Los números del futurible canal de Nicaragua son, como no se
podía esperar de otra forma, astronómicos, más teniendo en cuenta que los
chinos andan de por medio. El coste estimado, aunque no está claro (luego pasa
lo de Panamá), rondaría los 40.000 millones de dólares. La obra sería
ejecutada por el consorcio chino HKND, ganador del concurso, y supondría abrir
un canal navegable de este a oeste del
país, con 287 kilómetros de longitud, unas tres veces más que el canal de
Panamá.
Según HKND el canal podría estar listo para inaugurarse en 2019,
siendo operativo en 2020, lo que supondría pulverizar el record del canal de
Panamá que se construyó en unos diez años, siendo mucho más corto.
Pero no se acaba ahí la cosa, hay cifras para dar y tomar
que nos dejan con la boca abierta, no sé si decir de la osadía de la raza
humana, de su estupidez o de su capacidad para superar obstáculos, quizás una
mezcla de todo ello. Por ejemplo, el canal cruzará el lago Nicaragua, que es el
más grande de Centroamérica, y además será necesario construir otro lago artificial
(increíble, pero cierto) de 395 kms. Tendrá dos esclusas que permitirán la
navegación de buques Pospanamax (llamados así porque son los que han dado lugar
a la ampliación del canal panameño). Tendrá también una zona de libre comercio
en Brito, en el lado del Pacífico. También permitirá la navegación de buques de más calado que el de Panamá, de
hasta 20 metros de profundidad, siete más de los que permite el panameño.
Como era de esperar ante tamaña obra, las conciencias
ecologistas están que echan humo, especialmente por el paso de la obra por
medio de varias reservas naturales y núcleos de población. Daniel Ortega, el
presidente del país dice en su defensa que la obra suponfrá el fin de la
pobreza en el país. Entiendo que el susodicho tiene un concepto bastante laxo
de lo que es la pobreza, o que piensa que la gente es gilipollas, en su defecto.
Viendo el tema desde la distancia se pueden decir muchas
cosas. Como qué sentido tiene hacer una obra de este calibre cuando se está
ampliando el canal de Panamá? O por qué los nicaragüenses no van a poder tener su
propio canal y tratar de impulsar el desarrollo de su país? O si es ético que
cualquier país tenga la santa potestad de hacer obras de este calibre que
afectan al medioambiente y miles de personas? O si debería existir una entidad
supranacional que regulase este tipo de cuestiones, evitando incoherencias, por
no decir barbaridades?
Eso sí, desde el punto de vista de la construcción, el negocio va a ser colosal, no sólo para las empresas nicaragüenses sino para
todos los moscardones que a nivel mundial se encargarán de ir a picotear a la
rica miel.
Algo tiene que hacer Nicaragua para salir de la situación de pobreza en la que se encuentra. Es el segundo país más pobre de la región después de Haití.(índice de pobreza del 45%, inflación del orden del 20%, el paro no es alto, la igualdad es la norma, está sujeto a cataclismos naturales y depende mucho de la ayuda de Venezuela¡¡¡)
ResponderEliminarNicaragua necesita inversiones que no llegan. Sus exportaciones hacia los Estados Unidos, se redujeron; las exportaciones de café tienen una dura competencia con las de otros países de la región. Necesita por tanto un revulsivo. Ese canal, visto desde lejos - puede hacer una dura competencia al de Panamá y asentar un importante número de empresas en los principales puntos de paso.
La posible alarma de ecologistas, parece razonable, pero tenemos que preguntarles en qué país viven y cual es su renta.
Estoy de acuerdo en cada pueblo ha de mirar por su progreso, pero a cuento de qué han esperado en Nicaragua un siglo para hacer su canal?
ResponderEliminarPor otro lado, tal y como está el planeta de echado a perder hay que ser cada vez más estrictos en temas medioambientales, en Nicaragua, en Miami y donde sea.
El problema de Nicaragua, como el de muchas economías latinoamericanas, es que no tienen una estructura económica que les permita abrazar el desarrollo, y ahí ya entraríamos en mil historias de por qué eso sigue siendo así después de décadas y décadas.