Título original: The cure (ya me dirán que similitud tiene con el título que le pusieron aquí...)
Año: 1995
Duración: 95 min.
País: Estados Unidos
Director: Peter Horton
Guión: Robert Kuhn
Música: Dave Grusin
Fotografía: Andrew Dintenfass
Reparto: Brad Renfro, Joseph Mazzello, Annabella Sciorra, Jeremy
Howard, Aeryk Egan, Delphine French, Mona Powell
Productora: Universal Pictures / Island Pictures
Género: Drama
Sinopsis:
Erik, un joven de trece años, y su madre se trasladan a una
nueva casa en Minnesota. El muchacho se siente como un pez fuera del agua y
tiene dificultad para encontrar amigos, hasta que conoce a Dexter, un chico más
pequeño que vive en la casa de al lado. Erik y Dexter se llevan muy bien, pero
un día la madre de Erik le prohíbe acercarse a su amigo porque se entera de que
hace unos años contrajo el SIDA a causa de una negligencia en una transfusión
de sangre
Aquí no hay caras famosas ni grandes presupuestos, no hay nombres conocidos ni una gran campaña de marketing detrás. Lo que sí hay es una película muy bien hecha, hecha con el corazón y con dulzura, de esas que te calan muy hondo, de esas que te conmueven.
Un niño, enfermo de SIDA accidentalmente, vive sin amigos y con la sola compañía de su madre, hasta que el vecino de al lado se hace amigo suyo y se inicia ahí una relación de amistad de esas que se dice que duran para toda la vida, que puede con todo lo que se les ponga por delante. No sólo es una lección sobre el valor de la amistad y el amor sincero, sino también sobre la hipocresía de la gente, el egoísmo y todas las cosas buenas que vamos perdiendo por el camino cuando crecemos, nos hacemos mayores y nos vamos agriando con la mierda que absorbermos día a día.
Hay momentos divertidos a lo largo de la peli, como las andanzas de los niños, su escapada por medio del río, etc. Pero todo esta impregnado de un olor a tristeza y melancolía, aunque a la vez de esperanza porque se percibe la idea de que en medio de la tormenta siempre hay una tabla de salvación, algo a lo que agarrarse. Nunca naufragaremos solos.
En el terreno cinematográfico, en mi opnión, es también una lección de humildad y buen hacer para tantas grandes compañías que se gastan millones de dólares en superproduciones que no valen un centavo, para tantos actores que ponen su cara bonita en la pantalla sin transmitir un ápice de sentimiento, para tantos guionistas que defecan sus putrefactas y absurdas ideas sobre un papel. Es un ejemplo de como hacer las cosas bien, de como conectar con el público basándose en el más antiguo de los trucos: tocando el corazón. No hay efectos especiales ni zarandajas por el estilo. Espectacular la actuación de los dos niños, todos los actores están bien, pero los chavales se salen.
Ármense de klinex, los van a necesitar.
Película completa en español:Aquí no hay caras famosas ni grandes presupuestos, no hay nombres conocidos ni una gran campaña de marketing detrás. Lo que sí hay es una película muy bien hecha, hecha con el corazón y con dulzura, de esas que te calan muy hondo, de esas que te conmueven.
Un niño, enfermo de SIDA accidentalmente, vive sin amigos y con la sola compañía de su madre, hasta que el vecino de al lado se hace amigo suyo y se inicia ahí una relación de amistad de esas que se dice que duran para toda la vida, que puede con todo lo que se les ponga por delante. No sólo es una lección sobre el valor de la amistad y el amor sincero, sino también sobre la hipocresía de la gente, el egoísmo y todas las cosas buenas que vamos perdiendo por el camino cuando crecemos, nos hacemos mayores y nos vamos agriando con la mierda que absorbermos día a día.
Hay momentos divertidos a lo largo de la peli, como las andanzas de los niños, su escapada por medio del río, etc. Pero todo esta impregnado de un olor a tristeza y melancolía, aunque a la vez de esperanza porque se percibe la idea de que en medio de la tormenta siempre hay una tabla de salvación, algo a lo que agarrarse. Nunca naufragaremos solos.
En el terreno cinematográfico, en mi opnión, es también una lección de humildad y buen hacer para tantas grandes compañías que se gastan millones de dólares en superproduciones que no valen un centavo, para tantos actores que ponen su cara bonita en la pantalla sin transmitir un ápice de sentimiento, para tantos guionistas que defecan sus putrefactas y absurdas ideas sobre un papel. Es un ejemplo de como hacer las cosas bien, de como conectar con el público basándose en el más antiguo de los trucos: tocando el corazón. No hay efectos especiales ni zarandajas por el estilo. Espectacular la actuación de los dos niños, todos los actores están bien, pero los chavales se salen.
Ármense de klinex, los van a necesitar.
https://www.youtube.com/watch?v=VROB4sACliU
si la verdad es que es lacrimogena a más no poder, mola.
ResponderEliminarEs de esas que te agarran por los huevos y no te sueltan, valga la expresión
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