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Metalbrothers201601102211

martes, 31 de diciembre de 2013

Apollo XIII


Título original: Apollo XIII (Apollo 13)
Año: 1995
Duración: 140 min.
País:  Estados Unidos
Director: Ron Howard
Guión: William Broyles, Al Reinert (Novela: James Lovell, Jeffrey Kluger)
Música: James Horner
Fotografía: Dean Cundey
Reparto: Tom Hanks, Kevin Bacon, Bill Paxton, Ed Harris, Gary Sinise, Kathleen Quinlan, Loren Dean, Xander Berkeley, Joe Spano, Chris Ellis, Clint Howard, Brett Cullen, Gabriel Jarret, Marc McClure, David Andrews, Kenneth White, Andy Milder, Christopher John Fields, Googy Gress, Walter von Huene, Christian Clemenson, Max Elliot Slade, Miko Hughes, Mary Kate Schellhardt, Emily Ann Lloyd, Jean Speegle Howard, Ned Vaughn, Mark Wheeler, Roger Corman
Productora: Imagine Entertainment
Género: Drama. Aventuras | Aventura espacial. Años 70. Basado en hechos reales
Sinopsis: El Apolo XIII inicia su viaje a la Luna en abril de 1970. Cuando está a punto de llegar a su destino, se produce una explosión en el espacio que les hace perder oxígeno y, además, cambia el rumbo de la nave. La situación de los tripulantes se hace desesperada cuando el oxígeno empieza a agotarse. Mientras tanto, el mundo entero vive pendiente del desenlace de tan angustiosa aventura.


La peli va de menos a más, ciertamente, pero además de eso hay ciertas cosas que no me gustan y que hacen que al final te quede un regustillo amargo, como que pudo ser más y se quedó a mitad de camino. Para empezar pues por el principio, yanqui a todo trapo, somos los mejores, los nº 1 y todo ese rollo que ya apesta, no porque uno no lo tenga asimilado y lo haya visto mil veces siguen sin rayarle, pero es cine americano y patriótico, a lo ZP pero con banderas de barras y estrellas. 

Pasado ese lapsus del inicio, la peli va cogiendo ritmillo y entra en lo más interesante, en como se gestan los preparativos, las complicaciones que se van presentado y un detalle curioso: el supuesto segundo viaje a la luna (o después de que Amstrong se hiciese la estrella en un plató de televisión si es usted de la onda conspiranoica) no le interesaba un carajo a nadie, ni al pueblo americano ni mucho menos al resto del mundo. Un detalle de realismo y sinceridad por parte del director y el guionista que ponen una nota de calidad y seriedad en el argumento después del chabacano comienzo, es más, uno hasta puede entender y razonar que se haya hecho apología de Neil y compañía cuando luego ve lo que sigue. El primer viaje a la luna se vendió tanto que para la gente era ya como andar por casa, se había hecho algo vulgar y cotidiano. De hecho, hoy en día sigue pasando lo mismo, a nadie le importa un pijo que se viaje a la luna o se deje de viajar, creo que los chinos llegaron (dicen) el otro día y el mundo ni se enteró. En fin, la luna es muy bonita pero está muy lejos y no tiene piscina, así que vale para lo que vale, las mareas, los hombes lobo, besar a las chicas bajo su influjo y poco más.


Volviendo al hilo, superadas las dificultades el cohete está listo para partir y sale sin problema, y sin mucha repercusión mediática. Ya en el espacio surgen nuevas trabas, una explosión y la nave pierde oxígeno. La mítica frase: Houston tenemos un problema. A partir de ahí el que tiene el problema es el director que se hace la picha un lío y confunde Houston con una cadena de bricolaje y la nave con un coche de feria. Situaciones mal contadas, sin dramatismo, sin credibilidad, todos sabemos qué va a pasar, no porque conozcamos los hechos sino porque el guión no transmite ninguna sensación de peligro, plano como un lenguado. Desenlace anodino. 

Por tanto, le daría un aprobado raspado, por no mandarlo a septiembre. Sobre todo teniendo en cuenta el helenco espectacular de actores que tomaron parte en esta odisea espacial. Es verdad que en 1995 no se tenían los medios espectaculares que brindan ahora los ordenadores pero aún así se queda muy corta. De todas formas aguanta un visionado, más creo que no.

Trailer:
https://www.youtube.com/watch?v=46zicFJBBz0

Robert Ludlum - el caso Bourne


Creo que no me equivo al decir que estamos antes uno de los grandes thrillers de todos los tiempos. Todos sabemos lo que es un thriller, quiero decir, aquí no hay grandes filosfías enlatadas ni encontrará usted la solución a grandes enigmas vitales, los personajes suelen tener menos personalidad que un muñeco de Argam Boy, y aun así molan porque nos cuentan una historia que se caracteriza por el ritmo, la trama que se va complicando en relación con un hecho normalmente truculento y todo lo que viene a partir de ahí.

Lo que hace un thriller diferente de otros es el ingenio y la habilidad del autor para darle ritmo al libro, para que la historia enganche en todo momento sin que uno piense en darse un garbeo o pasar unas cuantas páginas del libraco de golpe. En ese sentido, este thriller es muy bueno. El señor Ludlum consigue hacer de un auténtico ladrillazo, en el sentido más físico de la palabra (la edición que me he leído yo tenía 600 páginas de letra menuda) un auténtica obra de suspense, manteniendo la tensión en todo momento. Creo que apenas me he comido 10 o 15 páginas del libro, haciendo el ratio da un porcentaje más que aceptable.

La historia, en resumidas cuentas, nos habla de un superagente secreto que pierde la memoria por alguna correría de las suyas y trata por todos los medios de sobrevivir. Ahí entra en juego uno de los leitmotiv de la novela, la capacidad innata del agente Bourne para salir de todos los atolladeros, con unas habilidades muy especiales que a él mismo le van soprendiendo y le hacen preguntarse quién es o era, de dónde viene, etc. Y esa creo que es al mismo tiempo la principal piedra en la que tropieza el libro: cuando una va más o menos por la mitad, no sabe si está leyendo acerca de las correrías de Bounes o de Superman, 007 ó similar, porque el tipo sale de todas como si fuese de goma. Sacando ese pequeño lunar, la novela está muy bien escrita, incluso los personajes principales un poco más perfilados de lo que suele ser habitual en este tipo de historias, y el autor consigue ir hilando argumentos hasta llevarnos al desenlace final. Lo mejor del libro, sin duda, es el comienzo, cuando todavía no estamos muy familiarizados con el personaje de Bourne, cuando lo estamos conociendo, la acción es fulgurante y te atrapa sin remedio. A partir de la mitad pierde un poco de gas, aunque aguanta muy decentemente el tirón.

La novela se llevó al cine y tuvo bastante éxito, aunque a mi en la gran pantalla nunca me transmitió nada especial.

Savatage - dungeons are calling (1984)


1.         The Dungeons Are Calling      04:53    
2.         By the Grace of the Witch       03:13  
3.         Visions                                   03:01    
4.         Midas Knight                         04:21    
5.         City Beneath the Surface        05:49    
6.         The Whip                               03:27     


Jon Oliva         Vocals, Piano
Criss Oliva        Guitars, Vocals (backing)
Keith "Thumper" Collins           Bass, Vocals (backing)
Steve "Doc" Wacholz         Drums, Percussion


Sólo 6 temas, pero qué calidad. Este Dungeons se grabó al mismo tiempo que el Sirens, en una sola sesión, pero en vez de sacarlo como un único album se editó en dos partes. Personalmente prefiero esta segunda parte, este Dungeons are calling al Sirens, pero está claro que fue un parto de mellizos porque ambos discos beben de las mismas fuentes, conservan el logo primitivo y más barroco de Savatage que luego cambiaría al que han usado durante casi toda su vida y que todos conocemos. Pero vamos, que si te gustó Sirens, con este te chuparás los dedos. 

Por qué me gusta más este? Bien, son sólo 6 temazos, pero como ya comentaba en la revisión del Sirens, en el primer disco la última parte, las últimas canciones, bajan la intensidad sublime de la primera parte del disco. Esto no ocurre con este Dungeons, todos los temas son a cañón, con esa fuerza que le imprimen los hermanos Oliva. Es un disco en el que se mezcla de manera genial la espiritualidad, la fuerza y el misterio, la oscuridad de las cloacas. En ese sentido, estos dos primeros discos, y sobre todo este segundo, son como el niño que empieza a abrir los ojos al mundo y a perder su inocencia, pero un niño que llevaba el bicho dentro de sí, de lo contrario no serían los Savatage. Ese halo de misterio o de fantasía se perdería ya en discos posteriores, o más bien habría que decir que se sustituiría por otros elementos como las composiciones más elaboradas, los coros, partes instrumentales y sinfónicas, etc. Estos eran los Savatage a mediados de los 80, únicos e irrepetibles.

Pot otro lado, este disco contiene dos canciones inmortales, diría que no sólo de la banda sino del metal en general, como son Dungeons are calling y City beneath the surface. Los solos de Criss en ambos temas son sencillamente de quitarse el sombrero y la voz de Jon te pone los pelos de punta.

También nos encontramos con temas ultrarrápidos como Visions y The Whip, canciones a degüello, que te dejan sin aliento, sin levantar el pie del acelerador, donde los Savatage demuestran que dominaban todos los terrenos, no sólo el más emotivo sino también el más contundente y agresivo. Y es que cómo no lo iban a dominar si tenían los mimbres para ello?

By The Grace Of The Witch y Midas Knight son canciones más pausadas pero sin desperdicio, repletas de momentos mágicos, pasajes melódicos y destellazos de calidad por doquier, como el gran solo que se marca Criss en el primero de ellos, tremendo lo que dura y aún así desearías que no acabase nunca.

A veces me paro a pensar que si en lugar de sacar dos discos nos hubiesen ofrecido uno solo, sustituyendo la cara 4 últimas canciones del Sirens por estos 6 temas, quizás estaríamos ante el disco más rotundo, redondo y completo de todos los tiempos.


Al igual que el Sirens, con este Dungeons se editó una edición “silver” que vale mucho la pena, trae bonus interesantes, el sonido es más que aceptable y además encontramos anotaciones en las páginas interiores que harán las delicias de todos los que estamos poseídos por el espíritu de los Oliva.

Album completo: https://www.youtube.com/watch?v=Dfoxk7nKnVg



Annihilator - never, neverland (1990)



1.         The Fun Palace           05:51    
2.         Road to Ruin              03:42    
3.         Sixes and Sevens        05:20    
4.         Stonewall                    04:50    
5.         Never, Neverland       05:29    
6.         Imperiled Eyes            05:28    
7.         Kraf Dinner                 02:41    
8.         Phantasmagoria           03:59    
9.         Reduced to Ash          03:09    
10.       I Am in Command      03:34     


Jeff Waters      Guitars
Dave Scott Davis         Guitars
Ray Hartmann  Drums
Wayne Darley  Bass
Coburn Pharr   Vocals

Sólo un año después de su magnífico debut, Jeff Waters nos atacaba de nuevo con un aluvión de riffs y espectaculares solos de guitarra, el canadiense seguia on fire, de eso te dabas perfecta cuenta escuchando ese temazo que abre el disco. Fun Palace es una canción con todas las señas de identidad de Waters, riffs que se te enroscan en el cuello, contundencia, melodía y solo de campanillas. Todos los elementos que hacen, o hacían, de Annihilator un huracán de aire fresco imparable.

Ya hay cambios en la formación en este disco, desaparece el señor Rampage y entra en su lugar Coburn Pharr, que cumple perfectamente con su cometido, aunque personalmente me gustaba más la voz menos tomada y  más variada de Rampage, si bien es cierto que la voz rasgada y más limitada de Pharr le hace ganar en agresividad al disco. 

Ni que decir tiene que junto con Alice in Hell, este disco forma parte del núcleo duro de los fans de Annihilator, territorio sagrado. Y ciertamente ambos son decálogos del thrash metal elevado a su máxima expresión. Pero los Annihilator nunca se quedaron inmóviles, algo que suele ocurrir con los tipos que desbordan talento, como es indudablebemente el caso de Waters. Personalmente este segundo trabajo me gusta más que el primero, veo a un Water todavía más pletórico en su trabajo, inspiradísimo, que nos saca unos ritmos demoledores, dando como resultado un disco todavía más compacto que el primero. Los thrashers de toda la vida me saltarán a la yugular, pero yo agradezco esa mezcla de estilos que ofrece este disco. No es sólo thrash, tenemos varianetes, elementos de heavy e incluso sonidos que se podrían decir de la New Wave, un compendio de elementos que para mi la hacen una obra más divertida y completa. Posiblemente sea junto con el Waking the fury el album que más electricidad me transmite.


Es difícil destacar unos temas sobre otros porque todos tienen una calidad tremenda, pero posiblmente me quedaría con el ataque furibundo de Fun Palace; la combinación de fuerza y melodía de Never, Neverland; el ataque certero de Phantasmagoria con un despliegue de riffs tras otro, muchos de los cuales se harían célebres y populares entre multitud de bandas en el futuro, además de poseer un estribillo que te hace temblar hasta los pelos de la nariz; y, cómo no, la magia de Sixes and Sevens, una canción redonda, con ese medio galope tan maravilloso.

Curiosamente, tiene que haber gustos para todo..., para algunos fans este segundo disco aún siendo bueno fue una pequeña decepción pues se esperaban un segundo Alice in Hell. Es cierto que esa es una postura más de los que se metían thrash en vena y no veían casi otra cosa, pero hubo sus críticas. A mi me parece un disco a un nivel estratosférico y ya digo que superior a su debut. Los Annihilator seguían con una carrera fulgurante y Waters ya era todo uan celebridad, con sus excentricidades pero con su toque genial e inconfundible.

Disco completo:
https://www.youtube.com/watch?v=_k8gLyE0jqQ&list=ALBTKoXRg38BC4cuQzulm7Tg1_3Z1-g3VM

lunes, 30 de diciembre de 2013

Una conversación interesante

Viena es una ciudad hermosa, llena de nobleza y encanto, aristocracia, siglos de historia en cada piedra y en cada rincón. Una de esas ciudades que uno reconoce como diferente o especial en cuanto pone un pie en ella, especialmente si se trata de alguién con unas maletas tan parcheadas como las mías. No, no me entiendan mal. Soy joven, de nacionalidad americana y al mismo tiempo uno de los hombres más ricos de la tierra, o al menos lo seré algún día, cuando herede lo que me corresponde como hijo único. Un imperio, económicamente tan grande como lo es o ha sido Austria. Pienso que incluso podría comprarme toda esta ciudad, toda ella, sin dejar una sola esquina libre o ajena a mi poder. Pero perdería encanto, y es mucho más atractivo tratar de poseer aquello que no es tuyo, aunque sea temporalmente, que disfrutar de algo que ya das por seguro, si no que se lo pregunten a tantos y tantos los matrimonios que fracasan cada día.

Así que, efectivamente, soy rico, más de lo que pueda contar, al menos en público, en estos tiempos, hay que ser prudente, la mezquindad, la miseria, la necesidad y la envidia anidan en el corazón de los hombres como las ratas en los lugares templados, y los callejones de Viena, como los de cualquier gran ciudad, europea o americana , no son nada seguros en los albores del nuevo siglo XIX. Hay que ser prudente, sin duda, aunque reconozco que me cuesta. Un joven de mi posición y de mi porte no pasa desapercibido ni para los que tienen una estatus social considerable ni para la chusma que estaría dispuesta a adularte o asesinarte por un centavo. Aprecio demasiado mi cabeza como para ponerla en peligro tontamente, aunque reconozco que a veces me dejo llevar por las emociones.

Las mujeres y el alcohol son mi perdición, a fuer de ser sincero. Pero para qué hombre no lo son? Para un castrato, en todo caso, o un invertido, no es mi caso. Soy hombre y reconozco en las mujeres el mayor placer del universo. Además, como decía, modestia aparte, mi atractivo físico combinado con la seguridad que me da mi posición económica me hacen irresistible, lo sé, y esa es, de hecho, la mayor ventaja con la que cuento en el juego del amor.  Soy un mujeriego, sí, y eso combinado con mi afición al alcohol puede resultar un cóctel bastante explosivo, como he tenido ocasión de comprobar en más de una ocasión.

Viena es una ciudad que te lo ofrece todo. Cultura, arte, gastronomía y, cómo no, bellas mujeres, con una actividad nocturna propia de las grandes urbes. Jamás me podría acostumbrar a la vida en el campo, soy un animal social y mi deporte favorito es la caza nocturna. Un deporte que practico asiduamente y que me atrae más cuanto más desconocido y misterioso es el territorio que piso, como a cualquier cazador que se precie.

Así que Viena me atraía enormemente puesto que llevaba unos diez años sin visitarla. Y la verdad es que no había cambiado tanto, las mismas plazas, los mismos palacios, los mismos uniformes y las mismas tabernas nocturnas en las que emborracharse y disfrutar de la buena compañía. Me gusta cazar en solitario y hacerlo de incógnito, lo cual no quiere decir que me guste pasar desaparcibido, todo lo contrario, el ego me puede y la sutileza y el disimulo se desvanecen a la tercera jarra de hidromiel o de vino.

Así estaba pasando esa noche. La taberna de Mozart, así se hacía llamar tan suculento lugar, estaba atestada de gente de ambos sexos, en proporción casi pareja, por tanto no era difícil entablar relación con alguna bella dama por el precio de una jarra o el gesto de una sonrisa natural como la mía. Yo ofrecía ambas cosas, así que disfrutaba de la presencia voluptuosa de tres jóvenes doncellas que competían entre sí por captar mi atención, más por sus encantos naturales, ciertamente jugosos, que por su verborrea fácil y de poco calado, pero a quién le importa eso cuando uno lleva tal coro colgado a su alrededor? Soy buen bebedor, lo mismo que buen caballero y buen amante, así que sé zafarme bien en el juego del coqueteo, me gusta alargar el placer de la danza de caza mientras observo con atención lo que pasa a mi alrededor. Y eso que la morena de rizado cabello y espigada figura hacía cada vez más difícil esa tarea.

Lo que me tenía realmente cautivado, cosa realmente extraña, no era la figura de una mujer, sino la de un hombre solitario. Hacía unas dos horas que me había instalado cómodamente en mi trinchera y ese caballero ya estaba allí, bebiendo y hablando, tal parecía, consigo mismo, sin nadie alrededor. Era un hombre corpulento, ya entrado en años, si bien no anciano todavía, y además no tenía mala figura. Su tez era morena, sus cabellos largos, de un gris indefinido, con algunos mechones negros como el azabache, ojos llameantes y al parecer duro de oído, pues hacía caso omiso de todas las chanzas que le hacían los borrachos del lugar o de las insinuaciones de todas las féminas que no encontraban mejor partido. Me llamaba especialmente la atención su forma de mirar. No era en absoluto la mirada de un borracho, sé bastante acerca de eso. Por el contrario, era una mirada alerta, inquieta, perspicaz, escrutadora. Era..., era realmente contradictorio! Aquel tipo no hacía más que beber jarra tras jarra, mal sabe dios cuántas llevaría encima, y sin embargo seguía guardando la compostura, presto en su juego de detective nocturno.

Lo que acabó por decidirme fue su insistente mirada posada sobre mí, en mis devaneos amorosos con las cortesanas de la taberna. No me molesta que me miren. Al contrario de lo que dicen algunos necios, la mayoría de ellos feos o con complejos, que le miren a uno es un éxito y un placer. Hablo de esas miradas insistentes, que de forma esquiva tratan de captar detalles, poco a poco, de nuestra persona, como pretendiendo una falta total de interés pero reincidiendo en la trampa una y otra vez. Esas son las miradas que me gusta atraer y de las que me siento orgulloso. Sin embargo, hasta ese punto aquel hombre era también un misterio. Era una mirada de esas pero al mismo tiempo no lo era. Había un algo de burla o de desdén en sus ojos que rivalizaba con la admiración.


Muy a pesar de mis seductoras acompañantes, me levanté de mi mesa y me dirigí hacia la esquina en que se repantigaba aquel hombre, no sin antes prometer a mi más bella admiradora, la morena de porte gitano, que volvería a por ella en el discurrir de la noche. Creo que me echó mal de ojo, pero ya no podía hacer más, la curiosidad había hecho presa en mi de forma irremediable. Temía que el hombre me rechazase, quizás estuviese demasiado borracho después de todo o quizás fuese un grosero, es decir, un farsante como yo. Pero no había más opción que probar. 

- Me permite usted?
-Adelante - me indicó con un gesto leve de la cabeza - Ha tardado en decidirse...
- Eh...sí, bueno...
- Le entiendo, la mayoría no se hubieran acercado nunca
- A qué se refiere?
- A sus acompañantes, por supuesto, a qué si no? 
- Ya, bueno
- Son las más bellas del lugar. Usted no es de por aquí verdad?
- No, la verdad es que no me...
- Por favor, hable mirándome a la cara, soy bastante duro de oído, disculpe
- Ah, sí, claro, no pasa nada. Le decía, que, que efectivamente no soy de aquí. Soy americano.
- Habla usted el alemán perfectamente, enhorabuena
- Gracias, mi padre nació aquí y más tarde nos mudamos a los Estados Unidos.
- Mmm, un gran país. Y bien, qué es lo que le ha traído a esta mesa?
- Su forma de mirarme, o de mirar a todo el mundo, me ha llamado la atención, parece usted un hombre interesante y...al mismo tiempo... fuera de lugar. 
- A qué se dedica usted?
- Cómo dice?
- Cuál es su profesión!?
- Bueno, realmente...es difícil de definir, quiero decir que... no me dedico a nada en concreto. Entre usted y yo, le seré franco. Mi padre está de dinero hasta las cejas, algún día yo heredaré su fortuna y...
- Pero mientras tanto hará usted algo, no?
- Yo...
- Eso es lo que estaba observando
- Perdón? Qué quiere decir?
- Como empresario será, o sería si se decidiese a ello, un auténtico desastre, lo veo claramente
- Oiga, cómo se atreve? Pero qué se ha creído?
- Cállese cuando yo le hablo, jovencito! Como empresario usted no vale ni para ser una sanguijuela. Sin embargo, usted tiene algo. Y no me refiero a su atractivo físico, eso es evidente, ni a su dinero, eso tampoco. Tiene algo que no todos los hombres poseen. 
- No entiendo a qué se refiere
- Confianza
- Bueno, no creo que...
- Sí, confianza en lo que hace, en cómo actúa, en cómo habla y gesticula. Es bueno en lo suyo, sabe ganárselas, lleva esa fuerza dentro de sí que atrae a las personas. En una palabra, tiene madera de artista.
- Se ríe usted de mi
- En absoluto. No suelo reir sin una buena causa, se lo digo de verdad
.-Perdone, pero creo que es usted un embaucador, un tipo que quiere sacarme dinero o unas jarras de cerveza. Un artista! jajaja por dios, no sea ridículo!
- Además, puedo añadir que es usted un insolente y un necio!
- Vaya, vaya, ya ha salido su verdadero yo eh?
- Váyase al infierno. Vuelva con su grupo de rameras aduladoras, estarán por ahí con algún borracho feo y desdentado pensando en usted
- Qué decepción, pensaba que sería usted un personaje interesante. Sabe? Me acerqué a su mesa, porque soy un cazador de personas, en el sentido figurado, por supuesto. Bueno, realmente, con las mujeres...En fin, que mi mente y mi corazón no se sacian nunca, necesito empaparme de otras almas, mirar a los ojos de los hombres y buscar en ellos..., algo, una respuesta, no sé a qué, pero sigo buscando... Por eso me levanté de mi mesa, pensaba que usted me podría ofrecer algo que otras personas no han sido capaces de darme hasta ahora. Pero ya veo que es solo un viejo borracho. Solitario, gruñón y... En fin, para qué seguir perdiendo el tiempo. Que disfrute usted de sus cervezas, las dos siguientes corren de mi cuenta - le dije mientras le tiraba unas monedas sobre la mesa- Al final se ha salido con la suya eh? señor...?
- Beethoven
- Qué??? jajaja...
- Ludwig van Beethoven para la gente como usted. Llévese sus monedas. 

Pececito

   

Top 10, 2013


Por supuesto, hablamos de un top rock, o on the rocks, y de metal, es lo bueno de la música, que hay tal variedad de estilos que cada uno puede escoger el suyo o incluso varios a la vez. Pero en este blog sólo se escucha rock, salvando las recomendaciones peregrinas, inevitables y de obligatorio cumplimiento de mi amiga "la rubia" (a quien, por cierto, aprovecho la coyuntura para enviarle muchos besos y desearle un feliz 2014, con muchas alegrías y blablabla, ah, y a ver si arreglas el móvil...).

Dicho ésto, vamos con lo mejor que nos ha dado este pobre, vaya por delante, 2013. Pero es algo que a nadie sorprende, bueno, al que tenga ojos y pasado, claro. El metal va cuesta abajo, nos guste o no, y lo nuevo que sale, en su mayoría, ya no tiene la calidad de antaño o se repite más que el ajo. Pero en fin, siempre nos quedará París.

1. And the winner is...: SATAN - LIFE SENTENCE. No me voy a esforzar mucho en vender el disco, aparte de que ya le hice la crítica en su día, porque la mejor forma de venderlo es escucharlo. Es decir, sobran las palabras. Un auténtico discazo de principio a fin, con unas guitarras sobresalientes y una composición cuidada y super, super, adictiva. No me lo esperaba de ellos, no porque no tengan calidad y no la hayan demostrado sobradamente en el pasado, pero es que a estas alturas de su carrera te saquen esta joya es para quitarse el sombrero y para ponerlo como ejemplo a tantas y tantas bandas que nos ofrecen basura nuclear año tras año.


2. Manilla Road: Mysterium. Otros a los que no hay que descubrir, menos si cabe, pura leyenda. Y otros que siguen en la carretera, curiosamente salen más ahora que en los 80! A la vejez viruelas! Me doy con un canto en los dientes por haber tenido la gran suerte de verlos dos veces este año, dando auténticas lecciones de épica, entrega y profesionalidad. Un disco muy épico, con un sonido muy ochentero, siguiendo y mejorando la buena forma que ya mostraban en su dos anteriores discos. Creo que los Manilla se encuentran en una segunda juventud, como hacía años que no se sentían, y eso es para hacernos sentir muy contentos, porque prometen metal cavernícola y calidad por mucho tiempo.


3. Michael Schenker's Temple of Rock: Bridge the gap. El genial guitarrista alemán la ha vuelto a liar y nos ofrece un disco de rock a la vieja usanza aunque con un sonido moderno, pero repleto de solos y ritmos de guitarra propios de este genio. Su alianza con White está siendo de los más fructífera. No llega al nivel de sus discos de los 80 pero sí que es material de calidad, de ese que se disfruta y que mola ver en directo. Schenker all the way.


4. Oliva: Raise the curtain. El gordo Oliva sigue abriendo cajones, encontrando partituras y cintas de su inolvidable hermano y ya van así no sé cuántos años... El caso es que este disco está genial, él hace de hombre orquesta y la orquesta suena a las mil maravillas.

5. Atkins May Project: Valley of shadows. El primer cantante de los Judas siempre ha sido un tío honesto, de esos que ves venir y que hace lo mismo album tras albúm. Pero en los últimos años está más inspirado y a su garra se une la calidad a las seis cuerdas del amo May. Un trabajo muy emotivo, de esos que te ponen la piel de gallina.

6. Trouble: distortion field. Los americanos siguen a lo suyo. Y es que me estoy dando cuenta de que llevo 5 de 5, no hay sorpresas, todos viejos rokeros. Doom metal con garra, para que cambiar si lo haces genial .

7. Legend: the dark place. Seguimos para bingo. Ahora esta leyenda de la New Wave, con tres discazos en los 80, vuelven después de diez años de silencio. La voz melódica de Lezala y el guitarreo supreme, no se puede pedir más.

8. Vicious Rumours: electric punishment. El título no puede ser más apropiado. Las huestes de Thorpe (el maestro botellero, si no que se lo pregunten al pequeño gran Rivera...) nos asedian con sus ritmos galopantes una vez más. Sus discos pueden estar más o menos inspirados, pero siempre sabes de qué lado juegan. Éste es de los inspirados.

9. Attacker: Giants of Canaan. US Power en vena de parte de estos longevos músicos, pa qué decir más?

10. Warlord: The holy empire. Otro de esos grupos que tardan en sacar material nuevo, casi una década. Pero ha valido la pena la espera, porque el señor Tsamis llevaba madurando sus solos y sus riffs mucho tiempo. Grandioso disco, repleto de épica y buen gusto.

En fin, estos son los 10 que más me han gustado, está claro que siempre quedan cosas fuera, pero repito una vez más, no nos engañemos, la cosa anda pelada. Del panorama español prefiero ya ni comentar, porque es de vergüenza ajena.

Como gran decepción del año pondría a:

Annihilator. Llevan años sacando la misma mierda, desde que Paden (??) entró en las filas del canadiense, no aporta nada pero lo anula todo, y así siguen. Uno nunca pierde la esperanza de que vuelvan al camino recto, pero...

Y para acabar, la gran esperanza:

JUDAS fucking PRIEST!!!. Seguimos esperando por su último disco, pensaba que saldría este año, pero no. Eso sí, no creo que pase de 2014 porque se nos van por el barranquillo... Seguro que será un disco que nos hará temblar las tachuelas y los parches.

I love this music!

domingo, 29 de diciembre de 2013

John Boyne - el niño con el pijama de rayas


Novela de ficción pero que está inspirada en las tragedias humanas, sociales y personales, en los holocaustos ocurridos durante la Sengunda Guerra Mundial y esa negrísimo capítulo de la Historia que marcó el nazismo. Como dice el propio libro en su contraportada, la historia está escrita y contada a través de los ojos de un niño de 9 años, pero no es una historia para niños y mucho menos para los de ahora a los que, afortunadamente, todo esto les queda ya muy lejos o directamente no les suena de nada.

La historia está escrita con un estilo sencillo, incluso siguiendo la línea de pensamiento de Bruno, el niño de 9 años que ve como todo su mundo cambia cuando su familia se traslada de la bulliciosa Berlin hasta un páramo desolador, de muerte e infamia, como es el campo de concentración de Out-With (como le llama en la versión original el niño al campo de Auschwitz). El entorno no puede ser más inadecuado para un niño, sin embargo Bruno por una casualidad conseguirá hacer amistad con un niño polaco que vive al otro lado de la valla que marca la diferencia entre la libertad y la muerte.

Lo que más me gusta del libro es como el autor plasma con sencillez y maestría el contraste entre la postura cargada por el orgullo de los militares alemanes y el de gente normal, alemanes también, que ven la realidad de una manera diferente, sabiéndose en manos de un desequilibrado mental. Genial, la escena que nos dibuja Boyne cuando Hitler visita la casa de Bruno para cenar con su padre y encomendarle que se haga cargo del genocidio judío en Polonia.

El libro se llevó al cine y de ahí salió la peli con el mismo título, que en mi opinión no está mal aunque no llega a la altura del libro, especialmente porque dulcifica demasiado la esencia del mensaje, pero de todas formas se deja ver sin problemas.



Título original: The Boy in the Striped Pajamas (The Boy in the Striped Pyjamas)
Año: 2008
Duración: 94 min.
País:  Reino Unido
Director: Mark Herman
Guión: Mark Herman (Novela: John Boyne)
Música: James Horner
Fotografía: Benoît Delhomme
Reparto: Asa Butterfield, David Thewlis, Vera Farmiga, Rupert Friend, Cara Horgan, David Hayman, Amber Beattie, Sheila Hancock, Richard Johnson, Jack Scanlon
Productora: Coproducción Reino Unido-USA; Heyday Films / BBC Films / Miramax Films
Género: Drama | Holocausto. Infancia. Amistad. II Guerra Mundial. Nazismo



Película completa en español:
https://www.youtube.com/watch?v=5I1XeyJ8kao

Volkswagen Karmann ghia cabrio 1.6



Wilhelm Karmann GmbH, más conocida como Karmann, localizada en Osnabrück, Alemania, fue hasta 2009 el fabricante independiente de motores para automóvil más grande de Alemania. Durante más de un siglo la empresa desempeñó diferentes funciones, desde el diseño a la producción, el ensamblaje de componentes, etc para distintos fabricantes de automóviles, entre los que se cuentan Chrysler, Porsche y Volkswagen Group.


Entre los coches más famosos producidos por Karmann a lo largo del siglo XX están el Escarabajo (1949-80) y, más recientemente, el que traigo hoy a colación, el Volkswagen Karmann Ghia. Entre 1955 y 1974 se produjeron casi medio millón de unidades del Karmann Ghia, un coche de líneas sencillas y elegantes que guarda al mismo tiempo un carácter de deportivo de la época.

Karmann también fabricó también el Corrado, el Scirocco y el Golf Cabriolet para la marca Volkswagen. Otros modelos en los que participó fueron el Ford Sierra, el Audi A4 Cabriolet, el Mercedes-Benz CLK, el Chrysler Crossfire, entre otros.


Como curiosidad, hay que señalar que muchos de los coches producidos por Karmann incorporaban su propia marca o logo aunque estuviesen fabricados para terceros. Donde quizás haya brillado con más éxito el fabricante alemán es en la fabricación de los convertibles, de hecho, era un habitual suministrador de componentes para capotas para macas tan relevantes como Mercedes o Renault.

martes, 24 de diciembre de 2013

Warlord - the holy empire (2013)


1.         70,000 Sorrows         06:55     
2.         Glory                         06:24     
3.         Thy Kingdom Come   06:49    
4.         City Walls of Troy      03:34     
5.         Kill Zone                    07:37     
6.         Night of the Fury         07:14     
7.         Father                         05:21     
8.         The Holy Empire         11:30    


Mark Zonder   Drums
Philip Bynoe     Bass
Richard M. Anderson  Vocals
William J Tsamis          Guitars


Para quien no conozca a los Warlord, a pesar de que llevan más de 30 años existiendo, lo que no quiere decir editando discos, decirles que van a descubrir un grupo atípico, dirigido con mano maestra por su guitarrista William Tsamis, que adora crear melodías con su guitarra, algo que se plasma en todos sus discos con su estilo peculiar. Le acompaña un batería como Zonder que sabe crear ritmos específicos para la destreza del maestro guitarrero. Este no es un grupo para los que buscan caña sin más. Los Warlord siempre nos han ofrecido ante todo elegancia, calidad, grandes ritmos, riffs mágicos, solos afortunadamente interminables y por momentos ritmos contundentes. Es cuando conjuntan todos esos elementos en un mismo tema cuando los Warlord nos hacen tocar el cielo y nos mantienen ahí arriba. Algo que sucede en repetidas ocasiones a lo largo de este disco, como iremos viendo.

Lo que tenemos aquí es un disco marca de la casa, con todas esas señas de identidad a las que nunca han renunciado Warlord. Para algunos, quizás los más jovenes (si es que lo llegan a escuchar, porque ésto no te lo venden en los fanzines que pululan por ahí), aunque no necesariamente, su música pueda sonar trasnochada, perdida en la noche de los tiempos. Como digo a veces, es uno de esos discos que para saborearlo debes tener una mochila a tus espaldas cargada con muchas, muchas, escuchas, si eres un recién llegado seguramente no lo acabes ni de escuchar. Para todos los demás, chequera al canto y a comprárselo porque es una joyita imprescindible en cualquier discoteca que se precie.


70,000 Sorrows abre el disco con unos tintes apocalípticos, un oscuro riff y la voz del señor Anderson que por momentos me recuerda a la del gran maestro Halford, el Metal God me perdone la osadía, moviéndose en tonos graves. Se trata de un medio tiempo que nos mantiene en vilo, esperando que se desate la tormenta. Y, cómo no, el señor Tsamis se hace con los mandos y va acelerando la canción, riff tras riff, solo tras solo, con un predominio de melodías arabescas. Tsamis es un guitarrista como la copa de un pino que siempre ha gustado de dar mucha melodía a sus canciones, con los años no ha perdido el gusto. La canción está repleta de paisajes instrumentales a modo de transición por un mundo oscuro y subterráneo.

Glory sigue donde acaba el tema anterior, mucha melodía en los riffs de Tsamis. Ritmo pausado y cargado de épica. En cierta manera estos Warlord me recuerdan mucho a los clásicos Sarracen, en cuanto a los ritmos y paisajes melódicos. Parece una música atemporal, añeja, anclada en el pasado, que prescinde de moderneces y de modas, van a lo suyo y punto. Heavy clasicote con unas dosis de elaboración superior a la media, a lo que nos suelen servir enlatado. Siempre con el sello de identidad del gran jefe a las seis cuerdas, que se deleita en los punteos melódicos y entroncando unos riffs con otros, como siempre ha sido Warlord, marca de la casa.

Thy Kingdom Come nos ofrece más de lo mismo, melodía a raudales, guitarras cristalinas y ritmos pausados. Warlord en estado puro, rindiendo culto a la música épica melódica, casi se podría decir música de culto. Anderson sube bastante sus agudos en este tema, por los demás continuidad con lo escuchado hasta ahora.

City Walls of Troy rompe la línea de melodía con unas guitarras cargadas de distorsión y un riff que llama a las armas, cargado de malas intenciones, tenebroso. El tema más heavy en lo que va de disco, con una sección rítmica mucho más potente. Solos melódicos infinitos, para caerse de espaldas, ganamos en potencia, en decibelios y en ritmo, aunque sigue predominando el medio tiempo. Temazo.

Kill Zone comienza con una batería cargada de electricidad, un ritmo potente, acompañado de un riff maestro y un agudo de los pocos que pone en práctica el comedido pero equilibrado señor Anderson, que en esta canción se muestra más agresivo que en las anteriores. De nuevo nos encontramos con un tema complejo, cargado de riffs potentísimos que harán las delicias de los que amamos ese sagrado instrumento y a quienes le saben extraer todo su jugo, como es el caso del gran Tsamis, me saco el sombrero ante el maestro. Otro tema muy épico pero con una energía arrolladora, de esos de levantar el puño sin parar, muy poderoso, con constantes cambios de ritmo y un despliegue de riffs que nos dejará boquiabiertos, a veces te llegas a preguntar si no habremos cambiado de pista, pero no, estamos en el mismo tema. El temazo del disco, en mi opinión 
           
Night of the Fury, vuelve la melodía y el sonido más épico, pero con más fuerza que en los dos primeros temas, es como si hubieran ya calentado motores y nos ofrecen riffs muy poderosos y ritmos contundentes, con constantes cambios, unos tras otros. La voz de Anderson se mueve en tonos graves y pausados, desgranando las letras, algo que le queda muy bien a los temas y que da un contraste muy efectivo con los ataques desaforados y certeros de Tsamis. El resultado son canciones especiales, de medios tiempos pero cargadas de calidad y poder. Un grupo atípico donde los haya, para paladares madurados por los años, sin duda, envejecido en barrica durante más de 30 años, nos ofrecen un exquisito licor. Solos deliciosos, destreza a las seis cuerdas y sentido especial para componer melodías, hacen de estos Warlord de Tsamis y Marzk Zonder una auténtica joya. Uno de los temas más épicos del disco, brutal.

Father  nos retrotrae un poco a los inicios del disco, con riffs más neoclásicos y ritmos más pausados y menos agresivos, que no están mal, pero que no son los que más me gustan, aunque su calidad es indudable. Creo que Tsamis da lo mejor de sí mismo cuando sabe combinar la melodía que supura en todo momento con ritmos agresivos, furiosos y distorsionados. Aquí sin embargo predomina más lo primero que lo segundo.

The Holy Empire es el tema más largo del disco, más de once minutos. Acaba como comenzó el disco, con más carga épica si cabe, con unos coros muy cargados. Riffeo y solos a raudales.

Me quedo con los temas centrales del disco, donde además de melodías increíbles aparecen ritmos más agresivos y contundentes, con una fuerza increíble. Pero en líneas generales este es un disco para deleitarse escuchándolo de manera pausada, relajada, algo que quizás no guste a todo el mundo, calidad tiene por arrobas. 

Disco completo:


lunes, 23 de diciembre de 2013

Atlain - g.o.e. (1985)


1.         Waste 04:07  
2.         Guardians of Eternity   03:39  
3.         Break Down Your Neck        04:13  
4.         Brainstorm      04:36  
5.         Out on the Streets       04:09  
6.         Fast Attack     04:32  
7.         Space & Time 03:43  
8.         Demon's Feast            03:51  
9.         Break That Wall         06:02  
  
Andre Chapelier          Bass
Chris Efthimiadis          Drums
Andreas Büttner           Guitars
Jörg 'Pritze' Pryzarski   Guitars
Peter Müller     Vocals

Segundo y último album de los alemanes, aquí se acaba su historia. Después del magnífico Living in the dark, ya comentado en este blog, disco cavernícola donde los haya, los Atlain hacen su segunda apuesta, para mi gusto, inferior a su disco debut, aunque no deja de ser un buen trabajo.

Supongo que poca gente dentro de este mundillo conoce a los Atlain, razón de más para hablar de ellos. Corría el año 85 y Europa, y Alemania más en concreto, era un hervidero de bandas heavys de todos los estilos y colores, aunque predominando el speed metal en centroeuropa y con la invasión que se avecinaba ya de bandas thrash. La escena americana era distinta. En ese contexto se sitúan estos Atlain, un grupo más en medio del maremagnum, sin mucha promoción y sin mucha trascendencia a nivel internacional.

Como decía, personalmente este segundo disco lo considero inferior al primero. A ver, es un disco más pulido, más limpio, con mejor sonido si se quiere, pero en el camino se dejan parte de la esencia que para mi los hacía tan especiales y que hacen de su debut una joya a guardar como oro en paño. Con el nuevo disco se hacen más convencionales, salen un poco a la luz del día después de haber vivido en las catacumbas, pierden en gran parte su condición de cavernícolas y por tanto una parte importante de su sabor especial. Pero con todo no es un mal disco ni mucho menos, al contrario, es pertectamente disfrutable y divertido. Digamos que lo que tenemos entre manos con este G.O.E. es una mezcla entre el power metal alemán de la época y el thrash que venía como un tsunami, causando furor, aunque eso sí, siempre con un sonido limpio y guitarras bastante cristalinas.

Peter Müller hace un buen trabajo a las voces, no es un tipo especialmente dotado, sus agudos no dejaran a nadie pasmado, pero sí que consigue combinar fuerza y melodía de manera eficaz. Las guitarras son veloces y a tope de sabor ochentero, apoyadas en una buena base rítmica, un conjunto muy pulcro y eficiente, que caminó hacia un punto más neutro dentro del metal de la época. Por cierto, que el batera, Chris Efthimiadis, se uniría posteriormente a las filas de los también alemanes Rage, estos bastante más aclamados y conocidos. El disco viene marcado por los ritmos veloces, con escasos altos para tomarse un respiro, algo que, de nuevo, echamos de menos con respecto a su predecesor, que sin ser tampoco un ejemplo de virtuosismo sí que gozaba de mayores dosis de originalidad.

Por cierto, las siglas que dan título al disco responden a Guardians of Eternity. La verdad, no entiendo por qué no pusieron el título entero. Según comentaba en una entrevista uno de los miembros del grupo era porque en esa época estaba bastante de moda poner ese tipo de abreviatuas... No comments.

En deifinitiva, un disco que se deja escuchar bien aunque no es matador, una pequeña decepción después de la impronta dejada por el Living in the dark.

Annihilator - alice in hell (1989)


1.         Crystal Ann     01:41     instrumental
2.         Alison Hell      05:00  
3.         W.T.Y.D. (Welcome to Your Death)  03:56    
4.         Wicked Mystic           03:37    
5.         Burns Like a Buzzsaw Blade   03:33    
6.         Word Salad    05:49    
7.         Schizos (Are Never Alone) Parts I & II          04:32  
8.         Ligeia  04:47    
9.         Human Insecticide       04:50    


Jeff Waters      Guitars, Bass, Vocals (backing)
Ray Hartmann  Drums
Randy Rampage          Vocals
Wayne Darley  Bass


Cuando uno revisa un clásico que tiene más de 20 de años de antigüedad y que ha alcanzado un éxito y reconocimiento masivo, la verdad, es que no hay mucho que decir o añadir, al menos no se va a descubrir nada, nada que no se haya dicho o comentado ya con anterioridad en cientos y cientos de páginas. No es el caso de un grupo underground, donde uno puede descubrir cosas a una mayoría de no iniciados. Los Annihilator llevan muchos años en el mercado, tienen un nombre, una marca se podría decir incluso, y eso a pesar de que los últimos discos de la banda, me refiero a los que se han editado desde la salida del gran Comeau de la banda, son un truño de dimensiones paleolíticas. 

Este es el disco debut de la banda más famosa de Canadá. Un joven poco conocido, el señor Waters, dejaba pasmado al personal con el despliegue de un arsenal de riffs y solos de guitarra como pocos se habían visto hasta esa época. Realmente se puede decir que Annihilator elevó el thrash a un séptimo cielo con este disco y con el que vendría despúes, su también fantástico Never, neverland.

Con este debut Annihilator llega a la cumbre del thrash, tarde quizás para el año en que se publicó, pero no por eso de manera menos exitosa y contundente. Digo tarde porque los 90 estaban a la vuelta de la esquina y todos sabemos lo que significó eso, sin embargo los canadienses todavía editarían muy buenos discos en los 90, todavía tenían mucho que mostrar, aunque eso será objeto de revisión otro día. Lo que tenemos aquí es un thrash ultraspeedico y técnico a la vez, pero ojo, no exento de melodías y unos solos de caerse de espaldas, algo que sin duda los diferenciaba del 90% de los thrashers que pululaban por el orbe metalero. Eso se debe sin duda y sobre todo, a la calidad técnica a las 6 cuerdas del gran jefe, y bicho raro donde los haya, Jeff Waters. Un tío especialista en sacar ritmos que cortan la respiración y muy hábil y acertado en los solos de guitarra, es decir, un guitarrista sumamente completo, que además. y al menos hasta recientemente, se sabía rodear muy bien, aunque llegó a editar discos prácticamente en solitario. 

Randy Rampage hace un buen trabajo vocal, con una agesividad no exenta de notas que acompañan perfectamente la locura de Waters, un binomio perfecto, aunque poco duraría en la banda porque ya no estaría para el segundo disco. Curiosamente volvería años más tarde con el Criteria for a black widow, las cosas del Sr. Waters, me atrevería a decir. Aunque, por haches o por bes, los buenos discos de Annihilator siempre han contado con buenos vocalitas, si exceptuamos al propio Waters, que aunque no lo hace mal del todo, cantar no es lo suyo 

Personalmente, no es mi disco favorito de Annihilator, aunque reconozco que fue un trueno en su época, con todo merecimiento, y que ocupa un lugar destacado en el Olimpo de los dioses del metal. Annihilator siempre ha sido una banda a tener en cuenta, un grupo de esos que sabes que pueden aportar cosas nuevas, frescas, algo al alcance muy pocos.

Odisea


domingo, 22 de diciembre de 2013

Joan Fontaine (1917-2013)


Nos ha dejado una de las grandes musas del cine, Joan Fonataine. Su elegancia, su belleza, su aparente fragilidad, su dulzura siempre me cautivaron. Su papel en Rebecca, que vi de muy pequeño, me dejó enamorado y trastocado, forjó en mi mente una idea feminidad, un modelo de mujer, insuperable, diría que inexistente, aunque uno nunca pierde la esperanza... Actrices como Joan Fontaine nos regalan momentos mágicos impagables, eternos, por los que merecen ser siempre recordadas.


Fontaine, curiosamente, nació en Tokio (Japón) en 1917, mantenía una enconada relación de rivalidad con su hermana y también actriz Olivia de Havilland (Lo que el viento se llevó), a la que arrebató el Óscar de mejor actriz en 1942. Ambas nunca se llevaron bien, pelearon por papeles protagonistas en Hollywood y protagonizaron sonados desaires. Havilland, que tiene 97 años, aún vive en París.


Cuando Joan contaba apenas dos años de edad, sus padres se divorciaron. Joan era por aquel entonces una niña enfermiza que había desarrollado anemia. Por prescripción de los médicos, la madre de Joan se trasladó con sus hijas a los Estados Unidos donde se asentaron en la ciudad de Saratoga, California. La salud de Joan mejoró rápidamente y pronto empezó a tomar lecciones de dicción junto a su hermana. También fue una niña muy brillante que obtuvo un valor de 160 en un test de inteligencia a los 3 años. A los 15 años, Joan volvió a Japón donde vivió con su padre durante dos años.


Considerada una de las leyendas del "Hollywood dorado", trabajó con muchos de los mejores directores de la época: Orson Welles, Billy Wilder, George Cukor, Anthony Mann, Fritz Lang, etc. Hitchcock fue quien la lanzó al estrellato en su papel de la atormentada señora Winter en Rebecca junto al gran Laurence Olivier. La actriz, que tiene una estrella en el paseo de la fama de Hollywood, será también recordada por filmes como Idilio en septiembre, Ivanhoe o Carta de una desconocida. Su última interpretación fue en 1966 en Las brujas.


Durante los años 60, Joan Fontaine continuó trabajando en el teatro, donde apareció en obras como Vidas privadas, Cactus Flower y la producción austriaca de El león en invierno. Realizó apariciones esporádicas en la televisión durante los años 70 y 80 y fue candidata a un Emmy por la telenovela Ryan's Hope en 1980.


La actriz estuvo nominada tres veces al Óscar a mejor actriz, lo ganaría con su papel en Sospecha. Debutó en el teatro a los 18 años en un pequeño papel en Kind Lady y en 1935, comenzó su tcarrera en el cine con el seudónimo de Joan Burfield, en un pequeño papel en la película No más mujeres, de E.H.Griffith, y posteriormente adoptó el apellido de su madre, Fontaine.


En 1989 fue galardonada en un homenaje a su carrera artística durante la celebración del Festival de San Sebastián.


En 1978 publicó sus memorias, tituladas No fue un lecho de rosas, como muchas otras estrellas o famosos del cine o de otras artes, o como mucha gente anónima que nunca publicará sus memorias, tuvo sus malos momentos. Quién dijo que la vida fuera fácil? Para éso no es necesario ningún tipo de investigación científica, por desgracia hay casos más que probados de su evidencia, y Joan Fontaine no fue una excepción.

Valencia 75- Madrid 82, batalla épica

El Madrid es posiblemente el mejor equipo de Europa en este momento, al menos el que está más en forma, y lo ha vuelto a ratificar hoy en esa dificilísima cancha del Valencia. Partido a cara de perro, de esos que gusta ver aunque no seas de ningún equipo, como es mi caso, simplemente para disfrutar del buen basket.

Al Madrid hay que ganarle en 40 minutos, esa es una de las conclusiones que se podría extraer de este bonito partido, porque el Valencia fue superior en los dos primeros cuartos, pero los blancos nunca bajan los brazos, tienen la moral por las nubes y no se rinden ante ningún obstáculo. Así que en la segunda parte el Madrid inició la remontada y acabó llevándose el partido.

La ventaja del Valencia al descanso se fraguó en un excepcional esfuerzo físico en defensa y un ataque veloz y fluido. Pero, claro, es muy difícil, por no decir imposible, mantener ese nivel durante 40 minutos. En la segunda parte las fuerzas empezaban a fallar y con ello llegaban más faltas a favor de los blancos y también más espacios. El juego ofensivo del Valencia es muy potente, sobre todo desde el exterior, pero el del Madrid es el mejor perímetro del continente. Además, Mirotic le ganó claramente la partida a Doellman, que apenas apareció y los naranjas lo echaron muy en falta, especialmente en el último cuarto. Chacho ha vuelto a dejar claro quien es el mejor base de la competición, su habilidad para encontrar al compañero en la mejor posición y su amenaza en el tiro lo hacen de un valor incalculable, un tipo que marca las diferencias.


A la calidad de cada uno de los  jugadores de Madrid hay que sumarle un juego colectivo de esos que se dicen de memoria. Uno piensa en el Barcelona y lo ve plagado de estrellas, sin embargo, su juego de equipo está a años luz. El Madrid mueve la bola rápido, con los movimientos bien estudiados, interiorizados. Y a todo ello hay que sumarle el factor del equipo invicto y que se ve favorito a todo, eso refuerza todavía más su moral y la consistencia de su juego, como el del luchador que se sabe mejor que nadie y nunca da una batalla por perdida, porque su orgullo y su hambre de éxitos no se lo permiten.

Posiblemente éste haya sido el partido más duro que haya enfrentado el Madrid en lo que va de temporada. Lo ha saldado con una nueva victoria y con ello suma 23 consecutivas, su mejor arranque de temporada desde 1960. El próximo domingo disfruataremos del clásico entre los clásicos: Madrid vs Barca. Serán capaces los de Pascual de frenar la locomotora blanca? Viendo el juego de uno y otro la respuesta se podría presentar fácil, pero esto es BA-LON-CES.TO, y todo puede pasar.

El Unicaja naufraga en Santiago

Obradoiro 79 - Unicaja 61

Se puede decir que a estas alturas de temporada el Obradoiro ya tiene en su adn la impronta de Moncho Fernández, es decir, un equipo rocoso y asfixiante en defensa, que pone en muchas dificultades al contrario, luchando hasta el último minuto, sin arrojar nunca la toalla. A eso hay que sumarle que las principales piezas ofensivas se van entonando, especialmente el francotirador Alberto Corbacho que parece que definitivamente ha encontrado su fusil.


La defensa de Río Natura Monbus fue el faro que, una vez más, guió la nave santiaguesa hacia la victoria, acrecentando su demoledora estadística de victorias en encuentros con tanteos iguales o inferiores a los 70 puntos. En ningún momento Unicaja fue capaz de superar las defensas de continuos cambios de hombre del equipo compostelano. El Rio Natura Monbus dominó desde la primera jugada y llegó a tener ventajas de hasta 20 puntos. Un dato más que significativo: ni uno de los jugadores del Unicaja consiguió anotar ni un solo punto!

Alberto Corbacho ha jugado su mejor partido de la temporada en la victoria de los gallegos frente al Unicaja, con 21 puntos, 27 de valoración y 6 triples. Esos seis triples son el tope de su carrera, una cifra que ya había alcanzado cinco veces anteriormente y que además es el tope de un jugador del Obradoiro en la Liga Endesa, honor que comparte con el “loco” Kostas Vasileiadis, que también llegó a anotar seis triples con la camiseta gallega. Tras anotar seis triples esta jornada, el balear ya promedia 2,7 por partido, lo que le permite colocarse segundo en la tabla de máximos triplistas de la Liga Endesa, solo por detrás de Scott Wood.

79 - Rio Natura Monbus (24+16+25+14): Vasilis Xanthopoulos (2), Pavel Pumprla (2), Alberto Corbacho (21), Mario Delas (12), Mike Muscala (17) -cinco inicial-, Durand Scott (-), Micky García Stobart (-), Ben Dewar (5), Oriol Junyent (11), Nick Minnerath (-) y Rafa Luz (9).

61 - Unicaja (14+18+16+13): Jayson Granger (5), Ryan Toolson (17), Mindaugas Kuzminskas (4), Domas Sabonis (-), Fran Vázquez (-) -cinco inicial-, Sergi Vidal (2), Txemi Urtasun (9), Earl Calloway (5), Carlos Suárez (19), Rafa Hettsheimeir (-) y Vladimir Stimac (-).

Árbitros: Antonio Conde, Luis Miguel Castillo y Antonio Sacristán. Eliminaron por acumulación de cinco faltas personales a Mike Muscala por el Rio Natura Monbus.

Incidencias: Partido correspondiente a la Jornada 11 de la fase regular de la Liga Endesa disputado en el Fontes do Sar ante 5.186 espectadores.

Invierno... pero primavera en mi casa


miércoles, 18 de diciembre de 2013

Savatage - sirens (1983)


Arriba la portada original, luego se editaría con esta otra, más conocida:


1.         Sirens  03:40    
2.         Holocaust       04:36    
3.         I Believe         05:28    
4.         Rage   02:40    
5.         On the Run     03:31  
6.         Twisted Little Sister    03:38    
7.         Living for the Night     03:20    
8.         Scream Murder          03:50    
9.         Out on the Streets       05:11    

Jon Oliva         Vocals, Piano
Criss Oliva       Guitars, Vocals (backing)
Keith "Thumper" Collins           Bass, Vocals (backing)
Steve "Doc" Wacholz   Drums, Percussion


Originariamente el disco se grabó con el sello Par Records y con esa portada que muy pocos conocerán porque es casi imposible de encontrar, un objeto de coleccionista. Posteriormente se reeditó con portada nueva, la que ya todos conocemos y con el que sería el logo definitivo de Savatage, una marca, se podría decir, en el mundo del metal. Por eso es muy curioso esa primera edición con portada diferente y el logo prehistórico que nunca más volvería a aparecer. Posteriormente se harían varias ediciones en formato cd, de la que destacó especialmente la edición "silver" por su calidad de sonido, información adicional sobre la banda y el disco en particular, además de incluir bonus tracks e incluso una tema oculto, que destaca más por su curiosidad que por su calidad, pero que para frikis de la banda, como yo, vale su peso en oro.


Estos son los comienzos de la mágica banda americana. Previamente se había publicado bajo el nombre de Avatar un EP titulado City beneath the surface, que ponía las primera piedras en su camino. Pero es con el gran Sirens cuando se pone verdaderamente en marcha el motor de los Savatage, la máquina de hacer realidad los sueños metaleros de los hermanos Oliva. La banda grabó en su día 15 temas que verían la luz en dos entregas, la primera parte con este disco y la segunda un año después con el EP The dungeons are calling, también de una calidad por encima de la media, pero que ya comentaré en su momento.

Sirens comienza con la canción que le da título, un ataque directo a la yugular y que pone sobre la mesa las credenciales de la banda. La voz inconfundible de John Oliva, que va desde sonidos graves, melódicos incluso, hasta sus característicos agudos, tan típicos y tan inconfundibles en él, en todo caso una voz que aporta sobre todo sentimiento. Hay gente que dice que no gusta de su forma de cantar, pero para mi Oliva siempre ha sido ante todo un narrador, un contador de historias con una habilidad especial para transmitir sensanciones. Lo tengo muy claro, los Savatage con Oliva al micro son mejores, mucho mejores que lo serían con Stevens, a pesar de que éste es un gran vocalista, pero Oliva le da ese plus único de garra, fuerza y melodía al grupo que lo sitúa en un nivel estratosférico.

Y luego está Criss Oliva, ese gran guitarrista no suficientemente valorado. Yo siempre lo he considerado como el sonido heavy por excelencia, es decir, el paradigma de cómo debe sonar una guitarra en este adorado estilo musical. Es capaz de sacar asombrisos riffs, cargados de potencia, junto con secciones rítmicas y melódicas espléndidas, además de ser uno de los mejores solistas, un tipo con un estilo propio.

Como decía, el disco se abre con Sirens que es sin duda uno de los temas emblemáticos de la banda de todos los tiempos, un clásico, la primera en la frente. Pero es que eso es solo el principio, porque el material que viene después no deja que decaiga la fiesta para nada. Tenemos el tema Holocaust con un trabajo de guitarra espectacular; I believe es otro de mis temas favoritos del disco y de siempre, empieza como una balada y después se desata la tempestad, con un Criss disparando a todo lo que se mueve, unos riffs cortantes y una sucesión de solos de caerse de espaldas, un auténtico temazo. Rage sigue un poco en la onda del tema anterior, una canción veloz y que pasa como un huracán.

A partir de ahí he de decir que el disco da un bajón en cuanto al nivel de los temas, sin que estos sean malos ni mucho menos, pero no tienen la magia ni la brillantez de los 4 primeros, pero es que si siguiesen a ese nivel estaríamos hablando de un top 5 en el mundo del metal, o un top 3 si me apuran.

En definitiva, este es un disco que atesora grandes joyas y que fue grabado en dos días, porque no había presupuesto para más. Los Savatage se erigieron, sin ninguna duda, como una banda con un estilo propio, un grupo muy a tener en cuentá y que marcaría el camino de muchas otras bandas, como demostrarían los años venideros de su extensa carrera musical. Sirens puso a los Savatage en el mapa de la primera división del metal, de buenas a primeras, algo al alcance de muy pocos.

Disco completo: https://www.youtube.com/watch?v=ExscGd7jxo0