Tan abrumadora fue la superioridad americana que el público,
entre bostezo y bostezo, se acordaba del impresentable del todavía seleccionador
español, pidiendo a gritos su dimisión y recordando que España es la que
debería, según el abc del baloncesto, estar disputando la final y poniendo en
apriestos a los americanos, porque si algún equipo podía conseguirlo ese era el
español. Serbia fue un juguete en manos de los americanos excepto por 4 ó 5
minutos del primer cuarto, cuando los serbios soñaban que le podrían poner las
cosas complicadas, algo que no hizo más que espolear a los yanquis, que sacaron
la apisonadora del hangar.
No será un mundial que pase a la posteridad por su
espectacilaridad, pero para nosotros siempre será el mundial del “orengazo”.
Para mi sorpresa, y creo que la del todo mundo que no sea de la familia de este
señor, el sujeto sigue agarrado a la silla y con ganas de cagarla más veces. En
los ultimos días ha roto su silencio, sólo para decir sandeces, para eso mejor
se hubiera estado callado. Entre las tropelías más grandes que le he leído se
encuentra la respuesta a la pregunta/recriminación de un periodista de Marca
que le preguntaba por qué Felipe Reyes no había tenido ni un solo minuto en el
partido de cuartos, cuando se veía a la legua que Marc estaba en el planeta
Venus, a lo cual este descerebrado ególatra contesta que hasta entonces nadie
había echado de menos a Felipe Reyes… Primero, que eso es mentira, pues el público
ya pedía que saliera en un patido sí y en otro también. Pero además, es que no se puede ser más necio
y sus declaraciones muestran una falta total de respeto primero hacia uno de
los mayores luchadores que ha vestido la camiseta de la selección, y segundo
hacia la selección como conjunto, como equipo de doce jugadores, lo que todavía
da más grados de surrealismo a la intención de este individuo de seguir al
frente del equipo nacional. Una cosa es ser un completo inútil como entrenador
y otra es pensar que todos tus errores han pasado inadvertidos, que nadie se ha
enterado y que vas a poder seguir haciendo el ganso por las canchas.
El siguiente paso es el europeo del año que viene, donde no
sólo estarán en juego las medallas sino también una clasificación directa para
los JJOO. Veremos con qué equipo llegamos y con qué entrenador, porque ya es
casi seguro que este tipo no va a seguir, por mucho que se empeñe en disfrazar
la realidad y echar mierda sobre los demás. Por cierto, que el europeo se juega
en Francia, ujna buena ocasión para saldar cuentas con nuestros vecinos, que ya
llevan dos años seguidos mojándonos la oreja.
Por último, el quinteto ideal del torneo, a juicio de los
organizadores fue el formado por: Teodosic, Irving (que literalmente hizo un
concurso de triples en la final, en la que fue elegido MVP), Batum, Faried y
Pau. No hay mucho que decir a este respecto, quizás se podrían haber metido más
americanos en el quinteto como por ejemplo Klay Thompson, el alero más regular
del campeonato, si bien Batum ha hecho dos últimos partidos soberbios. La
elección de Pau suena a premio de consolación, teniendo en cuenta que los
nuestros se quedaron en cuartos, habría que rebuscar en la historia cuantas
veces ha pasado esto... Para el puesto de entrenador la cosa estaría más
competida, yo le daría el premio a dúo a Djorjevic y a Collet, el primero por
la motivación que ha sabido imprimir a sus jugadores y el segundo por estudiar
al rival y saber aprovechar sus puntos débiles. Por supuesto, el peor
entrenador del torneo ya sabemos quién es, el que estrelló el Ferrari.
coincido contigo, horrible mundial, mal ambiente, soso, con muchas ausencias y con Orenga, casi nada.
ResponderEliminarLo peor del mundial ha sido Orenga, y después... Orenga jajaja
ResponderEliminar