El caso es que la práctica se lleva a cabo y según estudios
realizados entre el año 2008 y el 2012
más de 600 personas se trasladaron a Suiza para poner fin a sus vidas.
Hablamos, por tanto, de gente que viene de otros países, no conozco o no he
encontrado los datos de cuántos suizos se quitan la vida de esta forma en su
propio país. En cuanto a terceros países, Alemania es quien encabeza el ranking, seguido de Reino
Unido y Francia.
Uno se pregunta qué es lo que puede llevar a todas esas personas
a buscar el suicidio. La respuesta es bastante obvia: las enfermedades. El 47%
padecían enfermedades neurológicas, un 37% cáncer, luego vendrían las
reumáticas y las cardiovasculares. Por tanto, se confirma, como sospechaba, que
las enfermedades mentales son una lacra de la sociedad actual, quizás desde que el hombre es hombre, aunque a nivel social
tengan más presencia y se “noten” más otras como el cáncer, el sida, etc.
La media de edad de las personas que acuden en busca de este
alivio vital es de 69 años, de las cuales el 58% eran mujeres.
Este es un tema polémico y me atrevería a decir que Suiza es
el único país del mundo donde existe este tipo de práctica asistida. El tema
entronca, por supuesto, con los grados de libertad y liberalismo de cada país,
así como con las creencias religiosas. Por ejemplo, un negocio de este tipo
sería impensable en España, un país muy conservador, en comparación, y con
fuertes (¿?) creencias religiosas, eso dicen. En cambio, en el Reino Unido y
Alemania está habiendo un debate sobre este tema, el primero paraece que a favor
mientras que el segundo se posiciona más en contra de este tipo de prácticas.
Yo soy partidario de cada uno haga de su vida lo que quiera.
Unos dirán que es un regalo de Dios y que no se puede hacer eso. Polleces, pero que cada uno crea lo que quiera, me la pela. La vida es de quién la vive. Ahora
bien, si existen instituciones de este tipo, que te ayudan a morir por deseo
expreso, también sería deseable que existiesen justo las contrarias, es decir,
aquel tipo de organizaciones, llámeselas como se quiera, que te ayuden a vivir
por deseo expreso, que te devuelven las ganas de vivir, y no habla de hospitales o clínicas que curan enfermedades. Pero eso no existe en Suiza ni en ningún sitio. creo. Es un
claro reflejo de cómo está montado el mundo y de la negatividad/egoismo que impera en
nuestra decadente sociedad.
el tema daría para un debate incendiario, pero yo opino cómo tú, cada uno se hace de su capa un sayo
ResponderEliminarPor supuesto, yo no me meto en las decisiones personales de cada uno, pero es un indicador claro de la deriva que lleva este mundo paranoico.
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