Cristobal Montoro, sandeces al peso

"¿Por qué estamos saliendo? Porque estamos operando bien, abriendo en canal al paciente y porque ese paciente, el país, es un pedazo de país, que se mueve, que no se deja aprisionar por las dificultades. Estamos saliendo por las grandes empresas (a las que he metido un tajo impositivo importante), las pymes, los emprendedores, los trabajadores... ¡Pedazo de país! Me lo reconocen mis colegas internacionales"

Eso es lo que a usted le gustaría señor Montoro, y lo que a todos los españoles, que esta crisis se acabase, pero aunque lo repita mil veces no le va a creer nadie (no ha aprendido nada de ZP?), más que sus amigotes los de la banca, el petróleo y la electricidad. Por supuesto, para esos sí que se ha acabado la crisis, porque usted nos pone la sonda y ellos chupan del bote. Pero para los demás, familias y empresas modestas y humildes, queda mucho de crisis. Dígaselo a la cara a todos los que no tienen un trabajo, desvergonzado. 

Su política de drenar sangre del enfermo no ha dado resultado, la recaudación no ha aumentado como su majestad vampírica esperaba y lo que ha hecho es debilitar al enfermo. Subido a la rueda que le ha puesto la Merkel, ha seguido las directrices europeas erróneas de matar a impuestos al enfermo en lugar de adelgazar lo público en aquello que es supérfluo, tantos y tantos gastos totalmente improductivos, pero que cuestan votos a su partido, claro. 

Pasará usted a la historia como uno de los peores ministros de hacienda de la democracia, aunque con los compañeros de cartera que tiene la verdad es que no desentona en absoluto, y con el inútil de su jefe al frente tampoco. 

"No soy la encarnación del mal" dice todo pancho. Efectivamente, no es usted la encarnación del mal, es el mal en sí mismo. Ese cáncer que atenaza a la sociedad española, el de los políticos corruptos, ineptos y con carta blanca para seguir los designios espúreos de todo el que tenga el poder en su mano, dejando al pueblo a los pies de los caballos. Es usted uno de los grandes males de este país, y tiene todavía la poca vergüenza de jactarse de sangrar al pueblo y presumir de país.

"Mire las tendencias... No hay alternativa porque si vuelven los otros perderemos todo lo ganado... Los mercados no son gilipollas. Los mercados se mueven por cifras, no por ruido mediático... Quieren un gobierno creíble y con capacidad no sometido a vaivenes políticos... EL PSOE se opone a todo... No tengo interlocución, quizá Rubalcaba; se oponen a todo, incluso a la Ley de Factura Electrónica". 

No hay alternativa? Pero que está usted diciendo? Precisamente lo que no hay es futuro con partidos como el suyo, el PSOE y todos aquellos que viven en la corrupción y en el laxo ejercicio de sus funciones, por no decir en el ejercicio de su ignorancia. "Gilipollas"?? Pero que clase de ministro barriobajero es usted? Como diría el tonto de Zapatero, que de esto sabía bastante o por lo menos hablaba constantemente de ello, siempre se le ha visto su falta de talante, de clase, de saber estar, de elegancia. Su forma de expresarse, verbal y físicamente, ponen en envidencia que es usted un personaje vulgar y zafio, y lo que es peor, acostumbrado al uso y disfrute del poder despótico. Su habitat natural es la mayoría absoluta., de modo que pueda dar satisfacción usted a sus antojos, sin contestación alguna en contrario, sin oportunidad de réplica, ahí es donde se le ve a usted como pez en el agua. Dicho de otra forma, tiene usted menos hechuras democráticas que aquellos a los que lleva toda su vida criticando. Es un político, por llamarle de alguna forma, de bajos vuelos, chulesco y denigrante para su profesión. Siga matándonos a impuestos y a mentiras, que sus amigos en el poder se lo agradecerán. Es hora de echarse a la calle y pararle los pies a este tipo de gente.

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Fuente: El Mundo:
http://www.elmundo.es/cronica/2013/12/08/52a31acd0ab7408d768b456a.html?a=d940386269cfb7c6951c4caa4a03fd3a&t=1386500413