequeo de tu sistema inmunológico, darte casi todo los datos que quisieras conocer sobre cualquier tema, conducir solo y de esa manera cubrir grandes distancias en mucho menos tiempo. Pero sobre todo, KITT era casi humano, más que un coche. Eso sí, tiene tantos botoncitos que aún hoy en día me da un poco de cosa pulsar uno cualquiera y no pienso ojear el manual, ya se encargará él de deshacer el entuerto.