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lunes, 4 de noviembre de 2013

Chevrolet Corvette L88


El modelo L88 del Corvette es sin duda, en mi opinión, una de las bestias más impresionantes que se haya plantado nunca sobre el asfalto. Ya sin levantar el capó, solo observando su silueta uno se da cuenta de que está enfrente de una auténtica fiera. Por supuesto, hoy en día es casi imposible cruzarse en la carretera con esta bestia parda y para verlo en acción hay que recurrir a internet o a pelis de hace muchos años donde deja ver toda su clase.


El Corvette C3 es un ejemplo a seguir. La nomenclatura C3 significa que es la tercera generacion del coche, y como los numeros muestran, el C3 fue vendido desde 1968 hasta 1982. Eso son 14 años con el mismo estilo. Una parte de la buena aceptación de esta generacion fue la introduccion del techo “T-Top”. Con modelos reconocidos como el LT-1, ZR-1 y muchos mas. Para celebrar sus 25 de aniversaio, el Corvette fue usado como un “Pace Car” en la Indianapolis 500.

Sus 567 CV de potencia máxima impresionan en un coche de hoy en día, así que en un coche con más de 40 años simplemente nos deja con la boca abierta.


El modelo 1967 Chevrolet Corvette L88 Roadster tiene la particularidad de ser una edición extremadamente limitada. Sólo se fabricaron en aquel año 20 unidades con este motor, de las 22.940 unidades que se fabricaron en total. Limitada no, limitadísima. Otro factor a tener en cuenta, de esta unidad en concreto, es que fue el primer 1967 Chevrolet Corvette L88 que se pidió a fábrica y perteneció a Tony DeLorenzo Jr., hijo del vicepresidente de relaciones públicas de General Motors en aquellos años. Y no lo usó para pasearse, sino para competir con él en la SCCA.

Su motor L88 V8 427 es una de las piezas más codiciadas. Su potencia máxima estaba declarada en torno a los 430 CV, pero realmente superaba los 550 CV con facilidad.


Su velocidad máxima es todavía una marca difícil de superar, a no ser que tengas un superdeportivo. Imagínase al volante de este roadster a más de 310 km/h, con las condiciones de seguridad y fiabilidad que tenían los coches hace 50 años... Por establecer una comparación quizás absurda, es como si a un carro le mete usted un motor de un 2CV y como frenos usa solo la suela de sus zapatos, realmente había que estar un poco loco para lanzarse a tumba abierta con una bestia del asfalto como esta.


Como muestra de su exclusividad, decir que los pocos modelos que se subastan alcanzan cifras de más de un millón de dólares. Una joya sobre ruedas. 

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