1.Dragonaut
2.Redeemer of souls
3.Halls os Valhalla
4.Sword of Damocles
5.March of the damned
6.Down in flames
7.Hell & back
8.Cold blooded
9.Metalizer
10.Crossfire
11.Secrets of the dead
12.Battle cry
13.Beginning of the end
Rob Halford - no necesita presentación
Glenn Tipton - guitarra
Richie Faulkner - guitarra
Ian Hill - bajo
Scott Travis - batería
Cada vez que los Judas van a sacar disco nuevo me entran
sudores fríos y me dan palpitaciones, ando taciturno todo el día y los colegas
me preguntan si es la influencia de la luna, a lo que yo contesto: “Fucking
Priest”. Cada nuevo disco de estos dioses del metal es un acontecimiento dentro
del género, algo que no pasa inadvertido, son muchos discos en sus alforjas
pero da igual, cada nuevo disco se espera como agua de mayo. Si además tenemos
en cuenta que este será con casi total seguridad el último disco de estudio que
nos brinden los británicos se entenderá que la expectación sea máxima. Me hace gracia que, buscando fotos para esta crítica, encontré una página cuyo nombre no recuerdo, ni quiero recordar, que había abierto un hilo de discusión acerca de si era necesario un nuevo disco de Judas Priest... Por supuesto, ni me paré a leer las memeces que ahí se exponían. Lo diré rápidamente: cualquier disco de Judas Priest es siempre bienvenido, nunca sobra nada y menos en esta era de anorexia mental que vive el metal.
Ellos mismos, su discográfica, sea ocupado de ir calentando
el ambiente, cociendo a fuego lento la salida del disco con pequeños adelantos
y vídeos que lo único que hacían era ponernos los dientes largos pero que, como
veremos, no hacían justicia ni por asomo a la enorme calidad que atesora este
Redeemer of Souls.
Porque ya lo digo desde ahora, antes de meterme en el análisis
de cada tema. Estamos ante un disco que marcará un hito en la historia del
grupo, porque la han vuelto a liar, porque han vuelto a sorprender, porque da
igual los años o las décadas que pasen, estos genios no dejan de parir cosas
nuevas, de pensar siempre en ir un paso más allá, y eso es lo que han hecho con
este nuevo disco, dar un paso o dos más. Por exponerlo de forma que se pueda
entender a las primeras de cambio: creo que este Redeemer of souls es el disco
más revolucionario de la banda desde que editasen aquel magnífico, y polémico
para algunos cerrados de mente, Turbo. Turbo es mi disco favorito de la banda,
y eso que adoro otros como el Defenders, el Screaming, el Sad Wings...pero
Turbo supuso un giro tan radical y mostraba una personalidad tan brutal que
aquellos a los que nos gusta la música bien hecha, llámese cómo se llame, no
podemos más que adorar. Pues bien, en ese sentido, comparo este Redeemer con
aquel Turbo, porque dado el estado cataleptíco en que se encuentra en el metal,
un mundo sin ideas, en estado terminal, donde para encontrar algo nuevo tienes
que desechar mierda a raudales, van los Judas fucking Priest y te sacan de la
chistera esta obra maestra y no el puto conejo que sacaban los jodidos Helloween.
Es un disco que reinventa el sonido de
los Judas. Estábamos acostumbrados a verles su lado más metalero, su lado íncluso
teatral con ese magnífico Nostradamus, cada disco era diferente pero mantenía
una continuidad en el sonido, una uniformidad que a pesar de los cambios, si
exceptuamos el Turbo, hacía que fuese innegablemente reconocible. Pues con este
Redeemer of souls nos vuelve a ocurrir lo mismo que con el Turbo, se produce
una falla escandalosamente deliciosa en la composición y el sonido del grupo,
algo que te deja bloqueado, inesperado y asombroso. Porque lo mejor es que no
se han puesto los pantalones por las rodillas y te han ofrecido una mierda
enlatada con un rollo modernete. No, lo que nos encontramos aquí es un disco
con unas composiciones asombrosas, exquisitas, con potencia y con una clase
infinita.
A mi entender este disco suena en general muy a los 80 pero
también con pinceladas de los 70, es un disco de sonido retro pero fresco al
mismo tiempo, no es el refrito que nos ofrecen casi todas las bandas que optan
por el sonido vintage porque es lo que se lleva. Los Judas combinan el viejo
sabor de lo bueno y de lo antiguo con un sonido moderno y una producción
excelente. Las guitarras son el principal elemento donde se aprecia este enorme
cambio. Pasamos de los típicos riffs speedicos y de los solos a toda velocidad
y con melodía a solos y riffs más clásicos, ritmos deliciosamente rancios y de
sabor añejo que le dan al disco un sabor a clásico imperdurable. Curiosamente un
sonido que teniendo reminiscencias del pasado le da a los Judas Priest un
resultado de frescura total. Posiblemente la entrada de Faulkner, ahora ya como miembro de pleno derecho, haya tenido algo que ver en este giro hacia ritmos clasicos y hacia ese sonido tan renovado del grupo, porque como ellos mismos declaraban estaba aportando también en la composición de los temas.
También hay que destacar la labor de Halford, que
se desenvuelve como un todo terreno. Me río de los que dicen que es un viejo
acabado, pobres ignorantes. Este señor sabe de las limitaciones que conlleva la
edad, por supuesto, por eso se dedica a sacar a su voz todo el jugo y todos los
matices posibles como no lo hacía cuando era más joven e iba sobrado. No faltan
en el disco voces aguerridas, agudos, graves, voces melódicas y hasta alguna
voz gutural que otra, como en la soberbia Halls of Valhalla.
Mención especial también para Scott Travis. Una sobriedad y
un saber estar el suyo que es necesario recalcar, hace una labor magnífica en
todos los temas, sabe meter caña cuando hay que meterla y mantener a raya a los
caballos cuando el tema lo exige. No busca el protagonismo pero su labor
destila una calidad enorme.
Y ya sin más, vamos con el análisis tema a tema del último
disco de estudio de los Judas Priest. Por cierto, esta crítica está basada en
el enlace que os pongo a continuación, porque el disco en España no sale
hasta el 14 de julio. En principio no quería descargarme el disco pero el
comentamierda me puso los dientes tan largos que no me pude aguantar. Huelga
decir que me pienso comprar la edición limitada con disco bonus, que incluiye 5
temas más y que ya comentaré en una entrada aparte cuando lo tenga en mi poder.
Disco completo
Dragonaut es
junto con el siguiente tema lo más continuista del disco con lo que han hecho
los Judas en los últimos tiempos. A mi este tema me suena especialmente al
Angel of Retribution, heavy metal clásico con las guitarras típicas de Judas y
Halford en su estilo de cuero y tachas. Estos dos primeros temas ya nos los habían
anticipado previamente y, al igual que me ocurriera con los lanzamientos
anteriores, al escucharlos en el conjunto del disco cobran más significado. Por
otro lado, no sé quién escoge los temas o cuál es el sentido del mismo, porque
si es la promoción, aunque los temas son buenos, los cañonazos auténticos están
por venir y de eso no nos deesvelaron nada. En fin, cosas del marketing o quién
sabe... El punteo de este tema es muy en la línea de los dos últimos discos, es
como si los 6 años que han pasado entre este disco y el Nostradamus, esa genial
obra, hubiesen sido solamente fruto de nuestra imaginación.
Redeemer of souls
es otro de los temas que nos habían anticipado. El anterior estaba muy bien
para calentar motores, pero señores aquí ya nos empezamos a poner serios de
verdad. Es un tema que gana con las escuchas. A mi me suena en la melodía
bastante al estilo del último disco de Halford, moviéndose en registros tirando
hacia la épica, donde a su edad lo borda. Va subiendo la temperatura, el
estribillo es muy efectivo, muy coreable, una canción que en directo tiene que
sonar como un auténtico cañonazo. Parada típica de Judas a mitad de tema,
seguida de un solo de guitarra de esos de larga duración, muy melódico y de menos
velocidad de la que nos tienen acostumbrado.
Halls of Vahalla.
Llega lo que es para mi el momento más estelar del disco, y mira que este
discazo tiene un buen puñado de ellos, pero es que este tema me los pone de
corbata. Arranca el tema en un increscendo hasta que entra un riff muy
aguerrido y poderoso, primer agudo criminal del Metal God y todo dios a correr,
aunque a media velocidad. Vamos calentando el ambiente, aproximándonos al estribillo
y menudo estribillo... de esos adictivos que no se te sacan de la cabeza, lo
repetirás una y otra vez a lo largo del maldito día y cuando veas a tu jefe
recordarás las frases proféticas de Halford y rezarás para que el Valhalla te
llame. Segundo agudo del Halford, de campanillas, y entrada de riff y punteo
con cambio a un ritmo más alocado. Halford retoma la cantinela y pensamos que
el tema toca a su fin...no, no. No. Voces guturales de Halford que le dan ese
toque tenebroso que el tema pide para de nuevo soltar el tercer agudo del corte,
seguido de un punteo extraspeedico. Y no se vayan que aún hay más, el tema
enfila la recta final con unos coros épicos a más no poder que no hacen más que
darle una profundidad tremenda, es que tiene de todo. Para mi el gran
hit del disco, uno de esos temas que son clásicos y obligados en todo directo y
en todo recopilatorio que se precie. Brutal.
Sword of Damocles
tiene un rollo totalmente distinto a todo lo que habíamos escuchado hasta
ahora. Me encanta ese riff supersetentero con el que arranca y que repetirán
acertadamente varias veces a lo largo de la canción. Halford usa una voz más suave y
aterciopelada en esta primera parte del tema, mientras van construyendo el
puente hacia el estribillo, a varias voces. Es lo que comentaba antes, esos
detalles que les dan a las canciones un sabor especial y diferente a lo que nos
tenían acostumbrados, con un rollo muy retro pero moderno al mismo tiempo, no
el pestiño precocinado que se gastan la mayoría de los grupos de ahora, que
repiten una y mil veces lo que ya se ha hecho con anterioridad. Parada en el
tema, sin percusión, solo con guitarra y la voz angelical de Halford y luego Travis que entra con toda la fuerza, con una clase descomunal. Halford endurece
entonces su voz y echamos a volar con un solo estratosférico y muy melódico.
Tema muy heavy clásico marcado por ese increíble riff setentero con el que
empiezan y acaban.
March of the Damned.
Me encanta la voz de Halford en este tema, es tope ochenta, con un sabor a
Stained Class, British Steel o Point of entry, sencillamente deliciosa. El
tempo de la canción es un hard rock, me recuerda mucho a Worth Fighting
For del Angel of Retribution. Solos de guitarra muy clásicos, uno tras otro. Un
tema muy adictivo, muy rockero.
Down in Flames.
Comienza con uno de los mejores riffs del disco, sencillamente espectacular,
para cambiar luego al típico riffeo Judas con distorsión y Halford sonando de
nuevo muy a lo que han sido sus últimos discos. La canción va evolucionando con
distintos riffs, un trabajo constante de guitarras. Otra canción con un toque
rockero, similar a la anterior. Muy buenos los solos de guitarra, más veloces
que en la anterior, con una parada espectacular y el riff del principio para
volver a coger el ritmo del tema.
Hell & Back. Empieza
muy lenta con Halford cantando a capela con una guitarra acústica, para acto
seguido introducirnos en un ritmo de medio tiempo rompecuellos con un excelente
riff. Cambio de riff por otro más pesado y a construir la canción, subiendo de
tono hasta llegar el estribillo. A mi este tema me suena muy añejo, a los
primeros 80 o un Sad wings. Estos últimos tres temas que he comentado son muy
hard rockeros, aunque con el punto heavy que los Judas le ponen con tanta clase
y que hace que suenen genial y superclásicos. Este tema es especialmente lento
y pesado, en comparación con los dos anteriores, con riffs marca de la casa,
pero al final le meten una marcha más y Halford se desmelena, excelente
final para un buen tema.
Cold Blooded. Este
es uno de mis cortes favoritos del disco. Tiene un atmósfera supercargada, con
un rollo sombrío que envuelve al tema, un tempo muy doom, guitarras muy
tenebrosas y la voz de Halford como una profecía desgranando la letra,
excelente letra por cierto. Me recuerda mucho al estilo del disco Crucible de
Halford, que para mi es su mejor disco en solitario, dicho sea de paso. Este es
un tema para olvidarse de todo, para reflexionar, para que se nos vaya la
pinza, un tema muy esotérico, si me permite la expresión, con guitarras muy ácidas
por momentos, acompañando perfectamente la lúgubre letra.
Metalizer. Es la
canción más rápida del disco, muy en la onda painkiller, batería a cañón y
guitarras muy agresivas y veloces. Después de las últimos temas no tan rápidos
es una auténtica bofetada. Además, suena muy actual, con unas guitarras muy
modernas y un Scot Travis metiendo caña de la fina pero con mucha clase, con
variaciones de ritmo constantes. Solos rápidos, más lentos, speedicos, melódicos,
para todos los gustos y colores. Agárrese el cacharro de las palomitas y a
disfrutar. La voz de Halford me recuerda bastante a la de los temas más rápidos
de Nostradamus.
Crossfire. Cuando
escucho este temazo no puede evitar pensar en Jimi Hendrix, con ese riff tan
sicodélico y setentero con el que arranca la canción. Este es otro de mis
cortes favoritos. No es el más rápido ni el más aguerrido, pero tiene un sabor
muy especial, suena muy diferente, muy fresco. A destacar especialmente el
trabajo de guitarras, no puedo recordar un tema de Judas con este tipo de melodías,
lo que me lleva a pensar que probablemente la incorporación de Faulker a la
composición haya tenido más influencia de la que podíamos pensar en un
princiopio. La parada y los solos no hacen más que redondear este espectacular
tema. Y por si le faltaba algo, tenemos el cambo de ritmo y arreón final con
Halford dándolo todo.
Secrets of the dead.
Seguimos para bingo. Otro de los temazos del disco, para mi junto a Hall of
Valhalla lo mejor. Estamos ante un medio tiempo colosal, de ritmo trabado y
guitarras pesadas, con mucho carisma. En medio encontramos variaciones en los
riffs y en el ritmo que enriquecen enormemente el tema, pero lo que predomina es esa marcha al ralentí, casi tétrica, com arreglos de guitarra exquisitos que
acentúan ese lado oscuro. Y donde ya la eyaculación se hace inveitable es con
el solo de guitarra, que consta de una primera parte melódica y luego una con
rollo sicodélico. Temazo.
Battle Cry.
Seguimos sin bajar el pistón, el final del disco es realmente apoteósico, pero
es que ha bajado la guardia en algún momento? Hell NO!!! Esta canción se inicia
de manera pausada pero luego surge un riff incendiario y entra la batería a
saco. Me encanta el desempeño de Halford en este tema, sigue una vena muy épica
que pocas veces le había apreciado y la verdad es que su voz actual se adecúa
perfectamente a ese registro. Como su propio nombre indica, este es el tema más
épico del disco, una cabalgada a la batalla en toda regla. Punteos speedicos,
que es lo que pedía el tema, y a continuación el riff criminal del principio,
uno de los mejores de todo el disco, delicioso. Si no te dan ganas de coger el
hacha con esta canción mejor que te dediques a las canicas.
Beginning of the end.
Acabamos el disco o, mejor dicho, para aquellos que vayamos a pillar la edición
deluxe, el primer disco. Luego nos espera un segundo que todavía no he tenido oportunidad
de catar, pero se me hace la boca agua sólo de pensarlo. Esta es una
maravillosa balada que cierra con un colofón de oro el que va, sin ninguna
duda, para disco del año. Otro aspecto que Halford ha perfeccionado, su
habilidad para las baladas, lo borda. Guitarras acústicas, tema muy pausado, el
descanso del guerrero. Grandes Judas, muy grandes.
Y así acabo la revisión de este tremendo disco, tan adictivo
que en dos días no he parado de escucharlo. Para mi es uno de los grandes
discos de los últimos años dentro del mundillo metalero y dentro de la
discografía de Judas Priest ocupa sin duda un lugar preferente, de hecho creo
que es lo mejor que han hecho desde el Turbo, muestra una calidad y una madurez
brutales, pero acompañadas, ahí está lo más complicado, de nuevas ideas, algo
en lo que fallan el 99.99% de los grupos. No sé como lo hacen estos tipos, pero
siempre se las apañan para sorprendernos y sacarnos algo novedoso, diferente,
fresco y sorprendente. Son realmente unos maestros y cuando se hayan retirado
el mundo del metal ya nunca será lo que fue, pese a quién le pese. Los echaremos mucho de menos.
"lo repetirás una y otra vez a lo largo del maldito día y cuando veas a tu jefe recordarás las frases proféticas de Halford y rezarás para que el Valhalla te llame"
ResponderEliminar"Si no te dan ganas de coger el hacha con esta canción mejor que te dediques a las canicas"
Lo has bordado vpower con tu crítica. innovación al máximo, si, yo también pensé en turbo... el turbo, menudo discazo.
Yo creo que el album empieza que atruena, por el medio están los temas más variados y rockeros y acaba de forma colosal.... que ganas de catar esos 5 temas.
sólo nos falta que Judas revisionen el sad wings antes de jubilarse y que los savatage se junten aunque sólo sea para un concierto... entonces ya podemos jubilarnos del metal.
Yo lo tengo claro cuando Judas cuelgue las botas, las cuelgo yo con ellos.
Hoy me lo he vuelto a escuchar un par de veces, a este paso me lo aprendo de memoria.
EliminarCuando los Judas se vayan esto va a parecer el desierto de Almería
Lo de las canicas es sublime. Lo vuestro con escribir como el metal, ya viene de serie no?
ResponderEliminarJajaja no, de serie no, esto viene de un curso de Ccc , que no sí aún existe pero eran míticos.
EliminarUn saludo
los cursos del CCC siguen existiendo.
ResponderEliminarpasan los días y quitando para mi lo grandes temazos: halls of valhalla, battle cry, beggining of the end, secrets of death .. el que cada día me gustan más son: cold blooded, por la letra y la oscuridad y el rollito folklorico de sword of damocles, discazo.
Eres una biblia con patas, asi que CCC sigue en activo, es que antes nos cosían a anuncios y ahora no se les oye nada.
EliminarEse es el mejor piropo que se le puede echar a un disco, que pasan los días y lo sigues escuchando. Yo creo que ya voy camino de las 30 escuchas. Y me ratifico en que Halls of Valhalla es la caña, pero que Sword of Damocles es muy adictiva también.
Pues a mi Sword of Damocles me enganchó ya la primera vez que la escuché
ResponderEliminarEs una pedazo de canción, no cabe duda.
EliminarYo he podido escuchar los 5 temas extras y son igual de buenos o mejores que el resto, los titulos son: Snakebite, Tears of Blood, Creatures, Bring It On y Never Forget, las mejores para mi de estas son Snakebite, Tears of Blood, Creatures y Never Forget, todas tienen un rollito a los judas más clásicos, en definitiva la considero uno de mis favoritos de la última época de los Priest y de momento el mejor disco del año.
ResponderEliminarGracias por tu aportación. Pues a ver si puedo escuchar esas bonus, pero si son tan clásicas a mi ya me tiemblan las piernas.
EliminarPosiblemente acabe siendo disco del año, y ojalá saliese uno mejor que este porque tendríamos ración doble, pero me da que no.
http://uploaded.net/file/15p5jr6a
ResponderEliminarPor si alguien quiere escuchar la edición deluxe de 2 CDs (en calidad mp3 a 320kbs) antes de comprarsela
joder muchísimas gracias señor Lobo.
ResponderEliminarAmi me esta enamorando el disco me parece todo un repaso a todas las épocas del sumo sacerdote, esta repleto de temazos los bonus son cojonudos snakebite es un temazo muy clásico con gran ritmo y guitaras muy hardrockeras , teras of blood es un tema muy clasista con buenos riff un solo muy melódico , creatures es un tema pesado en cuanto a guitarras y los cambios de registros de halford son geniales , bring it on es un tema muy hard rockero con solos muy buenos muy buena la canción y melódica, never forget es un baladon lento y muy clásico es un temazo que recuerda a las baladas del glan metal de los 80.La verdad que es un disco muy bueno cuando salga me lo compro en su versión deluxe .
ResponderEliminarClaro, es que si te gustan los Judas es imposible no rendirse a los pues de este gran disco que nos entregan los Judas, una soberbira despedida. Y como bien dices, la edición deluxe merece mucho pena, por no decir que es obligada casi.
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