A nadie sorprende que en el mundo habitan muchos personajes
indeseables, de esos que rebajan la raza humana a la categoría de animales del
plestoceno. Eso es así y cualquiera que esté en el mundo lo sabe, lo ve en la
tele, en los diarios, en Internet, todos los días. Lo que llama más la atención
es que alguno de esos personajes se delate tan abiertamente como el nauseabundo
individuo propietario de los Clippers de la NBA, un tal Donald Sterling. Si
usted no lo conoce no se perderá nada, ni pondré foto de ese engendro, tal es
la calaña de este sujeto que pensaba que amparado en la intimidad sus declaraciones
repulsivamente racistas quedarían impunes.
Le ha salido el tiro ciertamente desviado, porque la NBA lo
acaba de condenar ejemplarmente, con una sanción sin fecha de caducidad que le
prohibe asistir a ningún partido ni entrenamiento de la NBA, tampoco podrá
tener nada que ver con la gestión del equipo, es decir, se le desvincula de
facto de manera total y absoluta de club de Los Ángeles. También se le multa
con dos millones y medio de dólares, que además se destinarán a organizaciones
de lucha contra el racismo. Incluso se le podría obligar a vender el club, es
decir, ponerlo de patitas en la puta calle.
Es reconfortante ver que en ciertas partes del mundo, aunque
fallen muchas otras cosas, existe un estricto código de conducta que hay que
respetar o te expones a que te den un fuerte varapalo. Y ahondando en la
reflexión, da bastante envidia, y pena, por qué no decirlo, que en otros países
como España, sujetos de calaña similar que cometen atentados contra la
comunidad y los derechos públicos, como fraudes o actos de corrupción flagrante,
sigan pululando por nuestro país como si tal cosa y que incluso se ponga al pie
de los caballos a los jueces que, contra viento y marea, tratan de poner a esa
gentuza a la sombra.
El mundo del deporte ha dado, una vez más, una lección a
tantos y tantos escualos como hay por el mundo, así como enciende una pequeña
llama de esperanza frente a la impunidad de los poderosos. En ese sentido la
NBA se ha demostrado como un sistema mucho más democrático que muchos otros regímenes
que por el mundo adelante dan cobertura y alojamiento a sicópatas y chuloputas
del poder. Los primeros en manifestarse contra la actitud fascista del dueño de
los Clippers fueron los propios jugadores, que saltaron a la cancha con la
camiseta del revés a modo de protesta. Así mismo, varias empresas han retirado
su patrocinio al club. Una lección de honestidad e integridad.
La nba se tomó el asunto muy en serio, hasta se pronuncio obama
ResponderEliminarLas grandes estrellas del pasado como Jordan y Magic pusieron el grito en el cielo, se ha armado una buena con este asunto, el tipo ese será un apestado en lo que le queda de vida
ResponderEliminar