Calambres en el PSOE

Ayer Susana Díaz dio un golpe en la mesa del PSOE, mal que le pese a la momia Rubalcaba (que no tiene la exclusiva en embalsamamientos el señor Rajoy), y cantó alto y claro verdades como puños, de esas que escuecen de lo lindo porque te las dice uno que lleva tu propia sangre, no simplemente alguien que te quiera hacer daño.

Se celebraba un desayuno de trabajo, como dicen los pijos, en Madrid, donde se reunían las cabezas visibles del PSOE, incluida la facción catalana que suele ir bastante por libre. Era la puesta de largo de la señora Díaz. He de confesar que no me esperaba en absoluto la sinceridad de su exposición, especialmente tras su patético discurso de toma de posesión del trono en Andalucía, cuando su antecesor huía por patas ante el escándalo de los ERE y ella afirmaba que es una vergüenza la corrupción que hay en España, como si la cosa no fuese con su partido y su propia región. Por eso lo de ayer me sorprendió más si cabe.

Primero, aseveró que la crisis independentista catalana se fraguó básicamente con las meteduras de pata del inútil de Zapatero cuando dio carta blanca a Cataluña para hacer un estatuto a su medida, self service, pero también cargó las tintas contra el Constitucional que actuó mal y arrastras y, cómo no, contra el PP que se dedica a mirar para otro lado como si el asunto no fuera con ellos. En segundo lugar, se posicionó a favor de la reforma de la Constitución para dar cabida a las distintas realidades culturales y nacionales de España.

Independientemente de que uno esté a favor o en contra de nacionalismos o independetismos, hay que reconocer que la señora Susana Díaz le echó un par de cosas y dijo lo que pensaba, delante de toda la cúpula de viejos crápulas de ese partido en declive que es el PSOE. Tanto es así que a renglón seguido se produjo una reunión entre el diriginte del partido en Cataluña y la presidenta andaluza, por supuesto, saltaron chispas, aunque no lo quieran reconocer abiertamente. Rubalcaba también jugó en el día de hoy su papel habitual de fariseo, cosa que borda, cuando, al preguntarle sobre las palabras de su compañera en el día de ayer, trató de quitarle hierro al asunto.

Es más que evidente que Susana Díaz y Rubalcaba no hacen buenas migas. La primera se posicionó a favor de Chacón y con la reelección del segundo como máximo dirigente del partido se le relegó a un segundo plano, fuera de la cúpula directiva a nivel estatal. Así que quizás tengamos aquí otra "Rosa Díez" en ciernes, hasta el apellido se parece..., es decir, alguien que no tiene pelos en la lengua y que por lo menos baja un poco el nivel de hipocresía y falsedad habitual en los políticos. Alguien que dice lo que piensa, con lo que se podrá o no estar de acuerdo, pero que pone las cartas encima de la mesa. Espero y deseo que siga por ese camino, aunque sólo sea por revitalizar el desolador panorama político en España, no porque me espera algo del PSOE a estas alturas. Apoyos no le faltarán, ya que encabeza el principal bastión de los socialistas en el país.