1.Die by My Hand 03:46
2.No Need to Be Human
04:31
3.Read My Scars 4:32
4.D.O.A. 04:19
5.Mistress of Deception
04:57
6.Tunnel of Pain 04:30
7.Why It Hurts 03:47
8.Last Entertainment 04:00
Tommy T. Baron - Guitars
Ron Royce - Bass, Vocals
Marquis Marky - Drums, Vocals (backing)
Soy un enamorado de Coroner, así de claro. Porque es una banda que dentro
de un estilo siempre tirando hacia un thrash técnico son capaces de darte
tantas cosas y con tanta calidad que es imposible no caer rendido a sus pies. Y
en mi opinión la obra que da mayor esplendor a este grupo es este No more
colors.
Lo que encontramos aquí es una pura delicatessen. Lo dije ya
en alguna de las críticas de los dos primeros discos del grupo, la base de la
diferencia entre un buen grupo de thrash o speed metal ochentero y estos
Coroner está en su batería Marky, un tipo que es capaz de arrojar tal despliegue de ritmos y con tanto acierto que es un auténtico lujo tenerlo en
las filas de un grupo.
El disco es breve a más no poder, sólo 8 temas, pero vaya
temas, sin pausa ni momento para el relax, poco más de media aprovechada al máximo.
Como decía, la constante del disco son ritmos variados, en constante evolución,
a los que Marky le pone la alfombra y el bajo y batería adornan perfectamente
con una labor de conjunto realmente espectacular. Las voces siempre han sido lo de menos en este grupo,
simplemente están ahí porque es un elemento más, muy en el estilo de Schuldiner
de Death, porque aportan mayor vidilla a las canciones, pero donde realmente
brilla este trío es en la labor instrumental, realmente impagable.
Son capaces de entregarnos temas a la yugular como el que
arranca el disco, ese Die by my hand, con ritmos speedicos sin descanso y
variaciones en ritmos y riffs. Para luego en el segundo tema No need to be
human darnos una dosis de lo mismo pero aderezada con una parte melódica y un
cambio de ritmo brutal, con solos limpios que contrastan con los riffs
siniestros del resto del tema.
El bajo, como suele ocurrir en grupos de sólo tres
componentes, tiene mucha más presencia y profundidad, lo que hace que el sonido sea más
compacto y agresivo. Por su parte, el señor Byron se encarga una y otra vez de
ponérnoslos de corbata con un despliegue de riffs inagotables y una calidad en
los solos sobresaliente. Junto con bajo y batería son capaces de hacer auténticos
cambios de ritmo rompecuellos y cabalgadas sonoras espectaculares, como la de
Read my scars, un carga de caballería en toda regla a lo largo de todo el tema
pero con variaciones en las líneas instrumentales, un tema que no puede dejar
indiferente a nadie que guste de la velocidad y del speed en todo su esplendor.
DOA es un tema con un genial riff, en sus distintas escalas, que transmite una sensación de vértigo y de locura o paranoia, te
lo imaginas como banda de cualquier peli de terror y es que realmente lo de
menos son las imágenes, esas ya las pone cada uno. Para ir de cabeza al
siquiatra este temazo, aderezado con solos agónicos y chirriantes.
Mistress of Deception. Lo mejor que nos deja este buen tema
es un solo de Byron con extra de queso, pepinillos, cebolla, ketchup en
abundancia, mayonesa, doble ración de lechuga y tomate y, cómo no, mucho picante, además
de una fácil digestión, seguro que repetirás. Tema oscuro donde los haya, con
ritmos de todos los colores y para todos los gustos, realmente se habrán
olvidado de meter algo en él? Creo que no.
La arrancada de Tunnel of Pain es la mejor del disco,
comienza con un bajo a toda caña y luego se le añaden guitarra y batería en un
ritmo endiablado e infeccioso. Huye, porque si caes en sus redes estás perdido.
Lo de Marky en este tema es realmente insultante si lo comparamos con el paupérrimo
nivel que otros baterías nos ofrecen hoy en día, por ejemplo, sin ir más lejos, al del último disco de Helstar, es que la comparación entre uno y otro es para
sacarle los colores a cualquiera. Lección magistral de cómo hacer de la batería
un elemento central en un tema. Thrash técnico sólo al alcance de grupos muy
grandes, es como si a los Mekong Delta les das un guión para que no se les vaya
la pinza y desvaríen a su antojo, eso son los Coroner en este disco, calidad
brutal con composiciones adictivas.
Why It Hurts es quizás el tema menos logrado, pero para nada
malo, quizás es demasiado espeso o no tiene una dirección muy clara, aunque a
nivel técnico es una nueva exhibición de estos suizos.
Last Entertainment es la última canción del disco, que
empieza con un riff muy típico de los infumables Helloween, que te hace temblar
las piernas pensando que estos tipos también se han cambiado de acera, pero en
cuanto entran bajo y batería lo que parecía un cuento para niños se convierte
en una melodía de lo más siniestra. Es el tema con mayor atmósfera del disco,
un túnel hacia el mundo de las tinieblas realmente exquisito, con riffs agudos
y acelerados y otros graves y muy pesados. De sombrero, enorme colofón al que
posiblemente sea el mejor disco de thrash técnico de todos los tiempos. Ya estás
tardando en darle al play otra vez.
Obra maestra.
gran crítica, muy currada. Se agotan los calificativos elogiosos con Coroner. Ellos reinventaron un estilo tan explotado cómo el thrash. Necesitamos nuevo album de ellos.
ResponderEliminarPues no se qué decirte, porque si me sacan un disco a lo grande como los Judas me muero del gusto, pero si después de tantos años sacasen una boñiga sería un palo tremendo.
ResponderEliminarLo que si quisiera es verlos en directo, una de mis grandes deudas pendientes.