Eslovenia es un país que sorprende a propios y extraños, com usted habrá podido comprobar si es un fel seguidor del basket, lo que demuestra que ese glorioso deporte aporta más al organismo que el anodino fútbol o que un buen plato de espincas. Digo ésto porque en las crónicas de los periodistas desplazados para cubrir el evento deportivo siempre se hacía mención a las excelencias del país centroeuropeo. De sobras es bien conocida la belleza de sus mujeres, como ocurre con esos países del centro y este de Europa (Croacia, Letonia, Lituania, Chequia, etc), pero lo que sorprende al que nunca ha puesto un pie allí es la grandiosidad de algunos de sus paisajes, que parecen alejados de la vieja Europa, como metidos en un frasco de formol, desafiando al paso del tiempo o, mejor dicho, al paso a través del tiempo la acción devastadora del ser humano.
Para los que no lo sepan, Eslovenia se adhirió a la Unión Europea en 2004 y se integró en el euro el 1 de enero de 2007, y en el área de Schengen, en el 2004. Así que forma parte de ese patético club económico y político que es la UE y pese a ello sigue conservando el encanto de sus gentes y la maravilla de sus paisajes. Como el que traigo hoy a colación: La Garganta Vintgar o Soteska Vintgar, como se dice en la lengua nativa.
El desfiladero Soteska Vintgar que se localiza cerca de
Gorje, 4 km al noreste de Bled, fue descubierto en 1891 por el alcalde de
Gorje, Jakob Žumer, junto al cartógrafo y fotógrafo Benedikt Lergetporer. Comenzaron su recorrido de exploración por el desfiladero casi intransitable en
Spodnje Gorje hacia Blejska Dobrava y descubrieron tantas bellezas naturales
que decidieron fundar una comisión de obras. El desfiladero se acondicionó
principalmente para los huéspedes de Bled y la inauguración se realizó el 26 de
agosto de 1893.
Bled es una población eslovena, a orillas del
Lago Bled, en la parte noroccidental de Eslovenia. Está situada pocos
kilómetros al sur de la frontera con Austria y alrededor de 50 kilómetros al
Noroeste de la capital del país, Liubliana. Bled tiene 11.300 habitantes, según
el censo de 2002, 5.164 en el pueblo mismo. Bled es especialmente famoso por el
Lago glacial de Bled, que atrae a numerosos turistas a lo largo de todo el año.
En las orillas del lago, entre los bosques, hay
diversas iglesias y castillos mirando al mismo, que convierten al paraje en
idílico.
La garganta de Vintgar o Blejski Vintgar 'garganta de Bled'
es una garganta de 1,6 km que se encuentra cerca de la localidad de Zgornje
Gorje, 4 km al noroeste de Bled (Eslovenia). Las paredes del cañón excavado por
el río Radovna son de 50 a 100 m de altura. La erosión de la corriente ha
creado muchas piscinas naturales y rápidos. La garganta termina en la cascada
Šum, de unos 20 metros de altura y cuyo nombre significa, literalmente, 'cascada
ruidosa'.
Hacia una dirección del desfiladero se puede disfrutar de una
caminata para observar las bellezas a través de Hom hasta Santa Catalina
(capilla antigua y una hermosa vista). En la entrada y en la cascada Šum, es decir, al final del recorrido, puede
tomar algo en los bares que hay por allí.
Hay un sendero
acondicionado, con pasarelas que discurren a través de los puentes y las galerías junto al impetuoso río por
el desfiladero Soteska Vintgar de 1600 m, que finaliza con la cascada. El recorrido por la garganta se puede dividir en tres partes.
En la primera, caminando desde Podham, el agua es rápida y furiosa, chocando
contra las rocas y cayendo en pequeñas pozas. En la segunda parte el agua
discurre tranquila, es la calma que precede a la nueva tormenta, ya que hacia
el final de nuestra excursión el río despierta otra vez. Esta última zona es la
más fría y es ideal para refrescarse en los calurosos días de verano. También
hay zonas para hacer un alto en el camino y degustar un bocado en un paraje de
ensueño, siempre y cuando tengas la suerte de encontrar sitio libre.
Es posible volver por el mismo sendero o por Santa Catalina con una
hermosa vista a los Karavanke, el valle de Bled con sus alrededores y la cumbre
del Triglav. En total el recorrido largo nos llevara entre 2 y 3 horas
(son unos 5 km.) dependiendo del ritmo y paradas que se realicen, aunque el recorrido por la Garganta exclusivamente se pude hacer en unos 45 minutos. Pero como no se trata de una prueba de compertición, seguro que se parará a ver otras cosas o se desviará en su camino con el afán de disfrutar del entorno o de una buena cerveza en los bares del lugar. Huelga decir que la visita a Bled y sus alrededores es obligada.
Los desfiladeros de Vintgar, un sitio con un enorme encanto, en un país con un gran atractivo, que dentro de nada, estoy seguro, empezaremos a ver en todas las agencias de viajes, mal que nos pese a algunos.
muy bonito eslovenia
ResponderEliminarCuanto tiempo sin verte por aquí! Es un pais de cuento de hadas
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