Título original: Doubt
Año: 2008
Duración: 104 min.
País: Estados Unidos
Director: John Patrick Shanley
Guión: John Patrick Shanley (Obra: John Patrick Shanley)
Música: Howard Shore
Fotografía: Roger Deakins
Reparto: Meryl Streep, Philip Seymour Hoffman, Amy Adams,
Viola Davis, Lloyd Clay Brown, Joseph Foster, Bridget Megan Clark, Lydia
Jordan, Paulie Litt, Matthew Marvin, Evan Lewis, Dennis Albanese, Timothy J.
Cox, Amanda Marie Florian
Productora: Miramax Films / Scott Rudin Productions
Género: Drama. Intriga | Religión. Años 60. Abusos sexuales
Sinopsis: En 1964, en
una parroquia del Bronx, un apasionado y carismático sacerdote, el padre Flynn
(Seymour Hoffman) intenta cambiar las rígidas normas del colegio, que durante
años han sido celosamente salvaguardadas por la hermana Aloysius Beauvier
(Meryl Streep), una estricta directora que cree firmemente en el poder de la
disciplina. Soplan vientos de cambio político; prueba de ello es que el colegio
ha aceptado al primer alumno negro, Donald Miller. Pero cuando la hermana James
(Amy Adams) le cuenta inocentemente a la hermana Aloysius que parece que el
padre Flynn presta demasiada atención a Donald, la superiora, sin contar con
una sola prueba, comienza una cruzada personal para sacar a la luz la verdad y
expulsar a Flynn del colegio por abusar del alumno. Esta batalla amenaza con
desgarrar la comunidad de manera irreversible. Basada en una obra ganadora del
Premio Pulitzter y de un Premio Toni en su adaptación teatral.
Premios
2008: Oscar: 5 Nominaciones, incluyendo mejor actriz
(Streep) y actor sec. (Hoffman)
2008: Globos de Oro. Nominada a mejor actor, actriz,
secundaria (2) y guión
2008: 3 Nominaciones a los BAFTA: Mejor actriz y actor y
actriz secundarios
2008: Asociación de Críticos de Los Angeles: Finalista a
mejor actriz sec (Viola Davis)
2008: Screen Actors Guild: Mejor actriz (Meryl Streep). 5
nominaciones
2008: Critics' Choice Awards: Mejor actriz (Streep). 6
nominaciones
A veces las nominaciones y los premios no son sinónimo de calidad o de entretenimiento. No es el caso. Todas las nominaciones y premios recibidos creo que no hacen más que reconocer la gran labor que se esconde detrás de esta película.
Estamos ante una peli sin grandes excesos, no conozco el presupuesto con el que contó, pero aquí no hay grandes escenarios ni despliegues visuales o de efectos imposibles. Ni falta que hacen. Tenemos ante nuestros ojos a una peli realizada para y por los actores. Desde la experimentada Meryl Streep hasta los actores secundarios, todos hacen un auténtico papelón.
En un principio, la temática me echaba para atrás, con la Iglesia hemos topado, una dosis de moralina, nos van a leer el catecismo, etc. Pero al poco de empezar la película ya te encuentras metido de lleno en el fregado. Primero empezas a sentir todo tipo de sensaciones por el personaje que encarna M.Streep, desde odio, rabia, indefensión, indignación hasta pena y tristeza. Te situas del lado de los otros personajes, que parecen en sus cabales, más normales y humanos, que actúan como las personas de bien a las que no les han lavado el cerebro con historias de catecismo.
Sin embargo, con el discurrir de la peli te das cuenta que nada es blanco ni negro, que la superiora también tiene sus razones, sus motivos, y que sobre todo es humana. Hay escenas antológicas, como el enfrentamiento entre la superiora y la madre del niño, o la superiora y el párroco. Y, cómo no, la escena final entre la superiora y su subordinada, para caer de hinojos y besarle los pies al director, aunque tenga juanetes.
Una película sobre la vida misma, la intolerancia, el racismo, el arrepentimiento, el pecado, la soberbia, el orgullo y tantas otras cosas. La duda es sobre todo una amalgama de sensaciones bien encadenadas que nos llevan a reflexionar sobre lo tontos que somos los humanos la mayor parte de las veces, aunque nos duela reconocerlo, lo humano que es caer, pecar y pedir perdón, aunque a algunos, de nuevo, les cueste un huevo hacerlo.
Recomendada.
Estamos ante una peli sin grandes excesos, no conozco el presupuesto con el que contó, pero aquí no hay grandes escenarios ni despliegues visuales o de efectos imposibles. Ni falta que hacen. Tenemos ante nuestros ojos a una peli realizada para y por los actores. Desde la experimentada Meryl Streep hasta los actores secundarios, todos hacen un auténtico papelón.
En un principio, la temática me echaba para atrás, con la Iglesia hemos topado, una dosis de moralina, nos van a leer el catecismo, etc. Pero al poco de empezar la película ya te encuentras metido de lleno en el fregado. Primero empezas a sentir todo tipo de sensaciones por el personaje que encarna M.Streep, desde odio, rabia, indefensión, indignación hasta pena y tristeza. Te situas del lado de los otros personajes, que parecen en sus cabales, más normales y humanos, que actúan como las personas de bien a las que no les han lavado el cerebro con historias de catecismo.
Sin embargo, con el discurrir de la peli te das cuenta que nada es blanco ni negro, que la superiora también tiene sus razones, sus motivos, y que sobre todo es humana. Hay escenas antológicas, como el enfrentamiento entre la superiora y la madre del niño, o la superiora y el párroco. Y, cómo no, la escena final entre la superiora y su subordinada, para caer de hinojos y besarle los pies al director, aunque tenga juanetes.
Una película sobre la vida misma, la intolerancia, el racismo, el arrepentimiento, el pecado, la soberbia, el orgullo y tantas otras cosas. La duda es sobre todo una amalgama de sensaciones bien encadenadas que nos llevan a reflexionar sobre lo tontos que somos los humanos la mayor parte de las veces, aunque nos duela reconocerlo, lo humano que es caer, pecar y pedir perdón, aunque a algunos, de nuevo, les cueste un huevo hacerlo.
Recomendada.
A mi también me gustó cuando la vi. No sé porque a la gente le cuesta tanto pedir perdón. Todos nos equivocamos alguna vez y sienta bien oírlo y también decirlo.
ResponderEliminarPedir perdón es complicado, quizás porque en una sociedad como la nuestra no puedes pararte a ello o no te enseñan eso sino a pisar al de al lado; quizás porque en el pedir perdón hay un gesto de humillación, de reconocer la falta propia, que no es plato de gusto para nadie, aunque luego te quedes más a gusto; quizás porque pedir perdón es como devolver algo defectuoso, un incordio; quizás porque pedir perdón es necesario cuando no se habla con el corazón, cuando son necesarias las palabras; quizás...
EliminarVaya tela!!!!. Caray con la respuesta. Te ha dado para otra entrada, eh?
EliminarPues yo soy de las que no les cuesta nada pedir perdón, aunque bien es cierto que es mejor no tener que pedirlo. Pero somos humanos y nos equivocamos.
Una ida de olla de las habituales mías.
EliminarNo la vi, por tanto tomo nota de la recomendación. A ver si la bajo por Internet.
ResponderEliminarBiquiños.
Creo que te gustará
Eliminarmuac!