Prestige: otro palo de la justicia española

La justicia española es una puta de lujo, al servicio exclusivo de aquellos acaudalados y poderosos que se pueden permitir la ostentación de pagársela. Para esa élite, la justica se arrastra como una culebra por el fango para atender sus pretensiones y tapar sus excrementos. Para los demás, para el pueblo de a pie, la justicia, conscientemente con minúsculas porque tal engendro nauseabundo no merece ser escrito en letras capitales, es un trilero disfrazado con toga, que se demora en hacer su vil juego pero que le acabará dando por saco en la mayor parte de los casos.

Hoy esa puta llamada justicia ha vuelto a hacer una de sus esperpénticas apariciones en escena con el caso del Prestige. Después de 10 años de maldita espera, tragándose la bilis y apretando el culo para no irse al tacho, los que hayan aguantado, hoy esa puta de lujo vestida de toga ha dicho que aquí no hay culpables y que no se paga un céntimo en indemnizaciones, que sí, que el daño ha sido mucho pero que les den a ustedes por culo. Lo ha dicho con otras palabras el tipo que se sienta con la maza de la justicia en la mano, pero el significado crudo y duro de toda esta pantomima es ese: que les den a ustedes por culo, el que pueda que siga adelante y el que no tiene nuestra solidaridad, pero ni un céntimo más. Y recurra el que tenga pasta (y ánimo) para hacerlo.

Pero a quien le asombra el abuso de los poderes de la democracia en España? A mi no, desde luego. Ejecutivo, legislativo y judicial forman un triunvirato de sinvergüenzas, malechores al amparo de la ley que manejan a su antojo y para su beneficio, mientras los demás como ovejas descarriadas y estúpidas todavía creemos en esa tontería de ir a la urna a meter un ridículo papel cada cuatro años y darle de comer y vivir a toda esa pandilla de chorizos a cuerpo de rey.

Ayer el incompetente de Rajoy defendía a capa y espada, como mequetrefe que es, al imbécil del ministro Wert diciendo que hacía un gran trabajo con su maldita reforma de la educación que sólo el quiere, a pesar de que desde Bruselas se le enmendaba la plana diciendo que lo de la rebaja de los Erasmus es cosa suya y no de la UE,  que él se saque las castañas de fuego y no meta a Bruselas en esos fregados. Ahí no le faltó tiempo al peor presidente de la pseudo-patética-democracia española para hacer declaraciones, ni lluvias ni hostias, su ministro es el mejor, mientras los etarras se escapan de las cárceles uno a uno, delante de nuestras narices, con la aquiescencia, de nuevo, de justicia y ejecutivo.

Esta es la mierda de país que tenemos. Si usted hunde un barco y causa una catástrofe natural sin precedentes y con un coste económico de cientos de millones de euros no pasará nada, ni siquiera le van a exigir una indemnización. Eso sí, dios le libre de que le pillen robando un salchichón en el ultramarinos de la esquina porque se va a pudrir en la cárcel y va a tener que pagar 40 veces el valor del puto salchichón.

País de vergüenza, dan ganas de arrojar el puñetero pasaporte español a las letrinas y declararse apátrida. Las urnas son una estafa, lo mismo que los políticos y la división de poderes. El único recurso contra esta banda de forajidos es echarse a la calle y correrlos a gorrazos. Aunque hacerle un scrach a Rajoy durante 40 días y 40 noches, sin interrupción, con todas sus horas completas, sería una buena forma de empezar la revolución.