1.Stormgiven 03:52 instrumental
2.The Swords
Are Drawn 05:26
3.Poisoned
Well 07:14
4.Blood of
Legends 05:41
5.Immortal
Chariot 07:21
6.The Curse
of Medea 05:38
7.Valkyries
Above 08:48
8.Chivalry
(Noble Armor) 04:45
9.Exile
Eternal 07:57
10.Relentless
Waves 03:04 instrumental
Alex Papadiamantis
Violin
Nick Papadopoulos
Drums
Kostas "H.K." Tzortzis Guitars
Antreas Sotiropoulos
Guitars
Stavros Aivaliotis
Bass
Gerrit Mutz
Vocals
Los Battleroar son una banda griega que con este nuevo disco
llegan ya a su cuarto album. Los tres primeros siempre con el mismo cantante y
ahora con uno nuevo por fin editan nuevo disco después de seis años en el
dique seco. Hubo una escisión en el grupo y además del vocalista se fueron de
la banda uno de los guitarras.
Las buenas noticias son que a pesar de los cambios en la
formación y del tiempo transcurrido este cuarto LP tiene muy buena pinta. Después
de varias escuchas puedo decir que el grupo no ha perdido su garra y que siguen
sonando muy épicos, incluso más que en el album anterior en el que quizás habían
cedido en ese terreno y se habían ido más por un heavy ochentero en el que no
brillan tanto. Este disco tira más hacia el segundo, el gran Age of Chaos, para mi su mejor producto, que rebosaba épica
por los cuatro costados.
El nuevo vocalista es Gerrit Mutz, cantante de los Sacred
Steel, con los que ha sacado un porrón de discos, sin mucha transcendencia
para mi, por no decir que me aburren soberanamente. De hecho, Mutz siempre me
ha parecido un cantante normalito, nada especial. Sin embargo, con los
Battleroar hay que reconocer que hace un buen papel y que sin ser un gran
vocalista, más bien de la media, cumple con su papel. Creo que buena parte del éxito
radica en que se amolda al sonido del grupo, suena épico, casi tanto como su
predecesor en el cargo, el bueno de Marco. Buena prueba de ello es que a pesar de
lo bueno que es Marco y del sello que le imprimió a la banda, en este disco
apenas se le echa de menos, y es que en muchos momentos Mutz casi suena como él,
vale, no le sobran matices, más bien anda escaso de ellos, pero cumple.
También le ayudan de manera sustancial los coros, muy épicos
y abundantes, que le quedan muy bien a las canciones. El violín, una de las
señas de identidad del grupo, aunque sólo sea un instrumento de acompañamiento,
nunca protagonista, sigue presente y dándole ese toque épico-melancólico a los
temas.
Las guitarras siguen siendo muy afiladas, variando entra la
velocidad y el riffeo épico, acompañadas de manera genial por la base rítmica, ya
sea con ritmos veloces, lentos o con cambios de ritmo, la verdad es que el
tempo de las canciones siempre es un acierto, al igual que en discos
anteriores.
En resumen, creo que es un album que no decepcionará a los
fans de la banda. Un grupo under que sigue haciendo lo suyo, lo de siempre,
fieles a su estilo, resistiendo como espartanos ante las modas del metal y de
la música en general.
El disco tiene dos instrumentales, algo que les gusta mucho
a estos griegos, una para empezar y otra para acabar el disco. La verdad es que
les saen bien, aunque después de muchas escuchas seguramente optes por pasar de
ellas. Y el resto del disco no tiene altibajos, es a cañón. Aunque me quedo con
dos temazos: The Swords Are Drawn que abre el disco después de la nstrumental
como todo un puñetazo en la cara. Y Immortal Chariot, un tema power epic de más
de 7 minutos, marca de la casa, de esos de levantar el puño sin cesar.
Muy buen disco, de lo mejorcito en lo que va de año, sino lo
mejor.
lo pintas muy bien, siempre te gusto epic metal griego, a mi tb, saboreemoslo porque dentro de 1 mes y medio llega el reedemer of souls, el disco entre discos.
ResponderEliminarBenditos griegos, que dominan el arte de la guerra y del metal.
ResponderEliminarRedeeeeeeeeeeeeeeeeeemer!!!!