1. Murder 04:27
2. Sexecution 04:35
3. No Love 04:46
4. Never 05:15
5. Human
Remains 02:20
6. Dead Wrong 05:13
7. Wind 04:21
8. Tricks and
Traps 04:59
9. I Want 04:26
10. Reaction 03:28
11. Bastiage 04:39 instrumental
Jeff Waters:
Vocals, Guitars, Bass, Drum programming
Este es el último capítulo de lo que podríamos denominar la
trilogía Waters dentro de Annihilator, es decir, cuando el as de la guitarra
decide ponerse a los mandos de la nave y controlarlo todo o casi todo. Hasta ahora había
contado con la colaboración de Randy Black a la batería en los dos
anteriores discos, pero aquí definitivamente prescinde de cualquier ayuda y se
echa todo el proyecto a sus espaldas. La batería es programada y eso ya es un
punto negativo en su contra, no suena igual, ni mucho menos, se pierde
frescura, originalidad y sobre todo espontaneidad, suena muy industrial.
Este es para mi, sin lugar a dudas, el momento más bajo de
la carrera de Annihilator antes de la entrada del okupa Padden, el peor momento
de la buena época de Annihilator. Aún así tampoco se puede decir que el disco
sea malo, pero si pierde bastante las señas de identidad de los (él)
canadienses. Los temas plagados de riffs contagiosos, los paisajes melódicos,
las ricas estructuras de las canciones, los solos antológicos, todo eso deja
paso a un disco más sobrio, más plano, más soso (hasta la portada es anodina y rompe con las anteriores). Por momentos es incluso
difícil identificar el sonido Annihilator, aunque hay temas y momentos puntuales
donde sale a relucir la casta del genio, pero solo con cuentagotas. Es un
disco, lo reconozco, que escucho poco, no me aporta gran cosa. Sin embargo,
dentro de lo malo, el lapsus sólo le duró un disco, porque el Criteria for a
black widow, el siguiente en la carerra de la banda, supone un retorno al
sonido clásico, como veremos.
Algunos señalan que este disco podía haber sido editado
fuera, como un disco en solitario de Waters, y no les falta razón. No lo digo
porque él se haga cargo de todos los instrumentos, sino porque por una razón u
otra le faltaba inspiración o tenía ganas de hacer algo diferente. El disco
suena heavy, cañero, pero a estas alturas no es ni de lejos lo que uno se
espera de Jeff Waters, la magia de sus riffs y sus composiciones desaparece
casi por completo.Un disco muy experimental y quizás influenciado por los
tiempos oscuros que vivía el heavy a mediados de los 90.
Aún así todavía podemos encontrar momentos de lucidez o con
brillo en temas como la melódica Wind o en Murder, Reaction y Tricks and Traps.
Waters es de los mejores guitarristas que ha dado el mundo y eso siempre se
nota en sus discos, aunque la atmósfera general no sea del agrado de uno,
siempre hay un riff, un solo o una melodía que te saca una sonrisa.
de su época en solitario puede que el peor, aún así a mi me gusta mil veces más que lo hace ahora con padden.
ResponderEliminarAhí no hay discusión, por eso decía que es lo peor de la época buena, es decir, hasta que le patea el culo incomprensiblemente a ese gran cantante que es Comeau y se trae al comerrabos de Padden
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