J.J. Benítez - la gloria del olivo

J.J. Benítez es un autor con un estilo claramente reconocible, con una pizca de misterio, un poco de irreverencia al poder establecido y un estilo que hace hincapié en lo inesperado, con el destino siempre rondando y tejiendo realidades. Ciertamente, para muchos es una mosca cojonera, especialmente para aquellos que se aferran como mejillones a sus mullidos sillones y a unas creencias bien asentadas en la cultura popular y en los bolsillos de unos cuantos sinvergüenzas. Cualquiera que haya leído Caballo de Troya sabrá de lo que estoy hablando. 

Dicho esto, el libro no da oportunidades, si lo abres te lo acabas, y rápidamente. El comienzo es realmente estupendo, trepidante. Me refiero a las primeras 40 ó 50 páginas, un cebo perfecto para el lector ávido de lecturas intrigantes y conspiranoicas, pero con su punto de verosumilitud. Porque lo que se narra en el libro puede ser perfectamente factible, por mucho que le duela a santones, crédulos, inocentes y gente dada a respetar el poder establecido porque sí, por no mencionar, por supuesto, a todos aquellos que están metidos en ese gran negocio que es la Iglesia, que intuyo aborrecerán a J.J. y soltarán espumarajos y sapos por la boca cuando lean este libro. 

En este caso la aventura se centra en los muros del Vaticano, pero se podría montar una historia similar tras las paredes del Pentágono, del Kremlin, del mausoleo de Mao o de cualquier poder fáctico que se precie. Las conspiraciones, seamos unos paranoicos o no, no se engañen, existen y de qué manera! Solo atisbamos a ver la punta del iceberg y eso porque algunos a los que le gusta mear fuera del tiesto, como a Benítez, nos van dando pistas de lo que se cuece entre bambalinas. 

El enigma y lo impredecible aletea en cada una de las páginas, escritas con un ritmo ágil y con el sarcasmo y  el cuestionamiento constante de J.J. Libro apto para mentes abiertas o para el que guste de una trama insidiosa sin miedo a poner en tela de juicio sus creencias.