Y no pongo en duda que algunos de los mendigos que viven en
este cutre país formen parte de mafias organizadas. No, no eso lo que me chirría
de las palabras de ese portavoz. Son las formas y lo que se esconde detrás de
su fingida buena intención. Un censo de mendigos para expulsarlos! Como si de
la Edad Media se tratase...
Punto uno. Quién es usted, señorito mío, para arrogarse el
derecho de expulsar a nadie de ningún sitio? Acaso se cree usted en la posesión
de la verdad y del poder para decirdir sobre el destino de las personas? Le
suenan a usted de algo los términos leyes, justicia, juez, juzgados...? Democracia,
quizás...?
Punto dos. Con qué derecho se cree usted para elaborar un
censo sobre nadie o sobre ningún grupo social, sea cual sea su condición. Su
propuesta y sus ideas, las del PP, que es el que está detrás de toda esta
basura, responde más a su tendencia natural y elitista a deshacerse de los que
no tienen ni poder económico ni relevancia social, a ningunear a la gente, como
vienen haciendo sin reparos ni remordimientos de conciencia desde que se
alzaron con el poder en las últimas elecciones a nivel nacional. En definitiva,
tristemente, este tipo de propuestas nos mete en la máquina del tiempo y nos
lleva a épocas oscuras y tétricas en la noche de los tiempos, cuando los
poderes político y militar hacían a su antojo y se deshacían de todos aquellos
que consideraban un estorbo. En definitiva, cazas de brujas de tiempos pretéritos,
no de élites precisamente, sino de gente normal o humilde. Tintes fascistas o
dictatoriales tiene esta propuesta, realmente parece sacada del baúl de los
recuerdos y uno se frota los ojos y no da crédito a la desvergüenza de esta
gente.
Punto tres. Dejando a un lado, por un momento, el tinte facha del blasfemo y denigrante censo, la medida no puede ser más desacertada, ya que se centra en los efectos del problema y no en sus causas, por lo que es cuestión de tiempo que, aunque mandasen a todos los mendigos a la cámara de gas, como a alguno seguramente reconocería en privado, estos volverían a aparecer, tarde o temprano, dado que la causa del problema subyace. Si existen mendigos será, quizás, porque no tienen otro modo de vida o se han acostumbrado a una vida que les margina socialmente y por tanto se han cerrado otras vías de integración. Si existen mendigos puede ser también porque las mafias lo favorecen o lo promueven. Si existen mendigos puede ser porque vivimos en un país en crisis, donde las oportunidades escasean, aunque ustedes, jodidos peperos, nieguen la mayor. Pero no, ustedes los expulsan, y qué hacen? le pasan el mendigo al pueblo de al lado? O es que a lo mejor los quieren extraditar y se los enviamos a Putin, que seguro que les encuentra acomodo en Siberia? Telita con los genios del PP...
Con gente de este calado en la política, no sólo es de
preveer un futuro muy negro para nuestro país, sino que las fracturas sociales
y culturales se multiplican en lugar de menguar, algo en lo que, de nuevo, los
peperos son especialistas. Precisamente Cataluña es el mayor exponente de la
incapacidad del PP para entederse con nadie que no sean ellos mismos, y a veces
ni eso.
Otra vez, me viene a la mente la necesidad de un ente
supranacional en la política, con un papel equivalente a lo que sería un Banco
de España al sector bancario o una CNMV al mercado de valores, que
necesariamente ponga en su sitio a este tipo de elementos xenófobos y de corte
stalinista: la puta calle, y adiós al acta de diputado. Quizás no sería mala
idea hacer un censo de los políticos a los que habría que expulsar de la vida pública
por no dar la talla moral ni educativa mínima exigible. Aunque posiblemente en
los parlamentos solo quedarían el aguador y el que pasa la mopa.
es de tus mejores cuentos vpower, de fina ironía, tienes que recopilarlos todos y salir al mercado.
ResponderEliminarPor desgracia no se trata de ningún cuento. es real como la vida misma, aunque cuesta creerlo. la noticia está publicada en La Voz, yo sólo he comentado la infamia de esta gente que se ampara en las siglas de un partido político para decir y hacer todo tipo de tropelías.
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