1. Invaders 03:24
2. Children of
the Damned 04:36
3. The
Prisoner 06:03
4. 22 Acacia
Avenue 06:38
5. The Number
of the Beast 04:51
6. Run to the
Hills 03:54
7. Gangland 03:49
8. Hallowed Be
Thy Name 07:13
Bruce Dickinson
Vocals
Dave Murray Guitars
Adrian Smith
Guitars, Vocals (backing)
Clive Burr (R.I.P. 2013)
Drums
Steve Harris Bass,
Vocals (backing)
Con este disco nace para muchos la leyenda del grupo británico,
no para mi. La leyenda comenzó con los dos discos anteriores y esta es una
nueva fase en su carrera, donde definirían un nuevo estilo bastante alejado del
sonido más oscuro y con influencias de los setenta que mostraran en los grandes discos con Di’Anno. La entrada de Bruce Dickinson, que venía de Samson (grupo
insuficientemente reconocido, y no por la pertenencia de Dickinson al mismo
precisamente), produjo una especie de terremoto en el sonido de Maiden.
El grupo hunde definitivamente sus raíces en el heavy de los
80, caracterizado por las cabalgadas de Harris al bajo (que se repetirán hasta la saciedad a lo largo de su carrera), la voz versátil de Bruce
y unos guitarristas competentes, aunque sin ser nada del otro mundo,
especialmente dados a la creación de ritmos que repiten una y otra vez, una
constante a lo largo de todos sus discos a partir de este momento.
Y este Number of the beast tiene la fama de ser uno de los
albumes más logrados del grupo. Seguramente si le preguntamos a los fans muchos
lo pondrán entre sus favoritos del grupo, y si le preguntamos a los que se
gastan acné seguramente lo pongan entre los mejores de todos los tiempos... En mi
opinión es cierto que el disco contiene grandes temas como Helloweed be thy
name (el temazo del disco, con una atmósfera increíble), 22 Acacia Avenue y Prisoner . Sin embargo los demás no están a la altura
de estos tres, especialmente Ganglan, Invaders que es un tema que nunca me ha
entrado ni le encontrado gracia alguna, o la repetitiva Childen... Sinceramente,
estos tres temas bajan considerablemente el nivel del disco, dejándolo en un
disco de notable y no en la joya que casi todo el mundo ve en él, con todos mis
respetos.
Luego existen un
tercer grupo de canciones que ocupan un lugar intermedio, es decir, están bien
pero no llegan a romper del todo, no son matadoras: the number of the beast, run to the hills.
Lo mejor del disco la entrada con fuerza de Bruce Dickinson,
un vocalista muy versátil y competente, que aporta su personalidad a la banda y
que se acopla muy bien al sonido más heavy que se llevaba en esta época, algo
que hay que reconocerle, así como la base rítmica del grupo, muy lograda. Las
guitarras son para mi lo menos inspirado, es verdad que tienen grandes momentos
en las canciones que he destacado, con riffs tremendos y buenos solos, aunque
no excepcionales. Es una de las cosas que le achaco a Maiden, sus solos de
guitarra nunca me han parecido gran cosa, salvo excepciones, como veremos en el
7th son. Sin embargo sus guitarras rítmicas son muy buenas.
Disco completo:
muy buena crítica, se acercan los malos momentos para la banda, ya empezarán las turbulencias.
ResponderEliminarBueno, aunque un poco de camino antes de que empiecen las curvas peligrosas jajaja
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