01. Return Of The Reaper
02. Hell Funeral
03. War God
04. Tattooed Rider
05. Resurrection Day
06. Season Of The Witch
07. Road Rage Killer
08. Dia De Los Muertos
09. Satan's Host
10. Grave Desecrator
11. Death Smiles At All Of Us
12. Nothing To Believe
Axel Ritt – guitars
Chris Boltendahl – vocals
Hans Peter Katzenburg – guitars
Jens Becker – bass
Stefan Arnold – drums
Grave Digger es una de esas bandas que nos llevan
acompañando desde hace décadas, aunque su calidad musical nunca les ha hecho
destacar especialmente, sí, en cambio, su actitud. Cualquiera que haya asistido
a un concierto de los Grave Digger sabe que le ponen toda la energía del mundo,
además de que sus composiciones, de corte por lo general bastante sencillo, son
muy dadas a la parafernalia del directo. Por eso duele (aunque a mi me la trae
al pairo) más que estos tipos talluditos te saquen a esta altura de la película
un bodrio de disco como el que han parido y que nos quieren envolver en papel
de regalo, con una portada engañabobos marca de la casa.
No vay a entrar en el análisis de cada uno de los temas,
porque eso sólo lo hago con aquellos discos que por calidad merecen ese
esfuerzo por mi parte. Ya he pasado el coñazo de tener que escuchar este
simulacro de disco como por encima hacer una crítica detallada del mismo, no se
lo merecen, sencillamente. El que quiera leer una crítica lameculos puede ir al
barraBasa o portales de ese pelo, que previo pago de una cuota normalmente bien
estipulada te sacan una crítica estándar a tu gusto, y positiva, claro.
Lo que nos presentan en este 2014 los alemanes es un disco
totalmente indecente. A ver, todos sus discos, sobre todo los de los últimos 15
ó 20 años suelen ser más planos que lenguados, la fórmula bien ensayada de
batería y bajo a cañón, con coros en el estribillo y la parada para adornar la
voz de Boltendahl, que es lo más personal o característico que tienen. Los
últimos discos ya no eran gran cosa, pero es que en este “Return of the ripper”
(vaya, hasta se han currado el título…) parece que se ciñen a la ley del mínimo
esfuerzo. Batería a todo meter, con flata de originalidad a prueba de bombas,
es decir, metiendo los mismos ritmos de siempre, pedal a tope. La puntilla la
ponen las guitarras, son tan simples que dan ganas de echarse a llorar, los riffs
son simples, cero de imaginación o currelo, y los punteos ciertamente
indignantes, ya no es que no tengan mucha chicha, lo peor es que son de 15 ó 20
segundos, es decir, están metidos porque toca meterlos, porque es lo que pone
el guión.
La voz de Boltendahl suena más o menos como siempre, pero en
un disco sin ideas es como un barco a la deriva. Vale que el metal está en
franco retroceso, sobre todo en términos de calidad, pero eso no debería valer
para publicar cualquier tipo de material, te llames como te llames. Si este es
el return del ripper (no confundir con Owens) más le valiera quedarse en el
hollo. En conclusión, un disco sólo para acérrimos de la banda de toda la vida
(si tienen los huevos blindados) o para gente con granos que se acaba de meter
en este rollo (a buenas horas…).
Un último apunte: hay profesionales y profesionales. Ayer
mismo comentaba el nuevo, y último, disco de Judas Priest, un album grandioso
después de 16 discos en estudio y más de 40 años viviendo de esto. La
comparación con este adefesio que nos presentan los germanos es realmente para
sonrojarse. Cuestión de actitud? Sí, claro, y de dignidad.
menuda cera que le das, debió ser un trauma tragarte este album completo.
ResponderEliminarcandidato a broza del año
Un suplicio fue escucharme este bodrio de principio a fin. Así que la cera se la han ganado con todas las de la ley. Coincido en que de momento es lo peor que ha salido este año, de lo que he escuchado, claro.
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