1.The Curse 05:46
2.Kill on Sight 04:50
3.Holy Martyr 04:02
4.Eye of the Storm 04:11
5.S.R.B. 05:47 instrumental
6.Teeth of the Hydra 05:59
7.At All Cost 05:26
8.Destiny 03:24
9.Bounty Hunter 04:25
10.The Larch 01:35 instrumental
J.D. Kimball (R.I.P. 2003)
Vocals
Kenny Powell Guitars
Jody Henry Bass
Steve Wittig Drums
Los americanos Omen empezaron su carrera con dos discos
fulgurantes, de esos de aplastar cráneos y segar cabezas, épicos y con power a
más no poder. Después de semejante tralla uno se esperaba que en el tercer
disco aflojarían la marcha. Pues no. Siguen por el mismo camino y con las
mismas trazas. Si algo de más tiene este album respecto a los anteriores es que
todavía pisan más el acelerador, ya con la velocidad de crucero de los discos
anteriores en este le meten una marcha más.
Así el primer tema que da título al disco es power usa a
tope, con ese juego de bajo de ultratumba y riffs cavernícolas que también sabían
hacer estos cuatro señores. Los solos de guitarra siguen siendo de fabricación
artesanal, con su dosis de melodía, su velocidad y la duración que le
corresponde a un buen punteo que se precie. O véase también la pieza
instrumental S.R.B., una muestra más de la clase que atesoraban estos tipos,
con su parte lenta y su parte speedica, para sacarse el sombrero. O el temazo
Teet of the Hydra con un doble bombo poco habitual en el grupo y Kimball sonando
como un profeta, con ese deje pausado y tan arollador que le caracteriza, solo
de bandera. At all cost se encuadra también entre esos temas rápidos, con un
estribillo muy logrado y un juego de riffs y cabalgadas de bajo muy Maiden.
El emperador Kimball sigue al mando, con su voz sucia, amezante
y poderosa, todo un mariscal de campo. Omen es uno de esos grupos que suenan
compactos, como si fuesen una única pieza, pero realmente cuesta imaginar que
se hubiesen podido parir estos tres primeros discos de la banda sin la aportación
de la personalidad de Kimball. En este sentido, Matt Story, el vocalista con el
que giran hoy en día, es un buen sustituto pero, lo siento, no está a la altura
del príncipe de los ejércitos.
Pero no solo de velocidad vive el hombre metalicus y en este
disco encontramos dosis de heavy más tradicional, donde priman ritmos más
pausados, aunque como siempre con una batería muy elaborada, con riffeo a
discreción y una carga de melodía, fuerza y epic que desborda por todos lados.
Pruba de ello son temas como el glorioso Kill on Sight, donde Kimball se sale y
muestra todo su repertorio, poderosos también los coros. Holy Martir también es
de este palo, con un riff muy maidenesco de los 80 y una voz inusualmente
relajada e incluso se diría que alegre por parte de Kimball. O la desgarradora Bounty
Hunter, un tema que tiene un poco de todo, pausas, arrancadas brutales y
tiempos épicos.
También tenemos tiempos de ralentí, que podrían deminarse
baladas sino fuera porque todo parece estar teñido de un tinte tenebrosa, de
una niebla que todo lo inunda. En esta categoría encajan temas como Eye of the
Storm, con un solo de esos a lo power usa de caerse de espaldas. O Destiny,
aunque está tiene un poco más de pedal.
En definitiva, con este tercer album y su tercer bombazo
consecutivo, los Omen demostraban que estaban por encima del bien y del mal,
aunque a nivel de éxito comercial siempre tuvieron un resultado más que
discreto para la calidad que nos ofrecían, como ocurre con todas estas bandas
del underground, bandas de culto que nunca saldrán en las listas de ventas,
para bien o para mal. Dioses de los 80.
La verdad, escuchas este disco y es que no desmerece para
nada a los dos anteriores, aunque para mi no es superior, pero es un dignísimo
sucesor, una soberbia obra, trabajada, con cantidad de detalles que requieren
muchas escuchas para extraerle todo el jugo. OMEN!!!
tú lo has dicho Vpower: Omen están por encima del bien y del mal. Pertenecen a un grupo muy selecto de bandas, que juegan en otra liga, no se les puede juzgar.
ResponderEliminarel resto de metal, es juego de niños.
Son de esas bandas que tiran del carro y te hacen seguir amando esta musica, en medio de tanta mediocridad como nos rodea.
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