El eslogan que lleva el Valencia en su camiseta, “Cultura
del esfuerzo”, no es una simple frase de marketing, es una realidad y una
descripción perfecta de lo que es la filosfía del club y del juego de Peravic y por
extensión de sus jugadores. El Valencia ha necesitado varias temporadas para
culminar un proyecto exitoso, pero al fin lo han conseguido y no sólo por la
consecución del título europeo, su participación en liga ACB está siendo
brillante y podría ser una alternativa al poder de Madrid y Barca.
La plantilla del Valencia tiene una gran calidad, nombres
como Doellman, Sato, Rafa Martinez, Dublevic, etc dan fe de ello. Pero por
encima de todo, lo que me gusta de este equipo es su intensidad sobre la
cancha, en todo momento. Pueden estar más o menos acertados de cara al aro pero
siempre mantienen el nivel en defensa, desde donde construyen sus victorias. Es el
sello personal que Perasovic ha conseguido imprimirle a este equipo.
Ahí queda para la historia una nueva Eurocup, por cierto, en
un formato que se ha recuperado de antiguas competiciones donde las
eliminatorias eran a doble partido y los puntos siempre cuentan. Me gusta porque hace
que cada partido sea una final y no haya minutos de la basura como puede ocurrir
en una eliminatoria de Euroliga cuando ya todo está decidido. Gracias a este título
el año que viene el Valencia jugará entre los más grandes, en la Euroliga, quizás
el lugar que le corresponde por calidad, porque la Eurocup ha sido un paseo de
principio a fin.
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