Estas son las declaraciones con las que se ha despachado
este individuo en el día hoy, en el marco del campus de verano de la
Complutense. Hay varias cosas que me molestan de las nauseabundas palabras de
este sujeto, y me molestan especialmente porque hacen referencia a una realidad
que no acabo de entender del todo, o de nada.
Primero, se supone que este señor, que ocupa uno de los más
altos cargos en la administración de la justicia en España, debe ser una persona
ponderada, profesional, equilibrada, conocedora de las leyes... Sin embargo, el
señor se despacha en plan tasca de barrio, hay penas desproporcionadas... Como
quien suelta un chascarrillo. Si de verdad piensa que existe un problema de ese
calado dé usted nombres y apellidos. Porque no sólo es que se estuviese
haciendo algún tipo de injusticia con un puñetero asesino sino que está usted
apuntando a que ha habido un juez, compañero suyo de profesión, que ha cometido
un error, y quién sabe si no un delito, lo que se llama prevaricar. Dé nombres
y apellidos, no haga usted como el fiscal del caso Urdangarín, eso de lanzar la
piedra y esconder la mano, poniendo al pie de los caballos a un juez pero sin
actuar en consecuencia. Si hay un poblema real hay que denunciarlo.
Como estas declaraciones no tienen ni pies ni cabeza, me
pregunto en consecuencia cómo es posible que este señor pueda decir algo así
siendo miembro de la Audiencia Nacional y, lo que es peor, que no haya nadie
que lo ponga en su sitio, es decir, la puta calle. Claramente, algo está
fallando, lleva fallando, en España desde hace mucho tiempo. Y el problema está
en que la justicia es un brazo más de la política, un tentáculo más al servicio
del poder. Todos sabemos cómo se nombran los jueces de la Audiencia
Nacional y por tanto lo viciado desde su nacimiento de este sumarísimo órgano
que se supone que debe impartir justicia.
Separación de poderes? Justicia independiente? Justicia sin
politizar? Y una mierda! Este individuo es el más claro ejemplo de la ciénaga
en que se ha convertido el estamento judicial de este país de ciegos y mudos. Obviamente, habrá
buenos e independientes profesionales en el mundo judicial, no lo dudo, el juez
Castro luchando contra todo tipo de molinos es una prueba de ello, la jueza de
los EREs de Andalucía otra... Pero no nos engañemos, la justicia en España, en
líneas generales es lenta, mala, corrompida y al servicio de los poderosos.
Para vomitar.
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