La soberbia de los políticos

España es un país peculiar, no cabe duda, por muchos motivos, unos buenos y... la mayoría malos u horribles. Uno de los peores es el escaso bagaje que demuestra la casta política de este país a punto de ser anexionado por el continente africano, si nos ceñimos a las cifras de desempleo...

España tiene un grave problema de bipartidismo. Efectivamente, tanto PP como PSOE son dos mastodontes que han ido creciendo con la democracia y fagocitando, al menos en cuanto a número de votantes, al resto de fuerzas políticas, salvo honrosas excepciones como el caso de Cataluña, País Vasco y, en menor medida, Galicia, donde la mayoría, o mucha, de la gente se ha guardado muy mucho de darle las riendas a estos señores. Llevamos tiempo viviendo los acontecimientos del caso Bárcenas y de los EREs andaluces, los medios de prensa se hacen eco un día sí y otro también del curso que van siguiendo los procesos judiciales abiertos, de las novedades que van surgiendo, de la nueva información, casi siempre escandalosa, que va saliendo a la luz, de los nuevos imputados que van cayendo... Y sin embargo, de quienes no oimos una sola palabra es de los políticos, de los miembros de PP Y PSOE, salvo para acusarse unos a otros de corruptos, para eso esí.

El "y tú más" está a la orden del día. Es un espectáculo bochornoso e indignante para todo aquel que tenga un mínimo de interés en cómo van las cosas en este país; por supuesto, para muchas empresas que ven que lso políticos lejos de ayudar sólo les echan una nueva mano al cuello, otra más, cual cefalópodo. Lo del PP, con su pusilánime Presidente a la cabeza, es de traca. Ayer pasaron el rodillo de la mayoría absoluta ante la petición generalizada de las fuerzas de la oposición para que el señor Rajoy comparezca en el hemiciclo y dé explicaciones sobre lo que está pasando, quién es ese individuo llamado Bárcenas, qué ha hecho en y por el PP durante 20 años, por qué se empeña en cargar contra sus ex-compañeros, ahora enemigos acérrimos.

Pero seamos realistas, lo de ayer del PP no sorprende a nadie que esté minimamente en sus cabales, es lo que han venido haciendo toda la legislatura. Es decir, hacer lo que les da la gana sin dar explicaciones de ningún tipo a la ciudadanía, parte de la cual son votantes suyos, para más inri. Pero qué se puede esperar de un señor aficionado a las ruedas de prensa a través de un TV de plasma? Eso cuando se digna comparecer en lugar de hacer mutis por el foro, como es su costumbre. El PP, les guste o no, viven anclados en la mayoría absoluta, en su propio beneficio, no en el de este país que gobiernan, y en la más ácida tradición antidemocrática, la de hacer y no dar cuentas a nadie, como si esto fuese el patio de su casa.

El PSOE, ante la negativa rotunda de comparencia del Presidente del gobierno, ha cargado contra el PP acusándole de prepotente y de falta de atención a las tareas que exige la democracia, una de las cuales, fundamental, es el gobernar para el pueblo y eso implica comunicarse con el pueblo, algo que no han hecho en toda la legislatura los del avechucho. Pero al PSOE no le falta tampoco hormigón en toda la jeta que se gastan. Llevan meses criticando y presionando a la juez que instruye el escandaloso casos de las estafas de los EREs, perpetradas bajo los auspicios de años y años de gobierno socialista en Andalucía. Ellos tampoco comparecen para dar explicaciones, son tan fariseos como aquellos a los que critican, y cierran filas una y otra vez en torno a todos los nombres que van cayendo en las redes del expediente judicial.

La hipocresía se cotiza al alza entre los políticos de este país a la deriva. Unos y otros esperan que la crisis haga el trabajo por ellos. Los que gobiernan esperando que escampe un poquito, no por sus méritos sino por los de millones de españoles que siguen tirando del carro y por las potencias extranjeras que lo hacen bastante mejor que nosotros. Y los que están en la oposición rezando a San Blas o a Belcebú para que la crisis dure un poquito más y se lleve por delante a los que gobiernan, como les pasó a ellos. El bipartidismo vive sus horas más bajas, así lo dicen los sondeos, las fuerzas políticas alternativas ganan peso, porque el pueblo está ya muy cansado de ver como le toman el pelo unos y otros. Quizás sea el fin de las mayorías absolutas de estos talibanes de la política, ojalá.