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Metalbrothers201601102211

domingo, 17 de agosto de 2014

MSG - the unforgiven (1999)


1.Rude Awakening  5:02
2.The Mess I've Made  4:31
3.In and Out of Time 3:44
4Hello Ange  5:13
5.Fat City N.O.  4:16
6.Tower  5:11
7.Pilot of Your Soul  4:25
8.Forever and More  5:43
9.Turning off the Emotion  5:15
10.Live for Today   4:40
11.Illusion  3:57
12.The Storm  5:18

Michael Schenker - Lead and Rhythm Guitars
Kelly Keeling - Vocals
John Onder - Bass Guitar
Shane Gaalaas - Drums
Seth "Sneef" Bernstein - Keyboards and additional Rhythm Guitars
  
Dejamos atrás los mejores años de Schenker y entramos en sus horas más bajas y deprimentes, sobre este y el siguiente disco son para hundirle la moral a cualquiera que lo escuche, al menos esa es mi impresión.

Y lo curioso no es que sean discos malos o que Schenker se haya metido a hacer música electrónica. El problema es que nada encaja en el concepto Schenker. MSG siempre se había sido un grupo rebosante de energía, vitalista, en la primera etapa de los 80 editando sus mejores discos, con ese rollo hard and heavy, grandes riffs y solos, una batería potente y buenos vocalitas. Luego con la etapa junto a McAuley se decantan por una apuesta mucho más comercial, más rockera al estilo hair metal americano, era algo muy diferente a lo anterior, pero las canciones resultaban divertidas, con gancho, tenían buenos solos. Pero con este Unforgiven entramos en una etapa donde lo que predomina es la sobriedad, es un hard rock muy clásico, se podría decir que hasta de calidad, pero absolutamente falto de chispa. Es como si todo estuviese en su sitio pero se hubiesen olvidado de sacarle brillo.

Por empezar por el gran jefe. Schenker sigue metiendo sus solos minuteros de toda la vida, pero es como si le hubisen quitado la sonrisa de la cara, algunos están bien, pero en general resultan anodinos, no te atrapan. Y con los riffs pasa lo mismo, suenan bien pero no llegan a romper, es como si el tipo se acabase de levantar de echar la siesta y se pusiese a tocar la guitarra acto seguido, la modorra es impresionante.

La batería suena que apesta, me refiero a la producción, totalmente deslucida, le falta pegada, le falta brío, no rompe en ningún momento, es como un cuadro de Ikea, lo ves y no te transmite nada. No es una batería de botón pero es una mierda de batería, simplemente sigue el ritmo que marca Schenker, en ningún momento toma la iniciativa, totalmente prescindible. Del bajo mejor ni hablamos, porque, alguien lo oye?

Y para rematar este bonito pastel tenemos la voz de Keeling, que encaja perfectamente con todo lo dicho hasta ahora. Es decir, el tipo tiene una voz muy hardrockera, una voz estándar pero que le pega bien a este tipo de música. Sin embargo, es como si le hubiesen dicho: tú canta pero que no se te note mucho. Pasa lo mismo que con el batera, que está puesto por el ayuntamiento, o sea, Schenker, y parece que le han advertido que no se salga de madre porque a quién se le tiene que escuchar es al jefe, y como el jefe está desganado lo que tenemos aquí es una mierda impresionante de grande.

Malos tiempos para Schenker. Si es que todo transmite mal rollo, empezando por la portada, con el careto de deprimido del alemán, se veía venir.

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