1. Waste 04:07
2. Guardians
of Eternity 03:39
3. Break Down
Your Neck 04:13
4. Brainstorm 04:36
5. Out on the
Streets 04:09
6. Fast Attack 04:32
7. Space &
Time 03:43
8. Demon's
Feast 03:51
9. Break That
Wall 06:02
Andre Chapelier
Bass
Chris Efthimiadis
Drums
Andreas Büttner
Guitars
Jörg 'Pritze' Pryzarski
Guitars
Peter Müller
Vocals
Supongo que poca gente dentro de este mundillo conoce a los Atlain, razón de más para hablar de ellos. Corría el año 85 y Europa, y Alemania más en concreto, era un hervidero de bandas heavys de todos los estilos y colores, aunque predominando el speed metal en centroeuropa y con la invasión que se avecinaba ya de bandas thrash. La escena americana era distinta. En ese contexto se sitúan estos Atlain, un grupo más en medio del maremagnum, sin mucha promoción y sin mucha trascendencia a nivel internacional.
Como decía, personalmente este segundo disco lo considero inferior al primero. A ver, es un disco más pulido, más limpio, con mejor sonido si se quiere, pero en el camino se dejan parte de la esencia que para mi los hacía tan especiales y que hacen de su debut una joya a guardar como oro en paño. Con el nuevo disco se hacen más convencionales, salen un poco a la luz del día después de haber vivido en las catacumbas, pierden en gran parte su condición de cavernícolas y por tanto una parte importante de su sabor especial. Pero con todo no es un mal disco ni mucho menos, al contrario, es pertectamente disfrutable y divertido. Digamos que lo que tenemos entre manos con este G.O.E. es una mezcla entre el power metal alemán de la época y el thrash que venía como un tsunami, causando furor, aunque eso sí, siempre con un sonido limpio y guitarras bastante cristalinas.
Peter Müller hace un buen trabajo a las voces, no es un tipo especialmente dotado, sus agudos no dejaran a nadie pasmado, pero sí que consigue combinar fuerza y melodía de manera eficaz. Las guitarras son veloces y a tope de sabor ochentero, apoyadas en una buena base rítmica, un conjunto muy pulcro y eficiente, que caminó hacia un punto más neutro dentro del metal de la época. Por cierto, que el batera, Chris Efthimiadis, se uniría posteriormente a las filas de los también alemanes Rage, estos bastante más aclamados y conocidos. El disco viene marcado por los ritmos veloces, con escasos altos para tomarse un respiro, algo que, de nuevo, echamos de menos con respecto a su predecesor, que sin ser tampoco un ejemplo de virtuosismo sí que gozaba de mayores dosis de originalidad.
Por cierto, las siglas que dan título al disco responden a Guardians of Eternity. La verdad, no entiendo por qué no pusieron el título entero. Según comentaba en una entrevista uno de los miembros del grupo era porque en esa época estaba bastante de moda poner ese tipo de abreviatuas... No comments.
En deifinitiva, un disco que se deja escuchar bien aunque no es matador, una pequeña decepción después de la impronta dejada por el Living in the dark.
En deifinitiva, un disco que se deja escuchar bien aunque no es matador, una pequeña decepción después de la impronta dejada por el Living in the dark.
el hermano pobre, pero aún así los discos menores de grandes bandas, siempre son muy buscados por los coleccionistas.
ResponderEliminarSin duda. Un disco mas fácil de encontrar que su antecesor
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