Fontaine, curiosamente, nació en Tokio (Japón) en 1917, mantenía una enconada relación de rivalidad con su hermana y también actriz Olivia de Havilland (Lo que el viento se llevó), a la que arrebató el Óscar de mejor actriz en 1942. Ambas nunca se llevaron bien, pelearon por papeles protagonistas en Hollywood y protagonizaron sonados desaires. Havilland, que tiene 97 años, aún vive en París.
Cuando Joan contaba apenas dos años de edad, sus padres se divorciaron. Joan era por aquel entonces una niña enfermiza que había desarrollado anemia. Por prescripción de los médicos, la madre de Joan se trasladó con sus hijas a los Estados Unidos donde se asentaron en la ciudad de Saratoga, California. La salud de Joan mejoró rápidamente y pronto empezó a tomar lecciones de dicción junto a su hermana. También fue una niña muy brillante que obtuvo un valor de 160 en un test de inteligencia a los 3 años. A los 15 años, Joan volvió a Japón donde vivió con su padre durante dos años.
Considerada una de las leyendas del "Hollywood dorado", trabajó con muchos de los mejores directores de la época: Orson Welles, Billy Wilder, George Cukor, Anthony Mann, Fritz Lang, etc. Hitchcock fue quien la lanzó al estrellato en su papel de la atormentada señora Winter en Rebecca junto al gran Laurence Olivier. La actriz, que tiene una estrella en el paseo de la fama de Hollywood, será también recordada por filmes como Idilio en septiembre, Ivanhoe o Carta de una desconocida. Su última interpretación fue en 1966 en Las brujas.
Durante los años 60, Joan Fontaine continuó trabajando en el teatro, donde apareció en obras como Vidas privadas, Cactus Flower y la producción austriaca de El león en invierno. Realizó apariciones esporádicas en la televisión durante los años 70 y 80 y fue candidata a un Emmy por la telenovela Ryan's Hope en 1980.
La actriz estuvo nominada tres veces al Óscar a mejor actriz, lo ganaría con su papel en Sospecha. Debutó en el teatro a los 18 años en un pequeño papel en Kind Lady y en 1935, comenzó su tcarrera en el cine con el seudónimo de Joan Burfield, en un pequeño papel en la película No más mujeres, de E.H.Griffith, y posteriormente adoptó el apellido de su madre, Fontaine.
En 1989 fue galardonada en un homenaje a su carrera artística durante la celebración del Festival de San Sebastián.
En 1978 publicó sus memorias, tituladas No fue un lecho de rosas, como muchas otras estrellas o famosos del cine o de otras artes, o como mucha gente anónima que nunca publicará sus memorias, tuvo sus malos momentos. Quién dijo que la vida fuera fácil? Para éso no es necesario ningún tipo de investigación científica, por desgracia hay casos más que probados de su evidencia, y Joan Fontaine no fue una excepción.
una grande a mi me conquistó con su papel en rebeca.
ResponderEliminarYo me enamore de ella siendo un pipiolo y aún hay noches que me despierto bañado en sudor y con su aroma entre mis manos.
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